Los murciélagos vampiros detectan a su presa por el calor

Un receptor de temperatura le permite a esos animales saber dónde están sus víctimas, según un hallazgo difundido por la revista científica Nature. Hasta ahora se creía que las encontraban por el olor o la respiración

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Un grupo de investigadores de la Universidad de California descubrieron que los murciélagos vampiros (cuya denominación científica es Desmodus rotundus) producen una proteína llamada TRPV1-S, que les permite sentir la temperatura corporal.

Al igual que otros mamíferos, los murciélagos tienen receptores del calor TRPV1 para evitar quemaduras. Una alteración de la mencionada proteína se activa cuando la temperatura es cercana a los 30º, como la de la piel.

Durante su evolución, los murciélagos vampiros desarrollaron una única utilidad y hasta ahora desconocida de ese receptor, a partir de las cavidades que se encuentran en el hocico del quiróptero.

Sin embargo, la variante de esta proteína no se halla expresada de la misma forma en otras especies de murciélagos como la Carollia brevicausa, que se alimenta sólo de frutas.

Pero además de encontrar esta característica, los científicos descubrieron que los murciélagos son más cercanos genéticamente a los perros, cerdos, topos y vacas que a los ratones o a los seres humanos.

Los cerdos, topos, vacas y perros pertenecientes al grupo de los Laurasiatheria tienen la capacidad de producir una variación de la proteína TRPV1.

Por el contrario, la "familia" de los Euarchontoglires, en el que están incluidos los humanos, monos, conejos y ratas no son capaces de desarrollar tal mecanismo.