El método ancestral que siguió Victor Wembanyama antes de que comenzara la temporada de NBA: un viaje a China y entrenamiento con monjes en un templo Shaolin

Victor Wembanyama sorprendió a la comunidad deportiva internacional durante la pretemporada de la NBA por una decisión pocas veces vista en figuras de su nivel: realizó un viaje a China para entrenar en el templo Shaolin de Zhengzhou, una de las cunas históricas de las artes marciales y la meditación. El pívot de San Antonio Spurs, de 2,24 metros, buscó en Asia una preparación fuera de los esquemas tradicionales del baloncesto profesional. Y ahora, parece que está recogiendo sus brutos con un inicio de temporada impecable.

La transformación de Wembanyama se empezó a gestar mucho antes del inicio de la liga. El joven francés, considerado una de las grandes promesas del baloncesto mundial, llegó al templo con intención de integrarse en la vida monástica, donde estudió la meditación Chan, el kung-fu Shaolin y recibió lecciones sobre medicina tradicional china, además de acercarse a diversas manifestaciones culturales propias del país oriental.

Durante los diez días en que duró su viaje, Wembanyama participó en la rutina diaria del monasterio. Incluso se afeitó la cabeza para tener un aspecto similar al de los monjes y utilizó la vestimenta típica que distingue a la comunidad Shaolin. La presencia del francés tampoco pasó inadvertida para la oficina de la NBA en China, que confirmó su participación y difundió imágenes a través de una red social con el texto: “¡Concéntrate en entrenar!”, junto a detalles sobre su plan de entrenamiento en el templo.

La altura de Wembanyama causó asombro tanto entre los visitantes como entre las comunidades locales. Fotografías publicadas en redes sociales y portales especializados muestran al jugador sentado frente a esculturas de Buda, vestido con túnicas anaranjadas y fusionado por completo con la atmósfera del lugar. Un video compartido en la cuenta oficial de los Spurs en Instagram agregó detalles a la travesía: “Victor Wembanyama, en vivo desde China, en la mismísima Gran Muralla, lo está pasando genial. Es una locura”, se escucha en la grabación que acompañó al reportaje de los primeros días en el país asiático. El propio entorno de Wembanyama detalló que el objetivo era fortalecer la disciplina mental y la conexión entre cuerpo y mente, principios fundamentales en la filosofía Shaolin que distan del enfoque habitual de preparación física de la NBA.

Los resultados del viaje de Víctor Wembanyama a China

La apuesta de Wembanyama de marcharse a China para llevar a cabo una temporada diferente ha sido efectiva, como ya aviso el propio jugador. “Les aseguro que nadie ha entrenado como yo este verano, este ha sido mi mejor verano hasta ahora. Puedo decir que el progreso es increíble. Me siento mejor, me veo más fuerte y la báscula dice que he aumentado de peso. Así que todo está OK”.

Según el balance de los primeros partidos de la temporada, el francés logró ubicarse entre los diez principales anotadores de la NBA, con unos promedios siderales: 34,5 puntos, 13 rebotes, 1,5 asistencias y 6 tapones en 31 minutos de media en la cancha. Con 19 años, el jugador de San Antonio Spurs ha desafiado convenciones sobre el entrenamiento de elite, priorizando no solo el desarrollo atlético, sino el trabajo sobre la mente y las emociones para soportar la presión de la alta competencia. La combinación entre técnicas orientales y entrenamiento deportivo convencional generó interés entre colegas y entrenadores que observan cómo la integración de estas prácticas podría influir en futuras generaciones.

El viaje de Victor Wembanyama al templo Shaolin permaneció documentado en imágenes, mensajes y testimonios a lo largo de su estadía, provocando una amplia cobertura internacional. La experiencia adquirió un valor simbólico por la convergencia entre la cultura deportiva occidental y una de las tradiciones más antiguas de Asia.