Acusan al mayor distribuidor de fármacos de EEUU de manejar ilegalmente medicamentos para el cáncer

Por Lenny Bernstein

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Entrada a la central de McKesson (AP)
Entrada a la central de McKesson (AP)

Uno de los distribuidores de medicamentos más grandes de Estados Unidos está siendo acusado de combinar ilegalmente los medicamentos sobrantes del cáncer con viales de dosis única y venderlos a los proveedores de atención médica, quienes trataron a los pacientes con estos productos y facturaron a los programas del gobierno para conseguir el reembolso.

Una demanda presentada hace unos días en Nueva York busca daños no especificados en McKesson Corp., la quinta corporación pública más grande Estados Unidos (no necesariamente médica).

El documento dice que una subsidiaria de McKesson violó la Ley Federal de Reclamaciones Falsas al vender la medicación, al proporcionar sobornos y ofrecer medicamentos combinados con un descuento y volver a embalarlos en condiciones no estériles. Eso dejó que los fármacos estuvieran expuestos a la contaminación, algo que podría haber perjudicado a los pacientes, según la demanda.

Una compañía privada presentó la demanda en su nombre, Estados Unidos, 31 estados, la ciudad de Nueva York, Chicago y el Distrito de Columbia. La demanda alega que McKesson reempacó medicamentos, al menos, entre 2007 y 2010.

La subsidiaria de McKesson, US Oncology, "reetiquetó o compuso los medicamentos oncológicos de manera ilegal, que no fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y en condiciones no estériles, lo que provocó la presentación de reclamos falsos de fármacos", según reza la demanda.

McKesson dijo en un comunicado que "la seguridad del paciente, el cumplimiento de la ley y el mantenimiento de la confianza de nuestros clientes son las principales prioridades para nosotros. Si bien aún no hemos recibido formalmente la queja, rechazamos las acusaciones, y planeamos defender enérgicamente a la empresa en la corte si este caso avanza".

Una portavoz de la FDA dijo que la agencia no comenta nada acerca del litigio pendiente.

El año pasado, el gobierno federal acusó a uno de los principales competidores de McKesson, AmerisourceBergen, de tener un esquema similar. Esa empresa finalmente se declaró culpable de delitos menores y pagó casi USD 900 millones en multas por acusaciones relacionadas con jeringas precargadas. Pero no admitió las acusaciones de acumulación de fármacos.

El año pasado, Mckesson pagó USD 150 millones, la multa más grande jamás otorgada a un distribuidor de analgésicos opiáceos, para resolver acusaciones federales de que no había informado debidamente sobre pedidos sospechosos de narcóticos por farmacias y otros proveedores que los desviaron al mercado negro.

Las nuevas denuncias se centran en jeringas precargadas que contienen medicamentos contra el cáncer y que causan efectos secundarios. Al parecer, McKesson produjo y vendió a centros de oncología, hospitales y médicos estos productos de forma ilegal. El medicamento generalmente se enviaba de los fabricantes a la planta de la compañía en viales de dosis única. Para asegurarse de que cada jeringa se llenara adecuadamente, cada vial contenía hasta un 10 por ciento más de lo que se pondría en una jeringa.

Debido a que los frascos no contienen conservantes, una única punción deja el medicamento restante abierto a la contaminación, por lo que se supone que el distribuidor debe deshacerse de ellos.

Pero McKesson supuestamente "cosechó" los medicamentos sobrantes, produciendo alrededor de una jeringa extra por cada 10 legitimados, según George Carpinello, uno de los abogados de los demandantes.

En algunos casos, la compañía puso números falsos de identificación de la FDA en las jeringas producidas ilegalmente, según Carpinello. Algunos proveedores de atención médica facturaron a Medicare y Medicaid por el tratamiento que le dieron a los pacientes, una acción que la demanda describió como fraude al gobierno.

No está claro si los pacientes resultaron perjudicados por la supuesta práctica. El sistema inmunitario de los pacientes con cáncer está comprometido, dejándolos propensos a las infecciones.

Pero "en el mejor de los casos, McKesson era indiferente" a la posibilidad de dañar a los pacientes.

La compañía alentó la compra de las jeringas precargadas, en lugar de los viales, ofreciéndolas con un descuento, sostiene la demanda. En septiembre de 2007, por ejemplo, una jeringa llena de un medicamento contra el cáncer costaba USD 327.42 mientras que un vial del mismo medicamento costaba USD 346.99, según la demanda.

Es difícil saber cuántas jeringas preparadas ilegalmente se vendieron. De 2007 a 2010, la compañía envió millones de jeringas, y el 95 por ciento de los medicamentos ordenados por una compañía privada, que se encuentra entre los demandantes, fueron entregados de esta forma, según reza la demanda.