Cinco plantas que debes podar en noviembre para que florezcan con más fuerza

Realizar una poda adecuada en el momento mejora el aspecto del jardín y fortalece la estructura de las plantas, evitando roturas y favoreciendo su desarrollo natural

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Imagen recurso de persona podando
Imagen recurso de persona podando (Freepik)

Noviembre marca el momento ideal para sacar las tijeras de jardín y preparar las plantas para el invierno. La poda no es solo una cuestión estética: es una tarea esencial para mantener la salud, la forma y la productividad de cada especie. Al eliminar ramas muertas, secas o enfermas, se controla el crecimiento, se previenen plagas y se estimula una floración o fructificación más vigorosa en la próxima temporada.

Existen distintos tipos de poda según la necesidad de la planta. La de formación, por ejemplo, se aplica en ejemplares jóvenes para guiar su estructura. La de mantenimiento y saneamiento se encargan de retirar las partes dañadas o enfermas. Mientras, las podas de floración o fructificación buscan mejorar la calidad y cantidad de flores y frutos. En plantas más envejecidas, la poda de rejuvenecimiento ayuda a recuperar el vigor y a estimular un nuevo crecimiento.

Realizar una poda adecuada en el momento mejora el aspecto del jardín y fortalece la estructura de las plantas, evitando roturas y favoreciendo su desarrollo natural. Aunque, a parte de conocer los diferentes tipos de poda, es necesario saber que no es una acción matemática: siempre hay que atender a las necesidades individuales de cada planta antes de realizar cualquier acción, ya sea el estado actual de la misma, la especie, y muchos otros factores.

Sabiendo esto, a continuación se detalla qué cinco especies conviene podar en noviembre, normalmente realizando una poda de mantenimiento y saneamiento, y cómo hacerlo correctamente para que florezcan con más fuerza en primavera:

Árboles frutales

Noviembre es un buen momento para empezar la poda de algunos árboles frutales como manzanos, perales, frambuesos, grosellas y arándanos, aunque es importante evitarlo si vives en zonas muy frías para que las heridas no se infecten con hongos o se dañen por heladas, ya que las cicatrizaciones tardan en curar hasta la primavera. La poda en esta época sirve principalmente para la limpieza y para quitar ramas enfermas o rotas.

Rosas

En el caso de las rosas, se recomienda hacer una poda de mantenimiento o “limpieza” para eliminar ramas muertas o enfermas y flores marchitas, preparando la planta para el invierno. La poda principal y más profunda se realiza a finales de invierno o principios de primavera, ya que las heridas tardan más en cicatrizar si se hace una poda fuerte con el frío.

“Se pueden acortar los tallos sanos aproximadamente un tercio, pero la poda estructural principal debe dejarse para principios de primavera, cuando la rosa esté lista para un recorte más sustancial” recomienda un experto según Country Living.

Hortensias de floración estival

“Evite podar las hortensias de floración primaveral en esta época, ya que forman sus capullos florales en madera vieja y podarlas ahora eliminaría las flores del próximo año” explica el experto. Aunque no ocurre lo mismo con las hortensias de floración estival, que también pueden podarse ahora. Así se eliminan las flores marchitas y los tallos viejos y leñosos para estimular el crecimiento del próximo año.

De estas formas, nuestras plantas estarán más saludables

Variedades de clemátide de floración tardía

En noviembre simplemente hay que retirar las flores marchitas y podar todos los tallos a la mitad o cortar los tallos secos justo por encima de una yema, según el estado de la planta. Luego, en la poda principal, sobre febrero o marzo, se recomienda podar los tallos a una altura de entre 20 y 50 cm del suelo, o hasta el par de yemas más bajas y sanas. No hay que adelantarse: podar de manera extrema ahora podría acabar con la planta.

Lavanda

La poda en esta época del año es necesaria para evitar que se vuelva leñosa, mantener su forma compacta y asegurar una buena floración el próximo año. El experto recomienda podar aproximadamente un tercio de la planta: “Evite cortar los tallos leñosos viejos, ya que podrían no rebrotar, y concéntrese en los brotes verdes y tiernos. El mantenimiento regular ahora garantiza brotes fuertes y fragantes la próxima temporada y reduce el riesgo de que la planta se vea desaliñada o rala”, añade.