Patricio Ochoa, doctor: “La gente más ignorante es la que habla con más confianza”

El experto explica el efecto Dunning-Kruger, un sesgo cognitivo

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Un divulgador médico informa sobre
Un divulgador médico informa sobre inteligencia y aprendizaje (Infobae Montaje Canva)

Hablar con seguridad sobre temas difíciles sin tener conocimientos sólidos es una escena frecuente en la vida cotidiana. Es el famoso ‘cuñadismo’ y ocurre en reuniones familiares, en redes sociales y en debates públicos. Personas que nunca han leído sobre nutrición, política o economía y opinan como si fueran expertas. Lejos de ser solo un comportamiento cotidiano, tiene una explicación psicológica.

El médico y divulgador científico Patricio Ochoa, conocido en redes como @dr.patricio_ochoa, abordó este fenómeno en uno de sus videos más recientes en TikTok. Allí explicó por qué quienes menos saben sobre un tema suelen mostrarse más confiados al hablar de él.

En su publicación, Ochoa retoma una frase popular en México que resume la idea con ironía: “Hablaste con la confianza que te dio la ignorancia”. Aunque suene a broma, el divulgador aclara que existe respaldo científico detrás de esa observación.

Una estudiante implementa técnicas de
Una estudiante implementa técnicas de aprendizaje en sus estudios finales (Freepik)

El efecto Dunning-Kruger

En psicología, este fenómeno se conoce como el efecto Dunning-Kruger. Se trata de un sesgo cognitivo que describe lo que ocurre cuando una persona tiene conocimientos muy limitados sobre un tema. En lugar de dudar, cree que sabe mucho más de lo que realmente sabe.

Según explica Ochoa, cuando alguien sabe muy poco, su confianza aumenta. Esto sucede porque no cuenta con las herramientas necesarias para detectar sus propios errores o limitaciones. “No sabe lo suficiente para darse cuenta de que en realidad no sabe”, señala el divulgador. En esa etapa, la persona cree que entendió todo. Interpreta su comprensión superficial como dominio completo del tema. Esa falsa seguridad la lleva a hablar con contundencia, mostrando, en ocasiones, un cierto ego.

Sin embargo, el proceso cambia cuando el aprendizaje avanza. A medida que la persona comienza a estudiar más, ocurre algo que puede resultar desconcertante: la confianza disminuye. Esto no sucede porque sepa menos, sino porque empieza a entender la verdadera complejidad del tema, ahora que sabe más. Es en ese momento cuando surge la conciencia de lo que aún falta aprender. La persona empieza a notar los límites en su propio conocimiento y comprende que el tema es más amplio de lo que imaginaba al principio.

Ochoa explica que este descenso en la confianza no es negativo; al contrario, es una señal de avance. Implica que la persona ahora tiene más herramientas para evaluar lo que sabe y lo que no. Aparece la capacidad de reconocer errores. Con el tiempo y un aprendizaje real y profundo, la confianza puede regresar, pero ya no es la misma. No se trata de una seguridad arrogante ni de una necesidad de imponerse sobre otros, sino una confianza más tranquila que sabe reconocer también sus errores.

Según el divulgador, las personas verdaderamente inteligentes suelen hablar con mayor cuidado. Asimismo, dudan más y no tienen miedo de reconocer que un tema no lo dominan. “La mayor lección es que siempre va a haber algo más que aprender”, resume Ochoa en su explicación. Desde esta mirada, saber no significa tener todas las respuestas, sino aceptar que siempre va a existir algo más que aprender.