El anómalo fenómeno del "frío diurno" y una niebla masiva paralizan Bangladés

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Nueva Delhi, 26 dic (EFE).- Una inusual configuración atmosférica que combina una densa niebla transfronteriza con una falta casi total de luz solar ha sumido a Bangladés en una crisis climática de "frío diurno", un fenómeno que este viernes ha paralizado el transporte, causado accidentes mortales y puesto en riesgo la seguridad alimentaria de la nación.

Según el informe técnico de la Dirección Meteorológica de Bangladés (BMD), el país atraviesa una anomalía térmica provocada por una capa de niebla que se extiende desde la India hasta el corazón del delta bangladesí. Este manto impide la entrada de radiación solar y limita la luz efectiva a solo dos o tres horas diarias frente a las ocho habituales, impidiendo que la superficie terrestre se caliente durante el día.

La falta de visibilidad derivada de este patrón climático provocó este viernes la colisión de dos grandes embarcaciones de pasajeros en el río Meghna.

El accidente, atribuido directamente a la niebla por las autoridades locales, dejó al menos cuatro muertos y medio centenar de heridos, exponiendo la fragilidad del sistema de transporte fluvial del país, que carece de radares para operar bajo estas condiciones extremas de "ceguera" meteorológica.

El Departamento de Extensión Agrícola (DAE) ha emitido una alerta roja para los cultivos de invierno. La falta de fotosíntesis y el descenso térmico están provocando "lesiones por frío" en los semilleros de arroz boro, el principal sustento alimentario, que han comenzado a amarillear.

Solo en el distrito de Chuadanga, proyecciones oficiales estiman daños por valor de 2.000 millones de takas (unos 17 millones de dólares) si la humedad persiste, ya que favorece plagas letales como el "tizón tardío" en las plantaciones de patata.

Aunque los termómetros marcan mínimas de 9 grados Celsius, el impacto es severo en países como Bangladés, diseñado arquitectónicamente para ventilar el calor y donde la inmensa mayoría de las viviendas carece de aislamiento o calefacción, haciendo del descenso térmico una temporada letal para la población más vulnerable.

Autoridades sanitarias locales han informado además de la saturación de los hospitales, con un aumento del 40 % en ingresos de urgencia por neumonía y asma, afectando desproporcionadamente a quienes viven en asentamientos precarios sin resguardo contra la intemperie.