Conoce a Bruno, el gato más exigente del mundo

Por Nicole Clark; traducido por Daniela Silva

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Foto vía Wright Way Rescue
Foto vía Wright Way Rescue

"Sé que mi panza es muy tentadora de tocar, pero preferiría que no lo hicieras".

¿Estás buscando una mascota que requiera un montón de atención? ¿A quién solo le gusta que lo acaricien en lugares muy específicos y beber agua en habitaciones muy específicas? Si esto suena como el nivel de responsabilidad que necesitas en tu vida, nos gustaría presentarte a Bruno, el gato de siete años que actualmente está buscando casa:

Bruno es ideal para las personas que aman la ironía, ya que es el gato más exigente de una especie diseñada para no ser exigente. De acuerdo con una publicación en Facebook de su hogar temporal, el Wright Way Rescue en Morton Grove, Illinois, Bruno es un "pequeño relajado y flojo". Pero su actitud supuestamente "relajada" contradice casi todo lo demás sobre él, como se indica en la publicación que supuestamente fue escrita por el mismo gato.

Según Bruno, él es

– Es muy "hablador".

– "Está a dieta"

– Solo le gusta su juguete con varita de pluma (¡pero los demás no!)

– Se para en sus patas traseras cuando está hambriento (objetivamente algo bueno).

– No come a menos que lo acaricies.

– Maúlla incesantemente incluso después de haberle dado comida, a menos que literalmente lo acaricies mientras come:

– Le gusta que le acaricien la cara, y si le tocas la panza se enoja, aunque le gusta ponerse de pie y exponer su panza cada vez que tiene hambre.

– Solo bebe agua si está en una habitación separada de la cocina, donde está la comida. Wright Way Rescue sugiere poner varios tazones por toda la casa (¿¡!?)

Cuidar de Bruno parece muy difícil. Pero, ¿quiénes somos para decir que este gato es demasiado exigente? Todos somos un poco exigentes, con la comida y nuestra alergia al gluten y nuestras selfies y con nuestros hobbies y con la gente que no nos cae bien. Todos tenemos personalidades y caprichos diferentes que nos hacen desagradables para algunos, pero increíblemente agradables para otros. Odiar a Bruno sería como odiarnos a nosotros mismos, así que por favor adopta a Bruno. Ámalo como quisieras que te quieran, con todos tus defectos, caprichos y necesidades exigentes.

Publicado originalmente en VICE.com