Denuncian casos de explotación laboral indígena en La Guajira

Las madres indígenas Wayuú han dejado de realizar sus artesanías debido a que se venden a muy bajos precios y terminan trabajando en casas de familia por 300.000 pesos al mes

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Imagen de archivo. Fuerzas Militares de Colombia y Estados Unidos realizaron una jornada de atención humanitaria a la comunidad Wayuú en la alta Guajira. (Colprensa - Camila Díaz)
Imagen de archivo. Fuerzas Militares de Colombia y Estados Unidos realizaron una jornada de atención humanitaria a la comunidad Wayuú en la alta Guajira. (Colprensa - Camila Díaz)

Los indígenas Wayuú denunciaron varios casos de explotación laboral en el departamento de la Guajira. La situación se conoció en un informe de Noticias Caracol, en el que evidencian cómo les pagan menos del salario mínimo a los integrantes de la comunidad o con un poco de comida para mantener una jornada laboral durante casi todo el día.

“Ofrecen a veces cinco mil pesos o si no, nos dan un kilo de arroz o algo de comida para que nosotros podamos trabajar todo el día desde las 6:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche”, dijo María Jusayú describiendo la situación que predomina para la comunidad indígena en La Guajira. La integrante Wayuú aseguró que les toca aceptar esa oferta porque “no queda de otra” ante la escasez de trabajo en el departamento.

El caso de Jusayú representa el de muchas madres de esta etnia. “Nos preocupamos por nuestros hijos porque sería una pena salir y regresar sin nada a la casa”, puntualizó la indígena ante el medio de comunicación. De hecho, esa misma situación también la comentó Matiluz Ipuana: “Nos dicen que trabajemos de lunes a lunes y no nos dan tiempo de dedicarle un tiempo a los hijos”, manifestó a Noticias Caracol.

La indígena explicó que labora más de 13 horas diarias por casi 300.000 pesos mensuales. Ipuana señaló que dejó de realizar las artesanías características de su comunidad por trabajar en casas de familia para mantener a su familia de ocho hijos. “Estaban pagando 20.000 pesos — las artesanías — y uno dura a veces una semana haciendo eso (...) y ahora más porque la comida está demasiado cara”, agregó la madre Wayuú.

Por su parte, el Banco de Alimentos de la Guajira propuso dignificar el trabajo de los indígenas Wayuú y así las mochilas tendrán más calidad y las madres podrán recibir un precio justo por estas.

‘Mochilas que salvan vidas’, el proyecto que nace con el Banco de Hilos

Alrededor del 66 % de la población en La Guajira — la cual es de 726 mil personas — vive en condición de pobreza. De esta cifra, aproximadamente 435.000 sobreviven con un ingreso inferior a los 127.000 pesos mensuales. Sumado a eso, las políticas asistencialistas y la desnutrición han hecho de este departamento del país el de mayor incidencia de pobreza monetaria extrema.

Las mujeres que dedican su vida a tejer mochilas en esta zona padecen crisis económicas por cuenta de intermediarios que compran sus artesanías a precios muy económicos para, posteriormente, venderlas por encima de los 100.000 pesos colombianos. Esta problemática desemboca en otra que, pese a las políticas públicas existentes, se convirtió en el pan de cada día de muchos habitantes: la inseguridad alimentaria.

Es por ello que el Banco de Alimentos de Colombia (ABACO) en conjunto con su seccional de La Guajira y el apoyo de diferentes entidades del sector privado como TikTok y Novartis, crearon la iniciativa llamada ‘Banco de Hilos - Mochilas que salvan vidas’. El proyecto busca, en primera instancia, impulsar al máximo las capacidades de las mujeres que dedican su tiempo a la creación de artesanías como mochilas, las cuales en muchas ocasiones solo son vendidas con un producto más sin tener en cuenta el trabajo que hay detrás de cada tejido.

De acuerdo con Rebeca Badillo, directora del Banco de Alimentos de La Guajira, el ‘Banco de Hilos’ busca suscitar núcleos familiares sostenibles, “cambiando la concepción de asistencialismo, por autosostenibilidad, porque muchas organizaciones han llegado al departamento, pero son asistenciales”. Badillo resaltó además que este proyecto ha hecho un seguimiento constante sobre las familias vinculadas, así como de los procesos de alimentación e independencia económica de las mujeres tejedoras.

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