Joven promesa del fútbol que había seguido ‘malos pasos’ ahora prospera vendiendo embutidos: “Me las creí muy rápido”

Cristian Rayo compartió camerino con figuras consagradas de Independiente Santa Fe como Omar Pérez, Juan Daniel Roa y Camilo Vargas, el hoy arquero de la selección Colombia

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Su negocio se llama 'Maialesa
Su negocio se llama 'Maialesa di casa' y no le va nada mal, gracias al apoyo que tuvo por parte de su esposa y demás integrantes de la familia - crédito @crrayo/IG | @maialesa_dicasa/IG

Cristian Rayo, quien integró la selección Colombia Sub-17 en sus primeros años como deportista, expuso el camino que lo llevó desde el fútbol profesional hasta convertirse en empresario del sector cárnico, alcanzando ingresos mensuales de 50 millones de pesos.

En el testimonio que compartió en diálogo con el portal deportivo BOLAVIP, trazó un recorrido marcado por logros deportivos, decisiones difíciles y resiliencia.

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El inicio de su vida deportiva se remonta a la infancia, donde su familia identificó talento desde los partidos amistosos caseros.

“Mi papá me dijo: ‘Este chino sirve para el fútbol’”, recordó. Con solo 14 años, Rayo se presentó a una convocatoria en la Academia Compensar, destacando entre un millar de jóvenes.

Ese paso abrió la puerta a equipos como Expreso Rojo y acercó su debut con Independiente Santa Fe, donde compartió camerino con figuras como Camilo Vargas y Omar Pérez.

Sus inicios lo llevaron a
Sus inicios lo llevaron a jugar para la Selección Bogotá - crédito @crrayo/IG

Uno de los momentos clave fue su participación en el torneo de Olaya con el equipo Caterpillar. Su buen desempeño generó el interés del club Santa Fe, experiencia que recuerda con emoción: “Me llamó Eduardo Cañón, gerente deportivo de Independiente Santa Fe, queremos contar con sus servicios, por favor mañana a las 7 de la mañana preséntese en el club”. El llamado fue motivo de celebración familiar, relató.

El paso de Cristian Rayo por Independiente Santa Fe: vivió el sueño de miles de jóvenes, pero tomó malas decisiones

La etapa en Santa Fe estuvo marcada por altibajos. Aunque firmó un contrato, la continuidad se vio truncada por diferencias con el entrenador Arturo Boyacá.

En la entrevista con el portal agregó: “Teníamos una final de liga, estaba en la B y me bajaban como a reforzar la Sub-21. Él se dio cuenta que la noche anterior había salido y ese día me expulsaron y perdimos. Desde ahí él me borró. Ya cuando estaba ad-portas de debutar, me dijo: ‘No, Cristian Rayo no va conmigo’”.

Rayo explicó que parte de su alejamiento del fútbol obedeció a “malas decisiones”. Avanzó rápidamente y a los 16 años ya formaba parte de Selección Bogotá y la Selección Colombia.

Su corta carrera lo llevó
Su corta carrera lo llevó a integrar la Selección Colombia Sub 17 y el primer plantel de Independiente Santa Fe, donde compartió con Camilo Vargas (portero y de camiseta blanca), hoy arquero de la Selección Colombia - crédito @crrayo/IG

“Me las creí muy rápido”, reconoció. Su entorno social y la tentación de las fiestas afectaron su rendimiento. “Me acuerdo que llegaba a entrenar y tuve un excelente preparador físico, William Mota, y él me decía: ‘Noches alegres, mañanas tristes, ¿no, Rayo?’”, contó.

El retiro definitivo del fútbol llegó en 2011. “Ya no más, ya usted tiene 21 años, lo voy a poner a estudiar”, le dijo su padre.

Por ese entonces, decidió cursar estudios en gastronomía, impulsado por el deseo de evitar números y leyes, áreas con las que no se sentía identificado.

crédito @maialesa_dicasa/IG | @iresalsamx/IG

La nueva etapa de Cristian: del fútbol a la cocina

Alejado de las canchas, Cristian Rayo vivió una etapa de transición llena de incertidumbre. Se formó como gastrónomo y llegó a trabajar como mesero en una cafetería del centro de Bogotá.

La adaptación a la vida laboral fue difícil: “Ese choque, ese duelo que me tocó vivir, fue durísimo”. Miraba en televisión a excompañeros del fútbol como Camilo Vargas o Daniel Roa, mientras buscaba una nueva vocación.

La oportunidad para emprender surgió en 2020, en plena pandemia. “Mi mujer estaba embarazada, estaba viviendo en arriendo y me llegaban 100 mil pesos de sueldo”, relató el hoy emprendedor.

Junto a un amigo, decidió iniciar la venta de perniles. Para lograrlo compraron una máquina al vacío. La inversión se recuperó tras una semana de ventas. “Hicimos en una semana 7 millones de pesos”, explicó. Este primer éxito lo llevó a vender su carro y apostar todos sus ahorros en la puesta en marcha de una planta para la producción de cárnicos y embutidos.

La consolidación de su empresa llegó al dedicarle atención exclusiva. “Todo cambió cuando me dediqué de lleno a ‘Maiale’”.

Su proyecto acumula más de cuatro años operando, y en los dos años y medio más recientes, Rayo ha concentrado sus esfuerzos en liderar la marca.

Cristian también jugó al lado
Cristian también jugó al lado de una de las máximas figuras legendarias de Independiente Santa Fe: el mediocampista argentino Omar Pérez - crédito @crrayo/IG

Tras dejar el banco, reunió a su familia: “Hablé con mi esposa y mis padres y les dije: ‘Miren voy a tomar esta decisión: ¿Qué piensan ustedes?’”. Animado por el apoyo de su entorno, empezó a producir entre 100 y 200 chorizos, mejorando la fórmula y enfrentando los retos propios del negocio cárnico.

Ahora la empresa vende alrededor de 23 mil chorizos al mes, cifra que se traduce en ingresos de aproximadamente 50 millones de pesos mensuales, según relató Rayo.

“Me retiré del banco en ese momento con un millón de pesos en el bolsillo, viviendo en arriendo, y pues le dije a mi esposa: va a tocar muy duro, ella no dudó dos veces y me dijo: ‘Vamos pa’lante’”.