Juan Carlos I anticipa el revuelo de sus memorias y reivindica su papel en la Transición: “Voy a ser atacado, habrá que comprarse un escudo”

En una entrevista concedida al medio francés ‘Le Figaro’ y a escasos días del lanzamiento de sus memorias, el rey emérito repasa su legado

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El Rey emérito defiende que
El Rey emérito defiende que "la democracia no cayó del cielo" y echa de menos "el espíritu de la Transición"(Elena Fernández - Europa Press)

A escasos días del lanzamiento de sus memorias (serán publicadas el 5 de noviembre), Juan Carlos I ha decidido romper su silencio y revisar su legado en una entrevista concedida al diario francés Le Figaro. El monarca emérito repasa su papel en el paso de la dictadura a la democracia, un proceso que, recuerda, “no cayó del cielo”. El emérito extraña lo que llama el “espíritu de la Transición” que marcó las últimas décadas del siglo pasado.

El emérito adelanta que va a “ser atacado” por la polémica que desatarán sus memorias

La entrevista, realizada desde Abu Dabi, sirve como anticipo de la publicación de su libro Reconciliación, escrito con la colaboración de la autora francesa Laurence Debray y que llegará a las librerías en España bajo el sello de Planeta dentro de unas semanas. A sus palabras les acompaña la certeza de que el libro despertará polémica: “Voy a ser atacado, habrá que comprarse un escudo”, dice entre risas Juan Carlos I, que espera que este testimonio ayude a “exorcizar nuestros demonios, que están regresando”.

Según el ex jefe del Estado, la decisión de escribir sus memorias surgió al constatar que “los hijos y los nietos de mis amigos no tenían la menor idea sobre Franco ni sobre la Transición democrática que siguió”. A su juicio, “los años 1970 no están tan lejos”, en una referencia a la inminente conmemoración de los 50 años de la muerte de Franco y su propia llegada al trono.

El relato del emérito aborda episodios clave de la historia reciente, desde su relación con el dictador hasta el golpe de Estado del 23-F. Juan Carlos I señala que Franco le hizo Rey “para crear un régimen más abierto”. Recuerda que durante dos años tuvo todos los poderes: “El poder de indultar o de refrendar la pena de muerte. No tuve que hacerlo, ya que si hubiera dicho que no entonces, los generales me habrían derrocado”.

El rey Juan Carlos, a su llegada a Sanxenxo en su sexta visita a España desde su marcha a Abu Dabi. (EFE)

“No hubo un golpe” de Estado, “sino tres”

Sobre el golpe de Estado de 1981, detalla la implicación de Alfonso Armada, uno de sus colaboradores más cercanos: “No hubo un golpe, sino tres. El golpe de Tejero, el de Armada y el de los diputados próximos al franquismo. Alfonso Armada estuvo 17 años a mi lado. Le quería mucho y me traicionó. Convenció a los generales de que hablaba en mi nombre”.

En su repaso, el monarca recuerda la enseñanza de Don Juan, su padre, quien le aconsejó “hablar y escuchar a aquellos” que no compartían su visión. Destaca que su posición permitía ser “siempre un canal de comunicación y de intercambio”. De aquella época rescata también la legalización del Partido Comunista, asunto que gestionó a través del entonces presidente rumano Nicolae Ceaucescu. Según relata, Ceaucescu le comentó que Santiago Carrillo pasaba los veranos en Rumanía. El mensaje que transmitió a Carrillo fue claro: “No desatéis una guerra civil tras la muerte de Franco, dadme tiempo para legalizaros”, lo que ocurrió en abril de 1977.

Al mirar atrás, Juan Carlos I observa diferencias en el contexto político: “Era una época en la que la izquierda, y especialmente el Partido Comunista, respetaba las instituciones del Estado”. Añade que lamenta “que un cierto espíritu político, que denominamos el ‘espíritu de la Transición’ se haya perdido en detrimento de España y de sus intereses”.

Otro de los puntos tratados es su salida a Emiratos Árabes Unidos. El emérito explica que decidió irse “para ayudar a mi hijo”. Y añade: “Busqué un lugar donde los periodistas de mi país no pudieran venir a encontrarme fácilmente”.