Manuel Palma, empresario que ha vendido más de 150.000 coches: “Competir así es imposible”

El emprendedor asegura que la transición a la movilidad eléctrica no es opcional, sino un proceso imparable, aunque destaca que por el momento los precios y la autonomía de estos vehículos no son óptimos

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Durante sus años en el
Durante sus años en el sector automovilístico, Palma llegó a vender más de 150.000 coches y a dirigir 12 concesionarios (Freepik)

Tras más de cuatro décadas ligado al sector de la automoción, vender más de 150.000 coches y gestionar hasta 12 concesionarios, Manuel Palma, cordobés experto en el sector automovilístico, aseguró que el motor de combustión vive sus últimos años: “A partir de la década de 2030, las ventas de coches térmicos serán residuales”. Además, aseguró que su próximo será eléctrico, aunque tienes sus pegas a esta opción. “Hay que esperar a que bajen de precio y mejoren su autonomía”, apuntó.

Palma, que actualmente forma parte del consejo consultivo del Banco Sabadell, llegó a Valencia en 1980 para cumplir con el servicio militar y descubrió su vocación emprendedora. Tras trabajar como mecánico, comenzó a comprar y vender vehículos y decidió quedarse en la ciudad, donde ha ejercido su oficio durante más de cuatro décadas.

En sus mejores años, el empresario llegó a comercializar más de 7.000 vehículos anuales, aunque señala que esas cifras hoy son imposibles: “Antes el mercado se repartía entre seis marcas y ahora entre 50. Para mantener esa estructura necesitaría absorber muchísimas marcas, con un riesgo altísimo”. Debido a este cambio en el sector, en 2024 decidió arrendar sus instalaciones al Grupo Marcos y salir del negocio directo.

El emprendedor asegura también que los fabricantes que no apuesten por el eléctrico “van a desaparecer”, aunque señala dos condiciones claves para este tipo de vehículos, el precio y la autonomía. “No tiene sentido que un eléctrico sea más caro que uno de combustión cuando su mecánica es más sencilla. Además, la autonomía debería subir a 800 o 1.000 kilómetros para competir de verdad”, asegura.

Palma prevé que, en cinco años, los vehículos eléctricos habrán alcanzado los parámetros óptimos en cuanto a autonomía y el cambio será irreversible. “Todos los fabricantes están destinando la inversión a esta tecnología. El que siga apostando por la combustión quedará fuera del mercado”, señala. Además, califica este cambio como “un tiro en el pie” para la industria europea: “Éramos líderes en motores de combustión y hemos pasado al eléctrico, donde los mejores son los chinos. Tienen la tecnología, los ingenieros y las fábricas, sin nuestras cargas sociales. Competir así es casi imposible”, lamenta.

El buen trato al cliente como filosofía empresarial

El emprendedor defiende una filosofía empresarial basada en el trato al cliente. “En mi grupo damos a todos los empleados un manual. Si el rey viniera a matricular a sus hijas, ¿cómo le atenderías? Pues igual hay que tratar a cualquier cliente, sea quien sea, sin juzgar por apariencia o condición”, explica.

Además, Palma señala que paralelismo entre el sector y las maratones, donde cuenta con más de un veintena d carreras y diez marcas por debajo de las tres horas. “En una maratón aprendes a disfrutar del sufrimiento. En los negocios pasa igual. Hay que levantarse temprano, entrenar, superar problemas con clientes, producto y personal. Si disfrutas a pesar de todo, vas bien”, explica.

Actualmente, alejado de la automoción, el empresario, director del grupo Palma, centra sus esfuerzos en los sectores de educación, servicios sociales e inmobiliario. En concreto, gestiona tres colegios con más de 1.000 alumnos, varias residencias y una amplia cartera de inmuebles. “Gasta como si fueras pobre e invierte como si fueras rico”, dice Palma al ser preguntado por su filosofía de gestión.

“He tenido éxitos y fracasos. Incluso en el automóvil, donde invertí mucho y gané poco los últimos años. Pero todo sirve de aprendizaje”, afirma Palma que, a sus 66 años tiene claro que la transición a la movilidad eléctrica no es opcional, sino un proceso imparable: “El coche eléctrico es fantástico, no contamina, no hace ruido y es sencillo de fabricar. Solo falta que sea accesible y que la autonomía dé el salto. El cambio llegará y será definitivo”, concluye.