Un nene decapitado y sin manos y su padre ejecutado de un tiro: la oscura trama detrás de un doble crimen que quedó impune

El caso, de 2012, llegó a juicio este año, pero el único detenido fue absuelto. Los cabos sueltos de una mafia que operó en la zona de General Rodríguez y Moreno y que nadie investigó

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El doble crimen de Domingo y Marco De Palma en Moreno (Crédito: Semanario Actualidad)
El doble crimen de Domingo y Marco De Palma en Moreno (Crédito: Semanario Actualidad)

El detective mastica bronca. “Era obvio que lo iban a absolver: estaba recontra empapelado”, dice sin dudar. El motivo de su enojo está vinculado la resolución de un Tribunal de Moreno que juzgó a un hombre que permaneció preso por cuatro años acusado por un horrendo doble homicidio. Un caso de esos que es mejor no saber detalles. No solo por la brutalidad de los asesinatos, sino también por la oscura trama que los envuelven.

Se trata de los crímenes de Domingo De Palma y su hijo Marcos, de 6 años. Ambos fueron secuestrados y asesinados el 7 de julio de 2012. Tras una búsqueda de 17 días, el mayor apareció el 24 de ese mes con tiro en el cráneo, dentro de un tambor verde con cal, en Las Catonas. Su hijo fue hallado, tres días después, en un descampado.

El hallazgo del cuerpo de Marcos De Palma (Crédito: Semanario Actualidad)
El hallazgo del cuerpo de Marcos De Palma (Crédito: Semanario Actualidad)
El nene había sido decapitado y le habían cortado las manos (Crédito: Semanario Actualidad)
El nene había sido decapitado y le habían cortado las manos (Crédito: Semanario Actualidad)

El cuerpo estaba dentro de una bolsa de consorcio, decapitado y sin sus manos, con vestigios de haberlo intentado prender fuego. La autopsia confirmó que murió degollado. ¿A qué se debió tal crueldad? Los investigadores sospechan que el niño fue torturado frente a su padre.

A doce años del horror, el caso llegó a juicio con el resultado cantado: no había más que un testimonio para sostener la acusación contra José María Larracochea, defendido por el penalista Juan Ordoñes. Y, tal como se suponía, el Tribunal en lo Criminal 1 del Departamento Judicial Mercedes, integrado por Jorge Pablo Vieiro, Ignacio Racca y Daniel Eugenio Machain, lo dejó ir libre de culpa y cargo del delito de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte. Ocurrió el 22 de marzo de este año.

De esta manera, el doble asesinato quedó impune. Tal vez porque nadie profundizó la pista mafiosa detrás de las ejecuciones.

Una mafia sin investigar detrás de los homicidios

Los homicidios develaron la existencia de una organización enclavada en Moreno y General Rodríguez, que podría tener vínculos con narcos peruanos, un cartel de droga mexicano y/o lazos con la policía. Hipótesis que surgieron en la investigación en la que intervinieron el fiscal Mariano Navarro y el secretario Walter Velásquez, de la UFI Nº 2 de ese Departamento Judicial.

El tambor en el que encontraron el cuerpo de De Palma (Crédito: Semanario Actualidad)
El tambor en el que encontraron el cuerpo de De Palma (Crédito: Semanario Actualidad)

De Palma era un pirata del asfalto ultra picante. Era narco y hasta buchón de la policía”, indicó una fuente consultada por Infobae. En sus últimos días, “Domingo se mostraba nervioso, dubitativo y pensante, habiendo manifestado a sus allegados su intención de viajar -por un tiempo- a la provincia de Santiago del Estero”, anotaron los jueces.

Quedó claro que un hombre tan temerario solo podría temerle a la muerte, a la que presentía muy cercana. De ahí la pulsión de escape.

“Una línea señalaba a una banda narco que lo habría contratado para robar un precursor que salía en un camión de una química de General Rodríguez. Esta gente se roba el camión, hace el trabajo. Ahí empieza todo el problema. No se pudo determinar si se hicieron los vivos, si le erraron de camión o les pasaron mal el dato. Lo cierto es que, en lugar de robar precursor, se llevaron un camión de fertilizante”, explicó el investigador.

“Ahí se pudrió todo porque la gente que encargó el trabajo estaba convencida de que los habían mexicaneado”, indicó. “Antes de que aparezca el cuerpo del nene, se encontró el camión de fertilizante en Villa Trujui, escondido en una quinta”, dijo sobre el hecho que le dio fuerza a esa línea de investigación.

Pero hubo, también, una segunda teoría vinculada a otro doble crimen: en febrero de 2010, dos hombres aparecieron acribillados en Castelar, dentro una camioneta Dodge Ram 4x4. Se trataba de José Antonio “Cebolla” Sevilla y Jorge Julio “Gitano” Coquean. No fue un robo: los cadáveres llevaban oro, relojes de alta gama y un arma.

Creen que De Palma lideraba el grupo que realizó esas ejecuciones, también a causa de una mexicaneada de droga. En este caso, el pirata del asfalto y su hijo pudieron ser víctimas de una vendetta derivada de esas ejecuciones.

El camión con fertilizante hallado escondido en una quinta de Trujui (Crédito: Semanario Actualidad)
El camión con fertilizante hallado escondido en una quinta de Trujui (Crédito: Semanario Actualidad)

Aunque todos esos indicios aparecieron sobre la mesa, de acuerdo a las fuentes, hubo “mucho pescado podrido” que impidió avanzar en el esclarecimiento. Cuando Navarro se disponía a retomar el caso desde cero, en 2014 murió a causa de un paro cardiorespiratorio, en su casa de La Reja. Tenía 45 años y la ambición de llegar tener a cargo la Fiscalía General.

Tras años sin novedades en la causa, surgió el dato contra Larracochea, conocido en la zona como “Chaki Chan”, un delincuente dedicado a cortar autos robados. “Un fisura, andaba en la cagada, pero que no tenía nada que ver con los crímenes”, lo describen personas cercanas al expediente.

Para llevarlo a juicio, alcanzó la declaración de otro hombre identificado como C. R., quien cuenta con sendos antecedentes y era socio criminal de De Palma. Ese testigo aseguró haber escuchado la confesión de Larracochea. Dijo que lo escuchó admitir que lo había hecho “por pedido de unos peruanos”.

(Crédito: Semanario Actualidad)
(Crédito: Semanario Actualidad)

El testimonio, que alcanzó para elevar a juicio el caso, fue derrumbado, sin dificultad, por Ordoñes en el estrado. Como si no fuera suficiente la ausencia de pruebas, demostró que su defendido estaba en Mendoza en el momento de los crímenes.

Tras la sentencia absolutoria, el abogado marcó que “la ineficacia del Ministerio Público permitió que a 12 años de los hechos que se investigan los autores no hayan sido individualizados y que una persona inocente haya estado por poco más de cuatro años recluido en una Unidad del Servicio Penitenciario”.

En tanto, durante el debate, habló ante los jueces el hijo mayor y el hermano de las víctimas. Reconoció que su padre llevaba a cabo actividades ilícitas como pirata del asfalto y que estuvo vinculado al tráfico de estupefacientes. Dijo, además, que había realizado algunos viajes cuando tenía avionetas, para traer droga. Según pudo saber este medio, también habría sido informante de la policía.

No mencionó, sin embargo, bajo el amparo u órdenes de quién o quiénes actuaba De Palma.

Al mismo tiempo, los jueces a cargo del debate, en tanto, anotaron en los fundamentos del fallo, el temor de los testigos y su reticencia a brindar más información que permita llegar a los autores del doble crimen, “como si no importara, por momentos, la desaparición y cruel muerte de una criatura de tan solo 6 años”.