El detrás de escena de la tormenta que desató Maradona en el último sorteo del Mundial

Diego fue parte de la ceremonia previa de Rusia 2018 y, una vez definida la fase de grupos, sorprendió hasta a los propios conductores con una furibunda crítica a la Selección, dirigida a Jorge Sampaoli. ¿Hubo planificación? ¿Cuándo nació el encono con el ex DT de Chile?

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Diego participó de la ceremonia y sorprendió apenas se confirmaron los grupos

Nadie lo esperaba. Maradona había estado jocoso, incluso había sonreído con la broma de Gary Lineker, su ex rival en México 86, quien había deslizado que era “habilidoso con las manos”, en alusión al mítico gol con el puño en aquel duelo por cuartos de final de la Copa del Mundo ante Inglaterra. Pero cuando el ex delantero inglés le consultó por el grupo que le había tocado en suerte en el sorteo del Mundial de Rusia, integrado por Islandia, Croacia y Nigeria, Diego dibujó una gambeta verbal inesperada, y dejó mudos al presentador y a su compañera.

“Argentina tiene que pasar de ronda, porque el grupo es accesible y porque tiene que mejorar. No puede jugar tan mal como lo está haciendo”. Traje negro, moño amarillo, Pelusa hizo detonar la bomba de la gala, cargada de contenido protocolar, sin un gesto por fuera del corset. El mundo del fútbol pasó a hablar de lo que determinaron las bolillas... Y de la dura crítica de Maradona a Sampaoli. Y del contexto en el que la había pronunciado.

El Diez ya se había robado la atención a lo largo de toda la previa. Primero, porque rechazó el cónclave con el presidente Vladimir Putin en el turno matutino, según se confirmó a partir de un audio al que tuvo acceso Infobae hace poco más de un mes. “No, lo de Putin está todo muy bien, todo muy lindo. Yo lo quiero conocer, quiero hablar con él. Me hice dos o tres ensayos ya de: ‘Hola Putin. ¿Qué hacés, Putin? Sos re-putín. Re-putín del or...’. Pero me tengo que levantar 9:30 y yo a esa hora no me levanto, ¿viste?”, se lo escucha decir.

“Me duele en el alma porque van a estar todos... ¿y por quién va a preguntar la fiera? Por mí. No va a preguntar por (Carles) Puyol, no me jodas. Pero es una cita muy temprana. Él tendría que haber hecho un cóctel a la tarde, después de las actividades. Le agradezco a Putin, pero mañana yo no voy. Está decidido”, completó.

Sin embargo, en turno tarde sí se dio el encuentro, con Maradona como embajador de las demás estrellas, entre ellas el brasileño Ronaldo Nazario. “Todos los muchachos vinieron para verlo a usted, y quieren una foto. Ronaldo es tan tímido que me dijo ‘Diego, por favor, decile a Putin’”, buscó ablandarlo.

Pero todas esas idas y vueltas quedaron en un segundo plano tras la tormenta albiceleste que desató Diego, al punto que Sampaoli, quien vio desde la platea cómo era lapidado en el escenario por el máximo ídolo de la Selección, le respondió sin nombrarlo instantes después ante las cámaras de la TV.

“Ojalá podamos jugar mejor, mostramos algunos rasgos durante las Eliminatorias, a pesar de las dificultades. Tengo al mejor del mundo y al mejor de la historia”, devolvió, poniendo a Lionel Messi por encima de Maradona. Luego, los vaivenes en la relación con los referentes del plantel generaron que tampoco las estrellas del equipo guardaran un gran recuerdo de su gestión, que finalizó tras la eliminación en octavos de final a manos de Francia.

En realidad, aquel momento fue uno de los picos de virulencia en el vínculo entre el DT y Diego. Pero hubo varios. La pirotecnia verbal del astro ya venía haciendo ruido casi desde que el ex orientador de Chile pisó Ezeiza.

¿Hubo premeditación de Maradona a la hora de sacudir desde los cimientos a la Selección con aquella declaración? Entre quienes lo acompañaron en aquella travesía aseguran que no. “No comulgó nunca con él, si tenía prevista decir esa crítica, la tenía en su cabeza. Fue una decisión maradoniana, de las que tenía él”, subrayó una fuente del equipo que trabajaba con Pelusa.

¿Cuándo nació el encono de Diego con Sampa? “Lo consideraba un vendehumo, se enojó cuando se postulaba para dirigir a Boca y le hizo la cruz, decía que no hizo nada en el fútbol argentino y le molestaba que todos lo llamaban para que dirigiera a la Selección como el salvador”, reveló la misma voz.

¿Ocurrió tal cosa, el coqueteo del oriundo de Casilda con el Xeneize? Sampaoli cortó su relación con la selección chilena el 19 de enero de 2016. Y apareció como el principal candidato a conducir al equipo de la ribera en marzo, cuando la dirigencia que encabezaba Daniel Angelici buscaba reemplazo para Rodolfo Arruabarrena.

Matías Ahumada, entonces tesorero de Boca, aprovechó un viaje a Santiago de Chile para hacerle una oferta. Según las crónicas de la época, rechazó el ofrecimiento por su simpatía con River y porque en ese momento no quería trabajar en Argentina.

“Soy hincha de River desde chiquito. Me generaría una presión extra dirigir ahí. No podría ser técnico de Boca”, declaró después en una entrevista con el programa radial No Somos Nadie. Más allá de esa declaración, Angelici fue uno de los que lo promovió en la AFA como sucesor del Patón Bauza, cuando el pasaje a Rusia 2018 peligraba.

El look de Maradona por el que también fue noticia... Y Sampaoli, su víctima, quien siguió sus palabras desde la platea (Matthias Hangst/Bongarts/Getty Images)
El look de Maradona por el que también fue noticia... Y Sampaoli, su víctima, quien siguió sus palabras desde la platea (Matthias Hangst/Bongarts/Getty Images)

Hubo más factores que cargaron la lengua de Maradona. “A mí Sampaoli me traicionó, porque cuando Argentina ganó la Copa Davis de tenis en Croacia me dijo que quería aprovechar para que me hicieran un homenaje en Sevilla (club al que dirigía), pero nunca lo hizo. Se notaba ya que el tenía otros pensamientos”, lo acusó. Y los ataques se profundizaron tras el andar oscilante en las Eliminatorias y la goleada 1-6 ante España, en marzo de 2018. “Lo que me jode a mí, que a nosotros nos costó mucho que nos respeten, que a la Argentina se le tenga miedo. Hoy, salvo por Messi, le han perdido el respeto a la camiseta”, repetía Diego.

“Díganme cuándo la gente gritó un gol de Sampaoli, le tirás la pelota y la devuelve con la mano”, lo fustigaba. Ya iniciado el Mundial, tras el 1-1 frente a Islandia, siguió. “Sampaoli no puede volver al país, es una vergüenza. El problema de Argentina es el que los guía, el que les mete en la cabecita lo que tienen que hacer en la cancha. Porque si el técnico no está claro en sus conceptos, los jugadores no pueden hacer milagros”.

Con sorna, le puso un apodo que dio a conocer en sus apariciones televisivas: “el ajedrecista”. Fue la continuidad de una tormenta que tuvo un capítulo impensado en medio del sorteo del Mundial de Rusia 2018, el último que pudo presenciar (y jugar, a su manera) Diego Maradona.

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