El comienzo del año 2026 representa una oportunidad para reflexionar sobre el bienestar personal y establecer nuevas metas. Aunque para muchas personas este periodo trae consigo esperanza y motivación, también pueden surgir emociones como ansiedad, tristeza o incertidumbre. Ante este escenario, EsSalud propone recomendaciones para fortalecer la salud mental y construir un futuro con mayor esperanza.
La psicóloga y psicoterapeuta Martha Crosby destaca que es fundamental revisar la manera en que se establecen los objetivos personales. Según la especialista, la forma en que se formulan las metas influye directamente en el equilibrio emocional y en la capacidad de cumplirlas a corto, mediano y largo plazo.
¿Cómo definir propósitos personales que favorezcan el equilibrio emocional?
Una de las claves para comenzar el año de manera saludable consiste en definir metas realistas y alcanzables, que se adapten a las capacidades y circunstancias individuales. Crosby afirma: “Es importante que las personas se tracen objetivos realistas, que puedan cumplir de manera progresiva a lo largo del año. No se debe pretender lograr todo de un día para otro, ya que ello genera frustración y abandono. Lo recomendable es avanzar paso a paso, estableciendo metas a corto plazo que permitan alcanzar un objetivo mayor”.
La especialista enfatiza que los propósitos personales deben estar vinculados a la motivación individual y al bienestar emocional. “Cuando una persona se proyecta algo debe ser algo que le interesa, le motiva y le agrada, se genera satisfacción y se fortalece su bienestar emocional. En cambio, cuando las metas responden únicamente al deber o a la presión, resulta más difícil sostenerlas en el tiempo”, indicó Crosby.
Hábitos cotidianos y entorno favorable para lograr metas personales
Alcanzar objetivos personales requiere construir un entorno que facilite la toma de decisiones y minimice los factores de estrés. Incorporar hábitos simples en la rutina diaria, como la escritura, la actividad física, la música y las actividades recreativas, contribuye a mantener el equilibrio emocional y favorece una vida más estable.
Crosby señala: “Escuchar música, escribir, caminar, bailar o realizar algún deporte que sea del agrado de la persona ayuda a reducir el estrés y favorece la relajación”. Estas prácticas aportan bienestar y refuerzan la capacidad de sostener los propósitos a lo largo del año.
¿En qué se diferencia el estrés negativo del positivo?
Comprender las diferentes formas de estrés es esencial para el desarrollo personal. La psicóloga explica que el distrés representa el estrés negativo, asociado a la tensión y al desgaste emocional, mientras que el eustrés se refiere al estrés positivo, que impulsa y motiva a las personas a enfrentar los retos cotidianos.
“El objetivo no es eliminar todo el estrés, sino promover un estrés positivo (eustrés), que motive y permita afrontar las actividades con ánimo y disposición”, añadió Crosby. Esta distinción es crucial para mantener la salud mental y avanzar hacia los objetivos propuestos.
Cómo la actitud influye en el logro de objetivos
Frente a escenarios de incertidumbre, adoptar una actitud optimista y realista resulta fundamental para superar obstáculos sin caer en el pesimismo. Crosby sostiene: “Ser optimista no significa negar la realidad, sino reconocer las dificultades y, al mismo tiempo, identificar posibilidades de solución. Esta actitud fortalece la resiliencia y facilita el cumplimiento de los objetivos”.
La especialista subraya que toda meta requiere ser asumida con paciencia y perseverancia. La constancia y la paciencia permiten avanzar sin sentirse agobiado y aumentan las posibilidades de éxito. “Lo que una persona se proponga debe hacerlo con la convicción de que puede lograrlo, sin sentirse agobiada. La constancia y la paciencia son fundamentales para alcanzar lo que se plantea”, concluyó Crosby.
En este inicio de año, priorizar el bienestar emocional y cultivar hábitos saludables se convierten en herramientas esenciales para enfrentar los desafíos y cumplir los propósitos, construyendo un equilibrio duradero.