El accidente que ha sufrido el rey Felipe VI a bordo del Aifos en Mallorca: el gran susto que ha vivido

El rey Felipe VI continúa en su participación en la Copa del Rey Mapfre, cita náutica que se desarrolla esta semana en aguas de Mallorca y que se ha convertido en una tradición veraniega para la familia real. Como ha ocurrido desde el pasado martes, este jueves, 31 de julio, el monarca se ha embarcado a bordo del Aifos, nave de la Armada Española en la que compite año tras año. Sin embargo, este día no ha transcurrido con normalidad como los anteriores debido al que el marido de la reina Letizia por un incidente que estuvo cerca de tener mayores consecuencias.

Todo transcurría de manera habitual en el Real Club Náutico de Palma, punto de salida habitual de la regata. Felipe VI llegó en torno a las 11:30, horario en el que suele comenzar la actividad, saludó a los miembros de la tripulación y se dispuso a ultimar los preparativos en el interior de la embarcación. Los primeros minutos no diferían de otras jornadas: el padre de la princesa Leonor, conocido aficionado a la vela y al esquí, centraba su atención en los detalles previos a la prueba, revisando en ese instante el contenido de su mochila.

Minutos antes del inicio oficial de la jornada de vela, se produjo un inesperado contratiempo. Mientras el hijo de la reina Sofía y Juan Carlos I permanecía sentado y revisando algunos objetos, una pesada vela, anclada a la botavara, cayó desde varios metros de altura. El incidente provocó sobresalto entre los presentes a bordo del Aifos, generando reacciones de sorpresa y algún grito de alarma por parte de quienes presenciaron la escena desde posiciones cercanas. La botavara, elemento imprescindible para el control de la vela, posee un peso considerable y constituye uno de los riesgos técnicos habituales de este tipo de embarcaciones.

La actitud del monarca ante su gran susto

La reacción del rey resultó especialmente llamativa. Sin apenas expresión y con serenidad, evaluó lo sucedido durante unos segundos y, acto seguido, continuó con los preparativos para la competición. Quienes se encontraban cerca del monarca no tardaron en señalar que, de haberse producido la caída algunos centímetros más cerca, el resultado podría haber sido potencialmente grave. Por suerte, Felipe VI estaba ubicado fuera del alcance de la botavara y la vela, elementos que permanecían sujetos y a la espera de ser desplegados conforme lo dictasen las condiciones del viento y la carrera.

La regata de este miércoles representa la tercera jornada de una competición que marca el calendario estival de la familia real en Mallorca. El monarca mantiene una participación activa en el evento, debiendo ausentarse únicamente el lunes debido a compromisos institucionales en el Palacio de la Almudaina. La devoción del monarca por la vela se remonta a su adolescencia. Y es que debutó en una regata a los 16 años como tripulante del Sirius IV, embarcación de la Armada bajo el mando de un militar, una experiencia que fortaleció su vínculo con el mar. En la actualidad, el Aifos navega bajo la dirección del almirante Jaime Rodríguez Toubes, figura de confianza y habitual compañero durante las competiciones náuticas.

En la edición anterior, el Aifos logró la segunda posición y, aunque este año las previsiones no lo sitúan como favorito, Felipe VI declaró días antes su deseo de obtener un buen resultado, mostrando el compromiso y entusiasmo que ha caracterizado siempre su relación con este deporte. Cabe destacar que, hasta el momento, ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía se han dejado ver en las actividades vinculadas a la Copa del Rey en Mallorca.

La regata continúa adelante con la participación activa del monarca y la expectación de la tripulación, evidenciando que la pasión de Felipe VI por la vela se mantiene inalterada, incluso ante imprevistos como el vivido en la jornada. La presencia del rey contribuye a reforzar el perfil internacional de la competición, considerada uno de los eventos más relevantes del circuito de vela en el Mediterráneo.