Instituto Cervantes defiende el aprendizaje de lenguas frente a la IA: "Tiene mucho potencial, pero somos cautos"

Expertos remarcan que la tecnología avanza en las aulas, pero subrayan que conocer idiomas implica comprender culturas y valores, además de potenciar la empatía y la comunicación, factores esenciales para el desarrollo académico y profesional en un mundo diverso

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Las herramientas desarrolladas por el Instituto Cervantes que aplican inteligencia artificial al ámbito educativo permiten obtener métricas precisas sobre el nivel de adecuación de textos a exámenes oficiales y explorar posibilidades en procesos de revisión de evaluaciones escritas y orales. Esta tecnología ha revelado datos detallados que superan la intuición de los docentes, abriendo nuevas opciones para la calificación de pruebas, aunque la institución reconoce la necesidad de un análisis riguroso antes de su integración formal. Con este trasfondo, la institución pone de manifiesto la relevancia de seguir promoviendo el aprendizaje de idiomas, incluso con el avance de la inteligencia artificial, según informó la agencia Europa Press.

Durante la jornada especializada “La evaluación como herramienta para aprender lenguas”, que fue organizada en conjunto por el Instituto Cervantes y el British Council, Inés Soria Pastor, quien lidera el Departamento de Certificación y Acreditación del Cervantes, valoró el potencial de las aplicaciones de inteligencia artificial, pero subrayó una postura cauta ante su implementación. Soria Pastor explicó que el Instituto Cervantes está progresando tanto en la programación de una herramienta para clasificar textos por nivel de examen, como en el estudio del uso de la inteligencia artificial como apoyo en la evaluación de pruebas del Diploma de Español como Lengua Extranjera (DELE), considerando tanto la seguridad como la confiabilidad de las calificaciones.

Según recogió Europa Press en su cobertura, Soria Pastor describió que la herramienta digital en desarrollo indica con precisión para qué nivel de examen resulta adecuado un texto determinado, aportando métricas objetivas que complementan la percepción de los profesionales. La responsable detalló que la institución, aunque sorprendida por el alcance de la información ofrecida por la inteligencia artificial, mantiene prudencia respecto a su implementación integral y prefiere avanzar en fases de prueba y revisión antes de añadirla de modo definitivo al proceso de calificación.

La jornada también sirvió de foro para debatir sobre el valor del aprendizaje de lenguas en un contexto marcado por la proliferación de herramientas de traducción automática. Carmen Tovar Sánchez, directora del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), intervino planteando si, en este contexto de expansión de la inteligencia artificial, sigue siendo pertinente aprender idiomas. En sus palabras, “también significa aprender sobre culturas y valores”, distinción que la inteligencia artificial, según Tovar Sánchez, todavía no contempla. “La IA traduce, pero no sabe por qué lo dices o cómo lo dices”. Tovar Sánchez trató el impacto de la comunicación humana, la empatía y capacidades como la intuición que surgen del aprendizaje de otros idiomas, calificándolas como elementos imprescindibles en ámbitos como el liderazgo y la diplomacia.

Esta perspectiva fue reforzada por otras autoridades participantes en el evento. Carmen Noguero, secretaria general del Instituto Cervantes, aportó su visión acerca de la evaluación como parte central de la calidad académica en contextos multilingües. Según sus declaraciones, la evaluación cumple funciones más amplias que la simple calificación, pues ayuda a dotar de sentido el proceso educativo y garantiza la coherencia entre los objetivos de la enseñanza y las competencias reales que logran los estudiantes. Noguero afirmó que la labor de evaluar cumple, además, una función integradora: “la evaluación unifica la diversidad de los perfiles que actualmente conviven en nuestras aulas y asegura que nadie quede al margen del proceso”. En la opinión de la secretaria general, los certificados expedidos por las instituciones lingüísticas tras un proceso evaluador riguroso se convierten en garantías de confianza para la sociedad y motivan a la continuidad de estándares elevados y criterios que respondan a la realidad de la lengua en diferentes contextos.

En representación del British Council en España, Sylvia Edvinsson profundizó en la función de la evaluación desde distintas perspectivas. Edvinsson recalcó la importancia tanto de las evaluaciones que orientan el aprendizaje diario como de las que determinan resultados al final de un proceso formativo. Para ella, es esencial afrontar la evaluación considerando una variedad de niveles y enfoques, dada la diversidad creciente de los contextos lingüísticos y el reto de que las personas encuentren espacios adecuados en una sociedad multilingüe.

De acuerdo con Europa Press, las voces reunidas en la jornada remarcaron que, pese al avance de la inteligencia artificial en la docencia y la automatización de procesos, el valor de aprender y dominar idiomas va más allá de la traducción automática. Las instituciones convocantes, tanto el Instituto Cervantes como el British Council, defendieron la necesidad de orientar los modelos educativos hacia estructuras más coherentes, inclusivas y eficaces, que respondan tanto a las demandas tecnológicas como a las competencias humanas vinculadas al conocimiento lingüístico y cultural.

Los proyectos relativos a la integración de la inteligencia artificial en el análisis, la clasificación y la evaluación de materiales didácticos y pruebas demuestran que la tecnología puede aportar precisión y eficiencia. Sin embargo, las instituciones señaladas insisten en que cualquier avance debe acompañarse de un control minucioso en seguridad, calidad y relevancia social, priorizando el desarrollo integral del estudiantado y la adaptación a los desafíos de un mundo cada vez más diverso y conectado, según precisó Europa Press.