Las carreteras europeas donde podrás circular este verano a 150 km/hora

La puesta en marcha del nuevo límiteirá acompañada de una renovación completa de la señalización, sistemas de control reforzados y otras medidas de infraestructura

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Imagen de archivo de una carretera. (Adobe Stock)

A partir de junio de 2025, la República Checa permitirá circular a 150 kilómetros por hora en determinados tramos de su red de autopistas. La medida, que rompe con la tendencia europea de reducir los límites de velocidad por motivos de seguridad y sostenibilidad, afectará únicamente a secciones modernas, bien conservadas y consideradas seguras por las autoridades viales del país.

Entre los tramos incluidos se encuentra una sección de la autopista D3 entre Tábor y České Budějovice, así como partes de las autopistas D1 y D11. La decisión ha generado reacciones diversas en el ámbito político, social y técnico en el país. Mientras que muchos automovilistas checos la celebran como una iniciativa que aligera los desplazamientos cotidianos y promete menos congestión, otros actores, especialmente los expertos en seguridad vial y medioambiente, manifiestan una preocupación creciente.

Mueren 241 personas en las carreteras españolas durante este verano.

Desde el Ministerio de Transportes checo se asegura que el incremento de velocidad no será aplicado de forma arbitraria. La puesta en marcha del nuevo límite de 150 km/h irá acompañada de una renovación completa de la señalización, sistemas de control reforzados y otras medidas de infraestructura destinadas a garantizar que el aumento de velocidad no comprometa la seguridad. Según el Gobierno, el objetivo es optimizar los tiempos de desplazamiento y modernizar una red vial que, en ciertos corredores, permite técnicamente una conducción más rápida sin riesgos añadidos.

Mayor riesgo de accidentes y más gasolina

No obstante, asociaciones especializadas advierten sobre las consecuencias de elevar el límite de velocidad. El argumento más reiterado apunta al incremento del riesgo de accidentes. A mayor velocidad, menor capacidad de reacción y mayores consecuencias en caso de colisión. Según datos de la Comisión Europea, la velocidad excesiva es responsable de alrededor del 30% de los accidentes mortales en las autopistas del continente.

El segundo gran punto de fricción se sitúa en el plano ambiental. Circular a 150 km/h supone un mayor consumo de combustible que a 130 km/h —el límite habitual en muchos países europeos—, lo que conlleva un aumento de las emisiones contaminantes. En un momento en que la Unión Europea busca reducir la huella de carbono del transporte por carretera, esta medida aparece para muchos como un retroceso.

Una imagen tomada con un
Una imagen tomada con un dron muestra coches nuevos aparcados en los muelles de Tilbury (Reino Unido). / EFE

También surgen dudas sobre el posible efecto psicológico en los conductores. Varios especialistas han señalado que acostumbrarse a velocidades más altas puede generar una percepción distorsionada de la norma, favoreciendo comportamientos de riesgo en otros contextos viales donde rigen límites inferiores.

Italia, el precedente más cercano

El precedente más cercano a esta decisión está en Italia, donde ciertos tramos de autopistas permiten circular a 150 km/h, aunque bajo condiciones específicas y con resultados dispares. Por el contrario, países como Francia o Alemania —donde la red de autobahns sin límite de velocidad convive con crecientes debates sobre sostenibilidad y seguridad— están planteando restricciones más severas. En Francia, por ejemplo, no solo no se contempla aumentar la velocidad máxima en autopistas, sino que se estudian medidas para reducirla, especialmente en zonas próximas a núcleos urbanos.

Por ahora, la iniciativa checa parece un movimiento aislado en el contexto europeo. Sin embargo, si su implementación arroja resultados positivos, podría abrir el debate en otros países que cuentan con infraestructuras viarias capaces de soportar mayores velocidades.

La clave estará en el seguimiento del impacto real de esta medida, tanto en términos de seguridad como de eficiencia y sostenibilidad. Los próximos meses serán decisivos para evaluar si se trata de un experimento puntual o del inicio de una nueva etapa en la gestión del tráfico europeo. Mientras tanto, los conductores que este verano recorran las autopistas checas deberán prestar especial atención a las señales: en algunos tramos, el velocímetro podrá llegar legalmente hasta los 150 km/h.