Se negaron a declarar los dos detenidos por el crimen de la empleada de la estación de servicio

Por el asesinato de Débora Ángela Ríos, que fue asesinada en Moreno cuando iba a trabajar, buscan a un tercer sospechoso

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Debora Ríos tenía 36 años y un hijo de 13
Debora Ríos tenía 36 años y un hijo de 13

Enzo Leonel Aylan y Alexis Iván Matcovich, los dos detenidos por el crimen de Débora Ángela Ríos, la playera de una estación de servicio asesinada este lunes de 31 puñaladas y golpes en la cabeza, se negaron a declarar ayer ante la fiscal de la causa, Carina Saucedo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Moreno. La magistrada les imputó los delitos de “homicidio agravado criminis causa y por alevosía, en concurso real con robo agravado por el uso de arma”.

Al utilizar el agravante de la "alevosía", la fiscalía considera que los acusados se aprovecharon del estado de indefensión de la víctima.

En tanto, los investigadores continúan con la búsqueda de un tercer sospechoso que, se cree, fue quien mantenía reducida a la mujer, mientras los otros dos la atacaban con sendas armas blancas.

Fuentes judiciales explicaron que “le ocasionaron tantas heridas que ella cayó indefensa al suelo, en un lugar oscuro y apartado, donde la siguieron atacando a patadas en la cabeza”.

De acuerdo a este vocero, fueron estas patadas las que le provocaron a la víctima un fuerte traumatismo de cráneo que resultó la causa de muerte.

A su vez, los médicos forenses establecieron que las 31 heridas punzo cortantes que presentaba la playera fueron provocadas con dos armas distintas: una con monofilo, como un cuchillo, y la otra con una punta redondeada, que podría ser un destornillador.

Respecto del tercer sospechoso, la fuente consultada señaló que, en principio, sería quien “sostenía a la víctima mientras los otros dos la atacaban”.

Patrullero de la Policía de la Provincia de Buenos Aires
Patrullero de la Policía de la Provincia de Buenos Aires

Para la fiscal Saucedo, las tres personas que cometieron el hecho son “coautores” del crimen, por lo que solicitó al Juzgado de Garantías 2 de Moreno, Gabriel Castro, que ordene la detención formal de los dos apresados, por un lado, e impartió a la Policía una serie de directivas para localizar al restante sospechoso.

A su vez, los pesquisas continúan con las diligencias en procura de hallar las armas empleadas en el ataque y también el celular y la mochila que le robaron a la víctima.

El hecho ocurrió el lunes a la madrugada en el cruce de Malabia y avenida San Fernando de la localidad de Cuartel V, en Moreno, en la zona oeste del conurbano, donde Ríos fue encontrada tendida boca arriba, con manchas de sangre en el rostro, golpes en la cabeza y vestida con un mameluco de trabajo perteneciente a la empresa YPF, ya que trabajaba en una estación de servicio de esa compañía.

A un metro de la cabeza de la víctima, en tanto, los pesquisas hallaron un aerosol de gas pimienta, con el que se cree la mujer se defendió de los delincuentes que la atacaron con fines de robo.

La mujer fue identificada en el lugar por su propio hermano, quien explicó que viven en una de las casas del barrio Ara San Juan, ubicado a pocos metros, y que ella salía todos los días a las 4 de la madrugada rumbo a su trabajo como playera de una estación de servicio de General Pacheco, partido de Tigre.

Por su parte, una testigo clave llegó a escuchar el intento de asalto y orientó a los pesquisas hacia los posibles autores.

Zona del crimen: la joven fue interceptada por tres delincuentes en la intersección de las calles Malabia y San Fernando
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De acuerdo con este testimonio, uno de los delincuentes le decía “dale todo que no te va a lastimar”, a lo que la mujer le contestó “no, tengo un hijo.”

En base a los datos aportados por los testigos, los detectives de la policía bonaerense aprehendieron primero a Aylan en un domicilio ubicado a 100 metros de la escena del crimen, sobre avenida San Fernando y Montes de Oca. Más tarde, los detectives apresaron a Matcovich en una vivienda ubicada también a pocos metros del lugar del hecho.

A su vez, los investigadores establecieron que, horas previas al asesinato, Aylan había dejado en un mensaje en su red social de Facebook en el que conversaba con su hermana y alertaba que planeaba salir a robar.

“Cero peso ya van a esperar de mí”, señalaba Aylan en su muro de Facebook, tras lo cual una de sus hermanas le respondió: “Portate bien hermano, no hagas cagada por favor. Andá a descansar”.

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