Nawrocki, el aliado europeo de EEUU que ‘frena’ a Polonia en la UE: peligra la reconciliación con Bruselas y refuerza el bloque de Orbán

Desde la elección de Tusk como primer ministro, Varsovia se ha posicionado como un aliado de Bruselas después de años de enfrentamiento. Ahora el historiador euroescéptico amenaza con bloquear la agenda de su gobierno

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El candidato presidencial polaco Karol
El candidato presidencial polaco Karol Nawrocki, en Varsovia, Polonia, a 1 de junio de 2025. (REUTERS/Aleksandra Szmigiel)

La victoria de este domingo del candidato respaldado por el partido ultra Ley y Justica (PiS), Karol Nawrocki, se convierte en el primer tanto anotado por Trump en Europa y sumerge al país en un periodo de incertidumbre. Aunque el triunfo electoral se haya dado por un estrechísimo margen, se trata de un varapalo político para el gobierno de coalición de centro, que se estaba posicionando en el último año y medio como un motor adicional al franco-alemán, después de más de una década de gobiernos ultraconservadores y enfrentamientos con Bruselas por el desmantelamiento del Estado de Derecho.

En realidad, el Parlamento tiene la mayor parte del poder y el jefe de Estado polaco puede influenciar en política exterior y de Defensa, pero tiene sus competencias limitadas respecto a las que poseen algunos de sus homólogos europeos, entre ellos el francés Emmanuel Macron. No obstante, Nawrocki puede vetar las iniciativas legislativas para bloquear la agenda de Tusk, tal y como ha hecho el actual presidente polaco, Andrej Duda (también alineado con el PiS). El bloqueo puede ejercerse aunque la medida salga adelante en el Parlamento, y solo puede sortearse con una mayoría cualificada de tres quintos y un quorum mínimo de la mitad de los diputados.

Y es que la visión de Tusk y la de Nawrocki son dos mundos totalmente opuestos. El historiador con retórica euroescéptica quiere que “Polonia vuelva a la normalidad“, y esto, según sus palabras, significa ir en contra de la inmigración, el pacto verde europeo, el acuerdo comercial con el Mercosur y los avances sociales como el matrimonio igualitario o el aborto. Nawrocki ha prometido además no “firmar” ningún aumento de los impuestos que impulse Tusk.

Si el candidato aliado de Tusk, el europeísta Trzaskowski, abogaba por unas relaciones más estrechas con Bruselas, Nawrocki defiende todo lo contrario. Desde el inicio de la campaña ha rechazado la soberanía de la UE en favor de un mayor acercamiento con Washington.

¿Polonia cambia de rumbo?

Una Polonia desestabilizada es un problema para los planes de Ursula Von der Leyen, quien ya ha demostrado quitar peso político a aquellos gobiernos que han desafiado a Bruselas. Por otra parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se muestra satisfecho con el resultado electoral, ya que tendrá consigo un apoyo en el bloque reaccionario de Europa Central. Además, su victoria puede aupar a otros dirigentes, como el líder de la oposición euroescéptica de la República Checa y ex primer ministro, Andrej Babis, quien lidera las encuestas de opinión antes de las elecciones de octubre.

Crédito: Twitter: @donaldtusk

Nawrocki, a diferencia de Orbán o Robert Fico en Eslovaquia, no es prorruso y defiende el aumento del gasto en Defensa y el envío de ayuda a Ucrania. Sin embargo, está en contra de incorporar a Kiev en la alianza trasatlántica como parte de las negociaciones de paz.

Ante una posible actitud de bloqueo del líder euroescéptico, el mandatario Tusk ha anunciado este lunes que presentará una cuestión de confianza que tendrá lugar el próximo 11 de junio en el Parlamento polaco , según sus palabras, para “no dar un paso atrás”.

PiS y Bruselas, una amenaza que acabó con la congelación de fondos

“Esto será un buen contrapeso al gobierno”, afirmó en unas declaraciones recogidas por la agencia Reuters Mateusz Morawiecki, quien fue primer ministro del gobierno nacionalista de Ley y Justicia (PiS) que perdió el poder en 2023.

Antes de la llegada de Tusk, la relación entre Bruselas y Varsovia atravesaba uno de sus momentos más críticos. El PiS polaco, desde su llegada al poder en 2015, llevó a cabo reformas polémicas que eliminaban la independencia del sistema judicial y socavaba los avances sociales. Tras varios ultimátums de Bruselas, la Comisión Europea bloqueó en febrero de 2022 137.000 millones de euros en fondos de la UE que ayudaron a los países a recuperarse de los daños económicos de la Covid-19.

El 24 de febrero de 2024 la Comisión Europea procedió a descongelar esos fondos como premio a los esfuerzos de Tusk para revocar las reformas de los ultraconservadores, abriendo el camino a una reconciliación política. Ahora confía en que siga igual a pesar de contar con un líder hostil: “Confiamos en que las reformas iniciadas por el Gobierno polaco prosigan y continúen”, afirmó la portavoz jefe de la Comisión Europea, Paula Pinho, en la rueda de prensa diaria de la institución.