Se confirma un nuevo foco de gripe aviar de alta patogenicidad al analizar a “cientos de cigüeñas” muertas halladas en Getafe

Esta confirmación se suma a otras tres en las localidades de Boadilla del Monte, Arganda del Rey y Rivas-Vaciamadrid

Guardar
Se confirma un nuevo foco
Se confirma un nuevo foco de gripe aviar de alta patogenicidad al analizar a “cientos de cigüeñas” muertas halladas en Getafe (Pexels)

El Laboratorio Central de Veterinaria, adscrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, ha confirmado un nuevo brote de gripe aviar de alta patogenicidad en “cientos de cigüeñas” localizadas sin vida a la orilla del río Manzanares, cerca de los parajes de Perales del Río y La Marañona, en el término municipal de Getafe. Las aves afectadas forman parte de la corriente migratoria anual que parte del norte de Europa hacia zonas más cálidas en España y África, que fueron detectadas a finales de la semana pasada, según ha informado Europa Press.

“Muchas de ellas llegan con el virus de la gripe aviar, por lo que se producen fallecimientos en los diferentes municipios donde recalan”, recalcaron desde la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid. Esto podría justificar la existencia de otros tres focos activos en las localidades de Boadilla del Monte, Arganda del Rey y Rivas-Vaciamadrid.

Las zonas afectadas corresponden principalmente a humedales del sureste madrileño, donde se concentra la llegada de aves migratorias durante el otoño y el invierno. A pesar de que, en las últimas semanas las detecciones del virus han aumentado en 26 países europeos, según los datos de la Consejería; Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente, ha precisado que hasta ahora la gripe aviar solo ha sido detectada en aves silvestres, y que “no hay ninguna explotación avícola afectada en la región”.

Se confirma un nuevo foco
Se confirma un nuevo foco de gripe aviar de alta patogenicidad al analizar a “cientos de cigüeñas” muertas halladas en Getafe (Pexels)

Medidas de contención para evitar la circulación del virus

El hecho de que los cuatro focos detectados en las últimas semanas dentro de la capital no se haya expandido a explotaciones avícolas es una buena noticia: “Nos alegramos de que esas medidas de contención que tenemos en toda España y que estamos coordinando con el Ministerio estén funcionando”, asegura Novillo.

Asimismo, entre las medidas adoptadas se encuentra la prohibición de criar aves al aire libre y la obligatoriedad de registrar las explotaciones avícolas no comerciales o familiares. Además, la Comunidad de Madrid colaborará con los municipios en la vigilancia y control sanitario de aves en parques y jardines.

Aun así, la confirmación de estos casos ha sido remitida tanto a la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) como a los ayuntamientos afectados, solicitando la inmediata aplicación de recomendaciones preventivas. Estas se extienden a los municipios de Alcorcón, Campo Real, Leganés, Loeches, el sur de Madrid capital, Majadahonda, Mejorada del Campo, Morata de Tajuña, Móstoles, Pinto, Pozuelo de Alarcón, San Martín de la Vega, Velilla de San Antonio y Villaviciosa de Odón.

Las autoridades regionales señalan que estas actuaciones forman parte del protocolo iniciado desde finales de septiembre, tras las primeras señales de circulación del virus en la zona metropolitana.

Más de 400.000 gallinas sacrificadas en octubre

El mayor brote de gripe aviar, que se ha detectado en la Comunidad de Madrid desde la activación del protocolo, se localizó en una explotación ganadera de Valdemoro donde se sacrificaron a más de 400.000 gallinas con el fin de contener la propagación del virus, según informó Telemadrid.

También se registraron casos de influenza aviar altamente patógena en aves silvestres halladas en un parque de Alcobendas, así como focos adicionales en Móstoles y Alcorcón. Ante esta situación, las autoridades regionales decidieron activar un protocolo especial de salvaguarda y vigilancia, que incluyó a los municipios afectados y a otras localidades de su entorno. Esta estrategia busca limitar el avance del virus y maximizar el control epidemiológico en poblaciones avícolas y aves silvestres.