Tiernos y virales: las graciosas reacciones de los perros cuando el humano les da la mano

Muchos de ellos ya son verdaderos influencers en TikTok. A qué se debe las tiernas reacciones según un experto consultado por Infobae

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Que el perro dé la patita es un clásico. Ahora, que apoyen la cabeza o hagan alguna gracia junto a los humanos conmueve a quienes sienten un amor incondicional por los canes. Este tipo de situaciones viene haciendo que miles de perros sean verdaderas estrellas de TikTok, casi al punto de convertirse en verdaderos influencers.

Los perros usan sus patas para comunicarse. Han evolucionado durante miles de años igual que nosotros, por lo que tienen una capacidad para tener una forma de comunicación con los humanos.

“Dar la pata no es saludar. Nosotros cambiamos la historia diciendo que el animal nos saluda. Pero en realidad lo que esta buscando el animal es el contacto”, explicó a Infobae el profesor y doctor Juan Enrique Romero, médico veterinario, especialista en Educación Universitaria y magister en Psicoinmunoneuroendocrinología.

“El abrazo del lobo es un saludo que entre los lobos hacen contactar con nosotros, es cumplir con una de las necesidades más importantes que es el vínculo. Nos causa gracia pero es un maravilloso acto de amor”, agrega Romero, quien además es docente en varias universidades argentinas.

Lo cierto es que los canes son furor en los scroll en TikTok y el resto de las redes sociales como Instagram. Se ha puesto muy de moda el challenge de darle la mano a los perros para ver su reacción.

Así ellos hacen toda clase monería, que va desde darla mano hasta apoyar la cabeza. Muchos dejan, incluso las dos manos en formando un corazón, y el perro va solo e introduce la cabeza de forma inesperada.

Los perros más tranquilos apoyan su hocico y se quedan dormidos sobre la mano de su dueño. Otros le dan la patita, dejándonos unas imágenes súper enternecedoras.

Hay otros que giran la cabeza con actitud despectiva o directamente ignorando a su dueño. Y otros, especialmente los más bebés, que muerden la mano y se quedan enganchados mirándole fijamente.

Los estudios han demostrado que tanto los humanos como los perros liberan hormonas para “sentirse bien”, como la oxitocina, durante una sesión de caricias. Al poner su pata sobre uno mientras se lo acaricia, él extiende aún más el contacto y el afecto recíproco.

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