Xabi Alonso se come el turrón, pero todavía tiene que superar la cuesta de enero en el Real Madrid: bajo el foco de la directiva y de la afición

El técnico donostiarra está en la cuerda floja y necesita que la situación al frente del club blanco cambie cuanto antes

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El entrenador del Real Madrid,
El entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso (REUTERS/Susana Vera)

Xabi Alonso ha conseguido cerrar el año 2025 y comerse el turrón vestido de blanco. La situación, sin embargo, no invita a pensar que el técnico donostiarra conseguirá mantener el cargo más allá de la cuesta de enero y mucho menos hasta final de año. Desde hace tiempo, el club blanco no consigue convencer ni a los aficionados ni a la directiva y muchos empiezan a pedir responsables. Xabi Alonso tiene claro que está en la cuerda floja y necesita que la situación cambie para sobrevivir al menos lo que resta de temporada.

El Real Madrid atraviesa una etapa marcada por la irregularidad y la incertidumbre, una situación que preocupa tanto a la afición como a la directiva. Los números recientes reflejan el estancamiento: en los últimos diez encuentros, el equipo ha sumado tres derrotas, tres empates y apenas cuatro victorias. De estas, solo el triunfo ante el Athletic Club ha sido valorado de forma positiva por el entorno blanco, ya que fue el único partido en el que el conjunto mostró solidez y consiguió convencer a la grada blanca. El resto de los compromisos ganados dejaron sensaciones agridulces, con partidos resueltos por la mínima, defensas desconcentradas y situaciones de nerviosismo en los minutos finales. En varios encuentros, el equipo pidió la hora para mantener la ventaja, dejando la impresión de que la derrota pudo haber llegado en cualquier momento.

La preocupación se extiende también a la sala de prensa. Tras el reciente choque ante el Talavera en la Copa del Rey, el entrenador expuso en rueda de prensa su diagnóstico sobre la situación. “Nos ha faltado continuidad. Ser constantes en el rendimiento durante los partidos, no pensar que no puede pasar nada porque sí puede pasar. Hay que ser más maduros”, declaró, señalando la falta de regularidad como el principal obstáculo del equipo. Esa continuidad en el juego es precisamente lo que el Real Madrid no ha conseguido en las últimas semanas. Ni los futbolistas sobre el césped ni el propio Xabi Alonso desde el banquillo han logrado encontrar la fórmula para estabilizar el rendimiento.

Los jugadores del Real Madrid
Los jugadores del Real Madrid celebrando un gol ante el Talavera en Copa del Rey (REUTERS/Susana Vera)

La falta de constancia se ha hecho patente en diferentes escenarios y contra rivales de distintas categorías. Frente a Olympiacos y Alavés, el equipo terminó sufriendo y defendiendo la ventaja con apremio, sin lograr cerrar los partidos con autoridad. Ante el Manchester City, los blancos comenzaron dominando y se adelantaron en el marcador, pero la victoria se les escapó antes del descanso. En ese encuentro, si bien se percibió una reacción positiva y una mejoría respecto a partidos anteriores, la sensación general es que el equipo sigue lejos de la solidez que exige la camiseta y el entrenador donostiarra. Ni la grada ni la directiva se conforman con actuaciones puntuales, reclaman resultados estables y un equipo que transmita seguridad tanto en ataque como en defensa.

Xabi Alonso en la cuerda floja

Esta dinámica ha colocado al Real Madrid en una situación delicada, con la presión creciendo semana tras semana. El puesto de Xabi Alonso, máximo responsable en el banquillo, está cada vez más discutido. El técnico donostiarra afronta un momento decisivo, en medio de una dinámica negativa de la que no ha conseguido salir hasta ahora. El tiempo apremia y la lista de posibles sustitutos comienza a circular en el entorno del club. Para revertir la situación, Xabi Alonso necesita encontrar soluciones urgentes y recuperar la confianza del vestuario y de la grada.

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La responsabilidad también recae sobre los propios futbolistas, quienes aún tienen margen para cambiar el rumbo y conseguir salvar a Xabi Alonso del precipicio en el que se encuentra. Sin embargo, el caso Vinicius y su enfrentamiento con el Bernabéu no hacen más que empeorar la situación. El donostiarra ha sido capaz de aguantar las Navidades y comerse el turrón al frente del Real Madrid, aunque la situación comienza a ser crítica.