La flamante secretaria de Energía, María Tettamanti, asumirá en reemplazo de Eduardo Rodríguez Chirillo con el desafío de trabajar en la mitigar los riesgos de una posible crisis de cortes de luz durante el verano, por la falta de generación eléctrica que tendrá la Argentina durante el pico de consumo. Estará bajo la órbita del secretario coordinador de Energía y Minería del Ministerio de Economía, Daniel González.
La funcionaria, que se suma como un guiño del Gobierno a Mauricio Macri, además deberá avanzar con los próximos aumentos en las tarifas de servicios públicos de electricidad y de gas natural, el recorte de subsidios, las licitaciones de obras claves para el desarrollo de Vaca Muerta y también de rearmar el equipo en la dependencia.
En la industria apuntan que más allá de su experiencia de tres décadas en el sector del gas natural, con un paso hasta el año pasado como directora general de la distribuidora Cammuzzi, Tettamanti tiene un sólido conocimiento de todo sector energético. Sin dudas, el frente más urgente que tiene por delante es el de la electricidad.
Chirillo había oficializado hace algunas semanas el Plan Verano 2024-2025 para evitar tensiones que pongan en riesgo el sistema eléctrico en los momentos en que por el calor se dispara el consumo en todo el país. Las medidas previstas tienen que ver entre otras cosas con mayores importaciones de países vecinos, mayor remuneración a generadoras, planes de contingencia con distribuidores y cortes coordinados con grandes usuarios industriales. En el sector mantienen preocupación porque ven un déficit que será difíficil der sortear en los momentos más críticos.
Públicamente en el Gobierno sostienen que podrán pasar el verano sin crisis, pero en off the record se muestran preocupados y apuntan por cierta imprevisión del ahora ex secretario de Energía que se sumó a los episodios que hubo con el gas durante el invierno. Temen el impacto social de un evento de ese tipo luego de los fuertes aumentos de tarifas que hubo a lo largo del año. En el entorno de Chirillo sabían que cerca del presidente Javier Milei había quien quería su cabeza.
El otro desafío para Tettamanti tiene que ver con los futuros aumentos en los servicios públicos. Energía debe convocar a las empresas transportistas y distribuidoras, tanto de luz como de gas, para avanzar en la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT). Las firmas pedirán un sendero de ingresos a partir de incrementos en tarifas y deberán proponer un sendero de inversiones para el sistema para el período 2025-2029.
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Daniel Arrué, hombre de Chirillo, había convocado la semana pasada para el 5 de noviembre a una audiencia pública para las transportistas de electricidad en donde se iba a poner en discusión ese sendero de incremento. Este martes el ENRE suspendió la medida “teniendo en cuenta la positiva reacción de la economía a las acciones implementadas por el Ministerio de Economía y la notoria desaceleración inflacionaria verificada a la fecha”. El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) también deberá avanzar en ese mismo sentido.
Para el Gobierno es clave la coordinación entre la corrección de precios relativos con quita de subsidios y la continuidad en la desaceleración de la inflación, principal objetivo oficial. En 2024 hubo un recorte en subvenciones equivalente a más de USD 3.000 millones y esperan un ajuste similar para el año que viene, según se desprende del Presupuesto 2025.
Los fuertes incrementos en las facturas que llevó adelante Chirillo tuvieron como saldo que un casi un millón más de argentinos tuvieran subsidios para afrontar el pago de las boletas de luz y gas. En paralelo, hay 1,4 millones de hogares que próximamente perderán los subsidios en sus boletas de electricidad y gas natural por redes, por lo que comenzarán a pagar más cara la energía.
Se trata de los usuarios que tienen tarifa social pero no completaron en el plazo establecido el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) para no perder el beneficio. El gobierno analiza lanzar una nueva campaña de información y también si va a quitar el descuento a partir de noviembre o desde diciembre.
Otro pendiente es la licitación de la segunda etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK). La idea de Chirillo era poner en marcha un concurso internacional para estrenar el modelo de financiamiento de obras estrategicas por parte del sector privado. El proyecto iba a demandar una inversión de al menos USD 2.554 millones para llevar el gas de Vaca Muerta al Litoral, con el objetivo de facilitar las exportaciones al sur de Brasil.
En esa misma está la eventual licitación del proyecto que anunció hace algunos meses Transportadora Gas del Sur (TGS), de Marcelo Mindlin, para ampliar la capacidad de transporte del primer tramo del GPNK y la ampliación de la red. El desembolso sería de USD 700 millones. Energía debería convocar a un concurso de interés público para abrir la competencia a otros eventuales interesados.