El síndrome de Noruega y la eterna cuarentena

Anoche, ansiosa producto del encierro, pero con la convicción de que nada iba a cambiar, muy a pesar de los buenos números, escuché atentamente las palabras de nuestro presidente, Alberto Fernández. Soñé por unos segundos que éramos Noruega. El letargo del encierro puede hacernos creer cualquier cosa y hasta llevarnos a la locura. Pero la triste realidad muestra que estamos lejos de tener la seriedad de Noruega.

Aplaudo la decisión del Presidente de haber decretado la cuarentena con celeridad y haber cerrado fronteras cuando lo hizo. Gracias a eso los números de contagios y muertes están entre los más bajos en el mundo, por lo que no tiene ninguna lógica no flexibilizar más la cuarentena que ya lleva dos meses, con los cuidados y protocolos necesarios.

Anuncios de otra índole me hubiesen causado admiración y orgullo, pero los de hoy sólo me causaron tristeza e impotencia. Tristeza, porque el país sigue con su suicidio económico, que traerá como consecuencia más muertes que el Covid19. Impotencia, por la falta de libertad cuando, de acuerdo a los números y tiempo que llevamos encerrados, deberíamos haber planificado una apertura con seriedad. Basta mirar al mundo, no sólo Noruega o Suecia, para ver lo que están haciendo. El coronavirus llegó para quedarse un buen tiempo, y la solución no es la cuarentena eterna.

Noruega, liderada por su Primera Ministra, Erna Solberg, es uno de los ejemplos en el mundo por su éxito en el manejo de la pandemia. Una mujer que asume su cargo en el 2013, proveniente del partido conservador. Con mano de hierro, no dudó en hacer un cierre de fronteras y confinamiento estricto de su población para así evitar la tragedia que veía acontecer en sus países vecinos de Europa.

Noruega empezó su confinamiento mediados de marzo al igual que Argentina. Pero, dado el éxito obtenido, comenzó su proceso de flexibilización de la cuarentena ya a fines de abril. El gobierno noruego, en su página web oficial, da los lineamientos mes a mes de sus nuevas flexibilizaciones. También se puede encontrar una guía de protocolos a seguir que deben cumplirse estrictamente a medida que comienzan a retomarse las diferentes actividades.

El objetivo primordial de Noruega es ir volviendo a la nueva normalidad con el menor daño posible, ya que entiende que la cuarentena salva vidas por un lado pero ocasiona daños económicos que, sumados a los psicológicos, dejarán un tendal de gente en el camino producto no solo del Covid19 sino de otras tantas enfermedades.

Durante marzo y abril, mientras su población estaba encerrada con la sola finalidad de ser protegida, Erna Solberg se encargó que su gobierno preparara infraestructura, capacidad en los hospitales, equipamiento necesario, tests masivos y un buen sistema de rastreo, separando a aquellos que estaban con síntomas y a quienes habían estado en contacto con éstos, ya que se podían transformar en portadores de la enfermedad y seguir expandiéndola. También hizo una enorme campaña para concientizar a sus ciudadanos sobre la importancia de higienizarse las manos casi en forma permanente y mantener la distancia social de 2 metros dando el ejemplo desde el gobierno.

Con 8070 contagios, una suma de 36 casos nuevos en el día de ayer y 218 muertos, Erna Solberg anunció la segunda etapa de flexibilización que comenzó el 7 de mayo. Planea volver a una casi normalidad para mediados de junio. Advierte que es necesario que la gente respete todas las consignas porque de haber una suba repentina de casos ordenará nuevamente una cuarentena con el solo fin de moderar las pérdidas de vidas que este nuevo pico pueda causar. Explica que el gobierno se preparó durante este mes para tener capacidad para atender a más enfermas y cumplir con los delineamientos de la OMS por lo cual no se justifica hoy un confinamiento de su población estricto.

Noruega también fue uno de los tantos países del mundo que nunca prohibió sus espacios públicos para corredores o caminatas al aire libre manteniendo el distanciamiento social ya que esta actividad contribuye a la salud de su población. En su primera etapa de apertura que comenzó hacia fines de abril, reabrieron sus puertas los Jardines de Infantes y escuelas primarias siempre siguiendo los lineamientos de cuidados. También en esta etapa permitieron que la gente que tenía casa en las afueras pasara sus noches allá. Abrieron peluquerías e institutos de belleza que sólo atendieran de uno en uno, previo control y autorización del Instituto de Salud Pública, organismo encargado de hacer el seguimiento del cumplimiento de normas para reapertura de comercios.

Una segunda etapa de mayor flexibilización fue anunciada el 7 de mayo. En esta, el gobierno autoriza a elevar el número de asistentes a reuniones privadas de 5 a un máximo de 20 personas, manteniendo siempre la distancia social entre las mismas de un mínimo de 1 metro. Los lugares de deportes reabren pero no se pueden utilizar vestuarios, solo hacer el deporte y retirarse manteniendo la distancia social. También autorizan eventos de hasta 50 personas en lugares públicos donde haya un responsable del evento que haga cumplir el distanciamiento social.

A partir del 11 de mayo todas las escuelas abrirán sus puertas también cumpliendo protocolos enunciados por el gobierno donde no todos los alumnos participaran al mismo tiempo de las clases. También abren Institutos de enseñanza para adultos e inmigrantes, las escuelas de manejo siempre siguiendo protocolos de seguridad e higiene marcados por el Estado que han trabajado en ellos durante todo este tiempo. Y así reabren entre las dos primeras semanas de junio el resto de las actividades. Sólo las Universidades seguirán sus estudios a distancia hasta agosto donde planean reabrir sus puertas para el comienzo de su nuevo año lectivo. El gobierno pide mínimo uso de transporte público y que aquellos trabajos que puedan realizarse desde las casa que lo sigan de la misma forma para así evitar la circulación masiva de personas.

Debo confesar que tras leer todo esto, desperté del sueño en que me sumió Alberto. No somos tan exitosos como Noruega. Mi primer pensamiento: Noruega lo puede hacer porque son tan sólo 5,3 millones de habitantes que se adhieren a las normas y cumplen. Pero, analizando los números, llegué a la conclusión de que estamos mejor que Noruega que ya reabre todo. Somos 44 millones de habitantes, tenemos 5611 contagios y 293 muertos, frente a Noruega que tiene 5.3 millones de habitantes, 8070 contagios y 218 muertes.

Si los números no son engañosos, hay algo que no estaría funcionando bien en la ecuación. Que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires siga en fase 3 (todo como estaba) y el resto del país en fase 4, en la que se flexibilizan muy pocas actividades, no tiene sentido. Lo primero que me vino a la cabeza frente a estos números fue si será un castigo hacia Capital Federal por ser el distrito opositor y haber hecho sonar fuertes las cacerolas por algo que en Noruega sería no solo impensable sino inconcebible, como soltar a presos mientras los inocentes siguen encerrados.

Mientras Alberto Fernández anunciaba feliz que el confinamiento seguiría en fase 3 para CABA, marcando el fracaso de la oposición para controlar la pandemia, lo cual también seria una falacia si tomamos los números, Horacio Rodriguez Larreta hacía el anuncio de lo que buscaba flexibilizar sin ningún tipo de lógica. ¿Por qué restringir los paseos de los niños a los fines de semana cuando están todo el día en sus casas ya que no asisten a clases? ¿No resultaría mejor ordenar salidas los 7 días de la semana por documentos de padre o madre (elegir una sola opción para unificar) y así descomprimir la cantidad de niños en la calle paseando los fines de semana? Una mayoría de padres hacen home office hoy así que pueden tomarse dos horas para pasear con sus hijos cuando les corresponda. Con respecto al take away, si ya todos los restaurantes o una buena mayoría tienen delivery, ¿cual sería la necesidad？Es exponer a más gente en la calle y restar trabajo a las empresas que se ocupan de distribuir. Hoy más que nunca cada puesto de trabajo vale oro.

Yendo a algo más trivial, pero necesario para la salud a nivel país, ¿por qué no autorizar el correr al aire libre? Es una actividad deportiva que no ha sido prohibida en casi ningún país ya que no representa riesgo, se realiza al aire libre, puede cumplir con distanciamiento social y suma a la salud. En tiempos de cuarentena, cuando la ansiedad, la mala alimentación y la tensión hacen estragos, esto no ha sido ni mencionado ni tratado. Otras actividades deportivas que sumarían a la salud y podrían reabrirse cumpliendo determinados protocolos serían el golf y el tenis solo para 2 jugadores.

Con respecto a la nueva app lanzada por el gobierno, denominada Cuidar, creada para control y geolocalización de las personas, puede transformarse en un arma de doble filo por la cual seguimos perdiendo privacidad y libertades. En China funciona desde hace un mes , en Estados Unidos se opusieron a usarla por los motivos que mencioné.

Por primera vez somos ejemplo de lo bueno y no de lo bizarro. Pero ni esto alcanza. El país, que ya se encontraba en terapia intensiva en el área económica, debe trabajar en planes y proyectos innovadores o si no tan sólo seguir imitando a los que están haciendo las cosas bien. La fácil solución de una eterna cuarentena nos llevará al pozo de nuestra sepultura que siempre solemos cavar. Se necesitan ideas para que dado el éxito de los números y la gran preparación en infraestructura sanitaria que se logró en este tiempo con el sacrificio de todos los argentinos empiece a dar sus frutos. Si no habremos demostrado una vez más que sabemos hacer las cosas siempre a medias. Argentina y los argentinos merecemos que nuestros dirigentes, sean oficialistas u opositores, hablen con la verdad y actúen con inteligencia y eficiencia, así de una vez por todas pondremos entre todos a este maravilloso país de pie.

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