Rusia dice que logró ampliar la zona de amortiguamiento con el control de asentamientos de Sumi y Járkov

El Estado Mayor ruso afirmó que sus fuerzas tomaron el control de varias localidades estratégicas en territorio ucraniano, ampliando la franja de seguridad fronteriza, mientras Kiev denuncia que se trata de una justificación para ocupar zonas bajo disputa

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El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Valeri Gerasimov, indicó que más de una treintena de asentamientos en las regiones de Sumi y Járkov, en Ucrania, se encuentran bajo control ruso tras una serie de acciones militares en las inmediaciones de la frontera. Según un video difundido por el Ministerio de Defensa de Rusia y recogido por el medio que dio a conocer la información, Gerasimov atribuyó estos avances a la estrategia dirigida personalmente por el presidente Vladimir Putin, con el propósito de aumentar la llamada zona de amortiguamiento.

De acuerdo con lo informado por la misma fuente, el objetivo prioritario para Rusia consiste en ampliar esta franja de seguridad con el fin de dificultar eventuales incursiones ucranianas sobre las regiones rusas vecinas de Bélgorod y Kursk. Según detalló Gerasimov, en el mes más reciente las tropas rusas lograron ocupar un total de 700 kilómetros cuadrados en territorio ucraniano, lo que representa el mayor ritmo de ofensiva registrado desde diciembre. El mando militar ruso comunicó que esta ampliación territorial pretende garantizar el resguardo de la población de las áreas limítrofes rusas frente a ataques con drones y enfrentamientos protagonizados por grupos paramilitares que, según el Estado ruso, reciben apoyo de Kiev.

El medio añadió que el discurso oficial ruso plantea la expansión de la zona de amortiguamiento como un mecanismo defensivo orientado a alejar a las fuerzas ucranianas de la frontera y disminuir el alcance de eventuales operaciones militares o incursiones que han afectado a Bélgorod y Kursk. Estos territorios han sido escenario de hostilidades en lo que va de 2024, no solo por el uso de tecnología no tripulada sino también por ataques y escaramuzas de grupos armados. En este contexto, la expansión de la línea de confrontación ha pasado a ocupar un lugar central en la agenda militar de Rusia, según lo consignado por el medio.

El Ministerio de Defensa ruso sostuvo que las fuerzas bajo su mando avanzan con determinación sobre posiciones defendidas por el ejército ucraniano, logrando penetrar líneas de defensa y obtener el control de localidades que considera estratégicas para consolidar la llamada franja de seguridad. “Las tropas avanzan con seguridad hacia las defensas enemigas. En diciembre de este año, la ofensiva alcanzó su ritmo más alto”, señaló Gerasimov en declaraciones difundidas por el propio ministerio y citadas por el medio original. Además, describió la liberación de los asentamientos capturados como un éxito derivado de la campaña dirigida desde el Kremlin.

Por su parte, las autoridades de Kiev manifestaron su rechazo al relato ruso, esgrimiendo que el concepto de zona de amortiguamiento constituye, a su juicio, un argumento utilizado por Moscú para justificar la ocupación de zonas bajo disputa en el este de Ucrania. Según difundió el mismo medio, esta posición ucraniana se ha reflejado en los debates en el marco de la mesa de negociación, donde persisten las discrepancias sobre la legalidad y legitimidad de las operaciones en curso. Ucrania interpreta la ampliación del control ruso como una extensión de la ocupación, rechazando la narrativa de seguridad difundida por Moscú.

En las últimas semanas, la administración rusa ha subrayado la relevancia de restringir la capacidad de Ucrania para influir o efectuar operaciones en territorio ruso, argumento que sustenta el refuerzo de las acciones militares en la zona limítrofe. Según Gerasimov, los logros alcanzados en Sumi y Járkov permiten establecer condiciones más favorables de seguridad para las regiones fronterizas rusas, al tiempo que atribuye las ofensivas a necesidades de protección ante amenazas externas.

La autoridad militar rusa insistió en que la ampliación de la zona de amortiguamiento cuenta con el respaldo y la instrucción directa del presidente Putin, quien habría establecido como principal objetivo garantizar la tranquilidad en Bélgorod y Kursk. El medio mencionó que la estrategia incluye la consolidación del dominio ruso sobre nuevos asentamientos, presentados por el mando militar como una medida necesaria en respuesta a la inseguridad creciente de la región fronteriza.

Mientras tanto, el discurso ucraniano califica la medida como una invasión disfrazada, señalando que las justificaciones basadas en la seguridad ocultan motivos de ocupación territorial. Según el análisis del medio original, la diferencia de interpretaciones respecto al significado y consecuencias de la franja de amortiguamiento contribuye a elevar las tensiones y obstaculiza los avances hacia un acuerdo en las negociaciones.