
El Reino Unido instó este miércoles a todos los países del G7 a “poner fin al uso del petróleo y gas rusos”, como hizo junto con Estados Unidos, en respuesta a la invasión de Ucrania.
“Putin debe fracasar”, declaró la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, durante una visita a Estados Unidos.
“En nuestra respuesta” a la invasión rusa de Ucrania, “debemos redoblar nuestras sanciones”, dijo en rueda de prensa, junto a su homólogo estadounidense Antony Blinken.
Según ella, esto incluye desconectar “completamente” los bancos rusos del sistema internacional Swift.
La Unión Europea ya ha desconectado a siete bancos rusos de esta plataforma de mensajería segura que permite operaciones clave, pero mantiene a dos grandes establecimientos financieros estrechamente vinculados al sector de los hidrocarburos, debido a la fuerte dependencia de varios Estados europeos del gas ruso.

Por la misma razón, la UE no quiere prohibir de momento la importación de energía rusa.
“Queremos alentar a un grupo más grande de países a unirse a nosotros en estas sanciones”, dijo Liz Truss, después de que su país y Estados Unidos prohibieran importar petróleo ruso.
Antony Blinken también dijo estar “absolutamente convencido de que Putin al final fracasará”.
“Rusia sufrirá una derrota estratégica independientemente de sus ganancias tácticas a corto plazo en Ucrania”, dijo.
Blinken aseguró que las sanciones ya habían “borrado 30 años de progreso en la integración de Rusia con el resto del mundo”, y prometió seguir “aumentando la presión” sobre el presidente ruso Vladimir Putin.
Asimismo, llamó “al Kremlin a permitir inmediatamente a los civiles ucranianos abandonar de manera segura las ciudades ucranianas sitiadas por las fuerzas rusas” y acusó a Moscú de “bloquear” estas salidas.
“La propuesta del Kremlin de crear corredores humanitarios que conduzcan a Rusia o a Bielorrusia es absurda. Es ofensivo sugerir que los ucranianos deberían buscar refugio en este mismo gobierno que muestra semejante desprecio por sus vidas”, recalcó Anthony Blinken.

El Reino Unido reducirá gradualmente las importaciones de petróleo ruso y dejará de comprar crudo a Moscú para finales de este año, anunció este martes el ministro de Empresas, Energía y Estrategia Industrial británico, Kwasi Kwarteng.
Ese periodo de “transición” ofrecerá al mercado británico nueve meses para ajustarse a los cambios y asegurar nuevas vías de suministro una vez queden vetados el crudo y derivados del petróleo de Rusia, que representan el 8 % de la demanda británica.
Kwarteng avanzó que el Gobierno explora asimismo la opción de vetar las compras de gas como castigo por la invasión de Ucrania ordenada por el Kremlin. El Reino Unido “no es dependiente del gas natural” ruso, que representa solo el 4 % del consumo interno, recalcó.
Durante 2022, Londres negociará con Estados Unidos, Países Bajos y Estados de Oriente Medio, que ya suministran la mayor parte de las importaciones de crudo, para ampliar esas entregas, detalló el ministro en un mensaje en las redes sociales.
Subrayó al mismo tiempo que el Reino Unido, que extrae petróleo en el mar del Norte, entre otras fuentes, tiene una capacidad de producción propia “significativa”, así como amplias reservas acumuladas.
(Con información de AFP y EFE)
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