“Nos sentimos realmente traicionados”: un jubilado cuenta cómo perdió 173.000 euros al invertir en oro

El afectado de esta sofisticada estafa internacional, investigada ahora en Bélgica, nunca dudó “de que todo fuese real” hasta que dejó de recibir los pagos

Guardar
Lingotes de oro para invertir
Lingotes de oro para invertir (Canva)

El oro casi siempre se ha considerado una inversión segura, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Sin embargo, lo que para muchos es un valor refugio, para Jean-François, jubilado francés, se ha convertido en una pesadilla.

Su historia, marcada por la credulidad y el engaño online, ha sido publicada en la web del canal de televisión francés TF1 y sirve como advertencia para quienes se plantean invertir sus ahorros a través de Internet.

Un portal aparentemente fiable

Jean-François, de 62 años y exoficial del Ejército, vivía una vida tranquila junto a su mujer y a su hijo de catorce años en el suroeste de Francia. Decidió invertir en oro siguiendo los consejos de su familia, que insistieron en la reputación de este metal precioso. “Quería invertir en oro, tenía algunos ahorros y todo el mundo me decía que era una inversión segura”, recuerda.

Comenzó a buscar por Internet hasta dar con un sitio de inversión que parecía completamente fiable: “La revista Forbes alababa las virtudes de la página. Decía que tenía ‘diez años de experiencia en el sector del oro y 4.500 inversores satisfechos’. Suficiente para inspirar confianza”, relata. Llamó por teléfono y la atención personalizada, junto a las explicaciones detalladas, terminaron por convencerle.

De los primeros beneficios a la trampa

El funcionamiento era impecable. Jean-François realizó un primer ingreso de 40.000 euros y recibió rápidamente su primera mensualidad: “Era de unos 266 euros. Así que era exactamente lo acordado”, recuerda. Animado por la fluidez del proceso y la rentabilidad prometida, decidió invertir más.

En solo cuatro meses, completó cuatro ingresos que sumaban la totalidad de sus ahorros: 173.000 euros. A cambio, la web le prometía 783 euros mensuales.

“Nunca dudé de que todo fuese real. Para mí, la vida era maravillosa”, confiesa Jean-François. Sus supuestos lingotes y monedas de oro estaban, según le aseguraron, depositados en un conocido almacén suizo y contaba incluso con un certificado que confirmaba su posesión.

Los dos empresarios desaparecidos en Murcia: una estafa con billetes falsos, tres detenidos y dos cuerpos en un depósito de aceite.

Pagos que desaparecen y un silencio alarmante

Todo se derrumbó al octavo mes. Tras percibir algo más de 7.000 euros en intereses, los pagos dejaron de llegar y la página pasó a ignorar sus mensajes. “Me vine abajo. Me llevé una gran decepción porque soy alguien que confía fácilmente. Nos sentimos realmente traicionados y, además, no estoy solo. Tengo una esposa que no trabaja. Tengo un hijo de catorce años. Incluso siento vergüenza”, lamenta.

“Estoy indignado con esas personas tan maquiavélicas, a las que no les importa el futuro de los clientes a los que van a despojar”, añade el jubilado en sus declaraciones a TF1 Info.

Una estafa internacional

Desesperado, Jean-François buscó ayuda en Marc Bouzy, especialista en fraudes financieros. El experto enseguida detectó el alto nivel de sofisticación de la estafa: “La calidad de los contratos y certificados era prácticamente idéntica a la de inversiones auténticas. Por eso me lancé de lleno”, admite el afectado.

Bouzy pronto descubrió que todo era una suplantación de identidad y que su oro nunca existió en Suiza: “Sus certificados son falsos y, por desgracia, no tiene ningún oro guardado en ninguna parte”, le explicó el experto. Pronto el procedimiento reveló que la estafa operaba a escala internacional, con ramificaciones en Bélgica, Francia y España.

A pesar de haber presentado una denuncia en Francia, el caso fue archivado. “Las investigaciones siempre son muy largas, no conviene apresurarse, pero si al menos devuelven una parte, ya será algo positivo”, concluye Jean-François, que solo espera que la investigación abierta ahora en Bélgica traiga algo de justicia tras años de sufrimiento.