Malí y Burkina Faso restringen la entrada de estadounidenses en respuesta al veto migratorio de Trump

Tras anunciar el ministro de Exteriores de Burkina Faso, Karamako Jean-Marie Traoré, sanciones equivalentes a las impuestas por Estados Unidos sobre la movilidad de ciudadanos, las oficinas diplomáticas de Burkina Faso y Malí comunicaron la entrada en vigor de restricciones similares para ciudadanos estadounidenses. El medio informó que ambos países africanos señalaron estas limitaciones como respuesta directa a la ampliación del veto migratorio estadounidense dispuesta recientemente por la administración de Donald Trump.

Según publicó la fuente, Washington dio a conocer en la primera mitad del mes una prohibición de entrada para ciudadanos de varios estados africanos, incluyendo Mali, Níger y Burkina Faso. Los tres países forman parte de lo que se conoce como la Alianza de Estados del Sahel. Este grupo está compuesto por juntas militares que llegaron al poder tras golpes de Estado recientes y que han articulado políticas de desvinculación frente a organizaciones panafricanas y estructuras de influencia de la antigua potencia colonial, Francia. En ese contexto, la agrupación ha fomentado un acercamiento estratégico a Rusia, de acuerdo con el reporte.

Tal como informó la fuente, la administración Trump trazó una política de exclusión migratoria que afectó sensiblemente las relaciones con estos estados, motivando respuestas por parte de sus autoridades. El Ministerio de Exteriores de Malí difundió un comunicado en el que se señala: “El Gobierno de la República de Malí aplicará a los ciudadanos estadounidenses las mismas condiciones y requisitos que a los ciudadanos malienses siguiendo el principio de reciprocidad”. De acuerdo con la información oficial, la disposición se presenta como una medida equivalente a la adoptada por Estados Unidos, enfatizando como justificación el principio de soberanía nacional.

Las acciones de respuesta, detalló la fuente, implican que los estadounidenses enfrentan desde ahora las mismas condiciones, procedimientos y eventuales obstáculos que los nacionales de Malí y Burkina Faso encuentran al tramitar su entrada a Estados Unidos. Las restricciones incluyen la necesidad de cumplir requisitos adicionales de visado y la posibilidad de permisos limitados, en correspondencia con las restricciones estadounidenses, según puntualizó el Ministerio de Asuntos Exteriores maliense.

La disputa diplomática se inserta en un escenario de tensión creciente entre las juntas militares que administran estos países y varias potencias occidentales. Según la fuente, la relación de los estados del Sahel con instituciones africanas y europeas se ha deteriorado desde los golpes de Estado, impulsando una política exterior orientada a diversificar alianzas. La postura de reciprocidad adoptada en este caso refuerza una dinámica de políticas espejo en cuestiones migratorias y fronterizas.

El gesto de Malí y Burkina Faso forma parte de una estrategia más amplia de redefinición de relaciones internacionales orientada a ejercer autonomía frente a las potencias occidentales, señaló la fuente. En los comunicados oficiales, ambos países subrayaron la igualdad de trato en los procedimientos migratorios y la soberanía para establecer condiciones de entrada en sus territorios.

La fuente consignó que estas restricciones afectan tanto a viajeros por motivos de turismo como a quienes buscan ingresar por razones profesionales, académicas o diplomáticas, equiparando los procedimientos vigentes para ciudadanos malienses y burkineses en Estados Unidos. Los anuncios no detallaron excepciones específicas, ni la duración prevista de la medida.

Estas decisiones ocurren dentro de una coyuntura en la que Burkina Faso, Malí y Níger han consolidado mecanismos de coordinación, incluyendo acuerdos militares y políticos que profundizan su distanciamiento respecto de marcos regionales promovidos por organizaciones africanas. Los informes diplomáticos citados por la fuente revelan que, tras la imposición del veto estadounidense, se absolvieron consultas entre los tres gobiernos para consensuar las respuestas a nivel bilateral y regional.

Frente al nuevo escenario, las representaciones diplomáticas de ambos países exhortaron a los ciudadanos estadounidenses a informarse ampliamente antes de planificar viajes, advirtiendo de los cambios normativos que entraron en vigor tras el anuncio. Las representaciones recalcaron que todas las solicitudes se evaluarán bajo los nuevos parámetros anunciados, evitando cualquier tratamiento diferenciado.

El principio de reciprocidad invocado por Malí y Burkina Faso fue reiterado por los portavoces oficiales en declaraciones recogidas por el medio, asegurando que se trata de una respuesta proporcional y justificada ante medidas consideradas discriminatorias. Las relaciones bilaterales entre Washington y la Alianza de Estados del Sahel enfrentan de este modo un nuevo episodio de fricción basado en políticas migratorias, según detalló la fuente.