No todos los días un campeón de Fórmula 1 que esté en actividad viene a nuestro país. Fue el caso de Fernando Alonso, consagrado en 2005 y 2006 (ambos con Renault), quien fue invitado por Toyota Argentina, la marca japonesa con la que el español debutará en el Dakar 2020 del 5 al 17 de enero en Arabia Saudita.
Infobae vivió de cerca las actividades del asturiano, quien a sus 38 años está más vigente que nunca y demuestra una gran pasión por el automovilismo más allá del tipo de competencia.
En 2016 vino por un evento promocional de una marca de champagne que era auspiciante de McLaren, su ex equipo de F1. En esta ocasión, luego lograr su primer podio en las competencias de rally cross country, pasó por Madrid y después emprendió su vuelo hacia Buenos Aires. Aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el lunes a las 8 de la mañana y se fue en helicóptero hasta el circuito de pruebas que Toyota tiene en Zárate, cerca de su fábrica. Allí giró con una camioneta Hilux del Dakar.
A las 10:30 lo presentó el presidente de Toyota Argentina, Daniel Herrero (con quien tiene muy buena relación), y se brindó a una rueda de prensa. Ante la pregunta de este medio de cómo hacía para adaptarse rápido a las diferentes clases de autos, respondió: “Una de mis mejores cualidades fue acomodarme pronto los cambios de la F1 y por eso no me costó adaptarme a coches distintos. Encuentro motivación para cambiar de categorías por mi pasión en ganar. Estoy disfrutando de estos nuevos desafíos. En la F1 gana solo un coche y en febrero (por los test de pretemporada) sabés quién va a vencer y sabés que vos vas a ser 11º o 13º”. Haciendo referencia a Mercedes.
Dejó otros interesantes conceptos. “No me arrepiento de las decisiones que tomé en mi carrera. No se puede analizar el pasado, salvo que uno tenga la bola de cristal”, admitió sobre aquél cambio de Ferrari a McLaren, donde nunca encontró el rumbo en sus últimos años en la Máxima.
“No hay un mejor piloto en la F1. Hay que analizar todo. Hay que ver quién es el mejor a lo largo de unos años. Hoy me gusta seguir a Max Verstappen porque siempre está en modo ataque y eso debe ser bueno para el espectador. No descarto mi vuelta a la F1. Estudiaré las futuras reglas para poder volver en 2021”, agregó.
“El Dakar será el desafío más grande de mi carrera. Es muy difícil la concentración durante más de seis horas y por algo es la carrera más dura del mundo. No estoy al ciento por ciento para debutar. El mejor ejemplo para tomar es el de Sébastien Loeb (nueve veces campeón mundial de rally) quien dejó de forma regular el Campeonato Mundial de Rally (WRC por su sigla inglés) y siguió buscando su puesta a punto en el Dakar”, aseguró sobre lo que viene a corto plazo. Tampoco descartó intentar probar en el WRC. Y confesó que “las carreras más emocionantes fueron las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis”.
Cerca de las 13:30 se subió otra vez al helicóptero y emprendió vuelo hasta el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez. Llegó allí a las 14 y una hora más tarde se presentó la nueva Toyota Hilux GRSport que es la versión deportiva de este modelo. Tiene un motor naftero V6 de 238 caballos de fuerza y llega a una velocidad de 190 kilómetros por hora en tierra. Fue desarrollada en Zárate para toda la región. Por eso se sumó la presencia de medios brasileños y paraguayos.
Por primera vez Nano giró en el escenario porteño. Sumo otra experiencia inédita en su carrera ya que condujo un auto de turismo, en esta oportunidad un Corolla del Súper TC 2000 (impulsor de 380 caballos).
Primero llevó a invitados especiales. Dio unas 30 vueltas y ante la consulta de la gente de Toyota Gazoo Racing Argentina (la división deportiva de la marca), de si “estaba cansado o quería parar”, respondió: “Aquí estoy mejor que afuera”.
Se mostró con un manejo impecable, como si siempre hubiese conducido un auto con techo para correr en pista. Otra vez se adaptó pronto a un circuito, en este caso el dibujo número nueve del escenario porteño. En esta instancia no hubo tiempos de referencia ya que no cerró una vuelta completa pues salía y entraba de boxes para cambiar a sus pasajeros. Hasta que en el giro 32 (cerca de las 16:30) se rompió la válvula que regula la presión del turbo en el motor. El auto fue atendido por los mecánicos. Mientras que Alonso se reunió con los pilotos oficiales de Toyota a nivel nacional, Matías Rossi, Mariano Altuna y Julián Santero.
Se incorporó el uruguayo Santiago Urrutia, quien fue invitado por la marca para los 200 Kilómetros de Buenos Aires que se corrieron el día anterior.
Una vez solucionada la falla mecánica en el coche, el español salió otra vez a pista. Dio tres vueltas con Rossi y otra con Herrero. Pero llegó el momento en el que quiso conocer su límite con esta clase de vehículos. Con gomas nuevas registró su mejor tiempo: 1m20s500/1000. Con esa marca hubiese clasificado cuarto entre los pilotos invitados en los 200 Kilómetros de Buenos Aires el pasado fin de semana. Sin pecar en redundancia es un hecho para destacar: fue la primera vez en su carrera que probó un auto de turismo. Cumplió un total de 40 giros. Su estado físico es notable y no paró un segundo. Se mostró muy concentrado, como en un fin de semana de carrera.
Terminada la acción con ése coche, volvió a subirse a la Hilux. A continuación atendió otra vez a la prensa y describió como “divertida” su primera vez sobre un auto del STC 2000. “Me llevó varias vueltas acostumbrarme a la tracción delantera (no pareció). Fue mi primera experiencia en un auto de turismo y pienso que anduve bien”, confesó.
Para destacar su buena predisposición con la gente que le pidió una foto o un autógrafo. No le negó una vuelta a nadie y cumplió con todos los invitados. Hasta con el público que no estaba acreditado al evento se acercó a dejarles su firma contra el alambrado.
Pasadas las 18:45, el español terminó su actividad. A las 19 debió abordar otra vez el helicóptero que lo llevó hasta un helipuerto cercano al hotel de Recoleta donde se hospedó.
Tras una cena con la gente de Toyota y un descanso nocturno, tomó el vuelo que lo trasladó hacia España donde aprovechará los últimos días de relax previo a abordar su recta final de preparación de cara al Dakar.
Fernando Alonso pasó por la Argentina. Fueron 24 horas muy intensas para el español que aceleró primero en la tierra y luego sobre asfalto. En ninguno de los casos escatimó con la velocidad. Se brindó por completo. Afuera de la F1, este año quiso correr otra vez las 500 Millas de Indianápolis, pero no se pudo clasificar. Aunque su título en el WEC fue un aliciente importante antes de encarar el desafío del Dakar. Tal vez se lo vea en el rally en algún momento. Y en nuestro país debutó con un auto de turismo. Un piloto para todos los gustos. Un verdadero romántico del automovilismo.
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