La Justicia de Ecuador niega el 'habeas corpus' al exvicepresidente Jorge Glas

El tribunal considera que no hay evidencia contundente sobre un grave deterioro físico o mental del político, quien ha denunciado abusos y tortura psicológica mientras permanece bajo custodia por delitos de asociación ilícita, cohecho y peculado

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El juez Jean Daniel Valverde determinó que no existen fundamentos médicos, psiquiátricos ni psicológicos suficientes que justifiquen el traslado de Jorge Glas a un centro de salud u hospital, de acuerdo con información publicada por el medio ecuatoriano 'Primicias'. A pesar de las denuncias realizadas por el exvicepresidente de haber sufrido “tratos crueles y degradantes” y “tortura psicológica sistemática” durante su detención, la Justicia ecuatoriana resolvió negar el recurso de ‘habeas corpus’ solicitado por la defensa de Glas, manteniendo su estancia en la penitenciaría del Encuentro, ubicada en Santa Elena.

Según consignó el diario ‘Primicias’, el juez señaló explícitamente que “no se establece en el sentido estricto de la condición de los informes, médicos y tratamientos clínicos, psiquiátricos y psicológicos, que exista una situación de gravedad o que se determine una necesidad para llevar al señor Glas hacia una casa de salud”. A su vez, Valverde declaró: “no existe violación de derechos en contra” del exvicepresidente. Esta resolución fue comunicada apenas dos días después de que Glas manifestara públicamente que la limitación e insuficiencia en el acceso a la atención sanitaria que padece en prisión ha agravado su estado de salud.

Jorge Glas, que fue vicepresidente durante los gobiernos de Rafael Correa en 2013 y Lenín Moreno en 2017, enfrenta actualmente diversas condenas por delitos relacionados con corrupción. El medio ‘Primicias’ informó que Glas permanece bajo reclusión tras ser hallado culpable en dos casos de alto perfil: Odebrecht y Soborno, ambos relacionados con cohecho y asociación ilícita. Además, afronta una sentencia de primera instancia de trece años de prisión por el caso Reconstrucción de Manabí. Este último expediente deriva de su papel en la gestión de fondos destinados a la reconstrucción de la provincia tras el terremoto de 2016.

La situación legal de Glas ha experimentado varios episodios significativos en los últimos meses. Luego de cumplir parte de su pena en prisión por delitos de corrupción, logró acceder a un régimen de prelibertad sujeto a determinadas condiciones. Sin embargo, según informó 'Primicias', en diciembre de 2023 ingresó a la embajada de México en Ecuador, desde donde buscó protección y solicitó asilo político al gobierno mexicano liderado entonces por Andrés Manuel López Obrador. Posteriormente, en abril de 2024, agentes estatales ecuatorianos extrajeron por la fuerza a Glas de la sede diplomática, pese a que México ya le había concedido el estatus de asilado.

Tras su detención en la embajada, Glas fue trasladado inicialmente a la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, situada al suroeste del territorio ecuatoriano. Desde allí, fue posteriormente reubicado en el penal del Encuentro, donde permanece cumpliendo las sentencias dictadas en los diversos procesos judiciales. En el caso más reciente, denominado ‘Reconstrucción de la provincia de Manabí’, la justicia ecuatoriana lo condenó a trece años de prisión por un supuesto delito de peculado, en el marco del manejo de recursos públicos para la recuperación tras el sismo de 2016.

La defensa de Glas fundamentó la solicitud de ‘habeas corpus’ en supuestas deficiencias en la atención médica recibida durante su estancia en prisión y en las presuntas condiciones agravantes que, en palabras del propio Glas, constituyen tratos degradantes y tortura psicológica. Según la información de 'Primicias', la resolución judicial desestimó estos argumentos tras analizar los informes y evaluaciones aportadas al expediente.

El exvicepresidente ecuatoriano deberá continuar su condena en las condiciones actuales de la cárcel del Encuentro, luego de que la decisión judicial ratificara la inexistencia de criterios legales o médicos que permitan modificar su lugar de reclusión. Las acusaciones y denuncias públicas de Glas en torno a su trato bajo custodia han generado repercusiones tanto en el ámbito político como internacional, principalmente a raíz de su salida forzosa de la embajada mexicana y la reacción de autoridades de ambos países, hecho que también reportó el medio 'Primicias'.

Glas enfrenta procesos que incluyen sentencias por asociación ilícita, cohecho y peculado, todos ellos derivados de investigaciones sobre el uso indebido de fondos públicos y sobornos durante su gestión como funcionario. Las decisiones judiciales recientes confirman la postura de las autoridades ecuatorianas en cuanto al cumplimiento de las condenas y a la evaluación de las condiciones carcelarias presentadas por la defensa del exvicepresidente, según las últimas publicaciones de 'Primicias'.