JEP citó a declarar a exparamilitar del Bloque Mineros de las AUC por presuntos vínculos con la fuerza pública

José Higinio Arroyo deberá comparecer en el caso que investiga los crímenes cometidos por agentes del Estado en alianza con grupos paramilitares

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Mediante el Caso 01 del tribunal de paz se investigan los crímenes de guerra, como secuestros y masacres de los que fueron víctimas el exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y su asesor de paz Gilberto Echeverri - crédito Lina Gasca / Colprensa
Mediante el Caso 01 del tribunal de paz se investigan los crímenes de guerra, como secuestros y masacres de los que fueron víctimas el exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y su asesor de paz Gilberto Echeverri - crédito Lina Gasca / Colprensa

La Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) citó a José Higinio Arroyo, más conocido con el alias de 8-5, Caballo o Julián, cabecilla del Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que fue condenado por participar en la masacre de El Aro.

Arroyo, que también hizo parte de la extinta guerrilla de las Farc, deberá comparecer ante la JEP el 20 de junio, en el marco del caso 08 que investiga los crímenes cometidos por la fuerza pública y otros agentes del Estado en asocio con grupos paramilitares.

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“Considerando entonces el conocimiento que puede ostentar el testigo en relación con la instrucción que adelanta esta sala de justicia en el subcaso Antioquia del caso 08, se ha determinado la pertinencia de convocar al señor José Higinio Arroyo Ojeda a diligencia de testimonio reservado, con el fin de recolectar el mayor acervo probatorio posible para el cumplimiento de los objetivos legales y constitucionales de esta Jurisdicción”, señaló el auto de la JEP, conocido por Blu Radio.

De acuerdo con el tribunal de paz, alias 8-5 desertó de las Farc en 1995 para luego ingresar al Bloque Mineros de las AUC en Tarazá, Antioquia. Su participación habría sido clave en los hechos registrados entre el 22 y 31 de octubre de 1997.

“Luego de fungir como comandante de compañía móvil, en septiembre de 1997 se le encarga cubrir la retirada de los paramilitares que participaron en la incursión al corregimiento del Aro en Ituango, Antioquia. A comienzos de 2002 es trasladado al corregimiento de El Guáimaro, municipio de Tarazá. Se le ordena reentrenamiento en la escuela de Ralito en donde estuvo hasta mayo del 2002, luego de lo cual regresa a La Caucana para ser asignado nuevamente como instructor de escuela. En junio de 2002 se le ordena asentarse en Briceño, en donde estuvo al mando del grupo ilegal denominado Los Urabeños hasta junio de 2005, momento en el cual es relevado de su cargo y enviado al corregimiento de El Guáimaro en el que estuvo hasta el 20 de enero de 2006, año en que se produce su desmovilización”, explicó la JEP.

En mayo de 2016, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín condenó a seis de los cabecillas del Bloque Mineros, entre ellos a José Higinio Arroyo, por su responsabilidad en la masacre de El Aro y la masacre de La Granja, ocurridas ambas entre 1996 y 1997. 8-5 fue sentenciado por concierto para delinquir, utilización ilegal de uniformes e insignias, desaparición forzada, homicidio en persona protegida y utilización ilícita de equipos transmisores y receptores.

Durante la masacre de El Aro, fueron asesinadas y torturadas 12 personas. Además, más de 1.400 fueron desplazadas por temor a represalias por parte de grupos paramilitares - crédito Colprensa
Durante la masacre de El Aro, fueron asesinadas y torturadas 12 personas. Además, más de 1.400 fueron desplazadas por temor a represalias por parte de grupos paramilitares - crédito Colprensa

La Fiscalía indicó al tribunal que durante 1997 y 1998, la carretera troncal entre los municipios de Valdivia y Caucasia estaba controlada por el Bloque Mineros. Este grupo estaba liderado por César Augusto Torres Lujan, alias Vides o Mono Vides.

En este periodo de tiempo, se realizaron diversas acciones violentas en la región. Las masacres perpetradas en el departamento de Antioquia fueron ordenadas por los entonces jefes paramilitares, en complicidad con actores del Estado, con el objetivo la expansión del grupo ilegal en esa zona del país.

En uno de los más grandes hechos de violencia que Colombia haya registrado, un grupo de aproximadamente 150 paramilitares de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), respaldados con un anillo de seguridad del Bloque Mineros del Bajo Cauca, comenzó una serie de asesinatos desde los corregimientos de Puerto Valdivia hasta El Aro, en Ituango.

Con lista en mano, los paramilitares acusaron a pobladores de ser colaboradores de grupos guerrilleros. Posteriormente, asesinaron y torturaron a 12 personas, desplazaron a otras 1.472 hacia el resto del departamento, quemaron 42 de las 60 casas del pueblo, hurtaron 1.200 reses y secuestraron a quienes les ayudaron a llevarlas.

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