Cada vez son más quienes empiezan a evitar introducir productos ultraprocesados en el carrito de la compra. Para ellos, aprender a cocinar alternativas en casa puede ser una solución maravillosa, no solo más saludable y natural que las opciones industriales, sino además mucho más económica que productos orgánicos o ‘bio’ que podemos encontrar en las tiendas. Sucede, por ejemplo, con los fiambres y embutidos, productos que suelen actuar como salvavidas en desayunos, bocadillos de media mañana y cenas y que, en realidad, son muy sencillos de recrear en casa.
Pueden prepararse de miles de maneras, con diferentes carnes y con sabores o añadidos especiales, aunque hoy hablaremos de una de las versiones más básicas y sencillas, a la vez que deliciosas. Se trata de un fiambre casero a base de pechuga de pollo, la cual moleremos hasta formar una pasta a la que daremos forma con papel film. Todo ello, condimentado por supuesto con las especias que más nos gusten, irá directo a la olla, cocinándose al vapor o hervido hasta obtener esa textura típica de embutido.
Una vez listo, solo quedará esperar para que el fiambre se enfríe por completo y esté listo para cortar en finas lonchas y servir. Quedará de maravilla en sándwiches y bocadillos, también en ensaladas, en una tabla de embutidos, como aperitivo... Las opciones son casi infinitas para una receta que, además, podemos adaptar a nuestras preferencias añadiendo las especias que más nos gusten.
Receta de fiambre de pollo casero
Hacer este fiambre conlleva un proceso muy sencillo, en el que la carne es procesada y aliñada para, posteriormente, darle forma y cocción. El resultado es un embutido compacto, fácil de cortar en finas lonchas, saludable y adaptable a los ingredientes que tengamos disponibles.
Tiempo de preparación
- Preparación de la mezcla: 10 minutos
- Formado del fiambre: 5 minutos
- Cocción: 35 minutos
- Enfriado y reposo: mínimo 2 horas
Tiempo total estimado: 2 horas y 50 minutos (incluyendo el reposo en frío)
Ingredientes
- 500 g de pechuga de pollo (puede ser molida o entera)
- 1 huevo
- 2 cucharadas de pan rallado
- 1 diente de ajo picado o ajo en polvo
- 1 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce (opcional)
- 1 cucharadita de mostaza (opcional)
- 1 cucharada de perejil fresco picado (opcional)
- Papel film (plástico de cocina)
Cómo hacer fiambre de pollo casero, paso a paso
- Procesa la pechuga de pollo (si es entera) hasta obtener una pasta uniforme.
- Mezcla el pollo con el huevo, pan rallado, ajo, sal, pimienta, pimentón, mostaza y perejil en un bol. Amasa hasta lograr una mezcla homogénea.
- Extiende un trozo grande de papel film sobre una superficie y coloca la mezcla en el centro.
- Dale forma cilíndrica, enrollando con el papel film y apretando bien. Asegúrate de girar y atar los extremos del film para evitar que entre agua durante la cocción.
- Lleva agua a ebullición en una olla grande. Cuando hierva, reduce a fuego medio y coloca el rollo de pollo sumergido en el agua. Coloca una tapa encima si es necesario para que el fiambre se mantenga sumergido.
- Cocina durante 30-40 minutos.
- Tras la cocción, retira del agua y deja enfriar a temperatura ambiente.
- Refrigera al menos 2 horas antes de retirar el film y cortar en lonchas.
- Guarda bien envuelto en film o recipiente hermético.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Esta receta rinde para 6-8 porciones (dependiendo del grosor de las rodajas).
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
- Aporte calórico aproximado: 90-110 kcal por porción
- Bajo contenido en grasas saturadas
- Fuente de proteínas magras (16-18 g por porción)
- Bajo en carbohidratos
- Libre de conservantes industriales
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El fiambre de pollo casero se conserva en la nevera, bien envuelto o en un envase hermético, hasta por cinco días. No se recomienda congelar una vez cocido, ya que su textura puede cambiar.