Fractura total en Eurovisión: Irlanda anuncia que abandonará el Festival si se mantiene la participación de Israel

La RTÉ ha dado un paso más en sus presiones a la Unión Europea de Radiodifusión y ha anunciado su intención de retirarse del certamen si no se expulsa a la delegación hebrea

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Bambie Thug, representante de Irlanda
Bambie Thug, representante de Irlanda en Eurovisión 2024. (REUTERS/Leonhard Foeger)

A falta de tres meses para que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) tome una decisión sobre la participación de Israel en Eurovisión 2026, Irlanda ha dado un paso más en sus presiones a la organización anunciando que se retirará del certamen si no se expulsa a la televisión hebrea Kan.

La radiodifusora pública del país, RTÉ, ha emitido un comunicado en el que condiciona su presencia en el certamen a la exclusión de Israel. La decisión, comunicada este jueves 11 de septiembre, responde a motivos humanitarios y de libertad de prensa vinculados al conflicto en Gaza, y se suma a una ola de presión política que podría transformar la próxima edición del festival en una de las más polémicas de su historia.

RTÉ ha sido clara en su postura: “RTÉ considera que la participación de Irlanda sería inconcebible dada la continua y atroz pérdida de vidas en Gaza. RTÉ también está profundamente preocupada por el asesinato selectivo de periodistas en Gaza, la negativa de acceso a periodistas internacionales al territorio y la situación de los rehenes que aún permanecen allí”, ha declarado el director general Kevin Bakhurst.

La cadena pública subraya que la decisión final sobre la presencia irlandesa dependerá de la postura que adopte la Unión Europea de Radiodifusión (EBU, por sus siglas en inglés), organizadora del evento, y que se hará pública tras la asamblea general prevista para diciembre de 2025.

Yuval Raphael, representante de Israel
Yuval Raphael, representante de Israel en Eurovisión 2025. (Europa Press)

La argumentación de RTÉ se apoya en la gravedad de la crisis humanitaria en Gaza y en la preocupación por la libertad de prensa. La emisora ha señalado el impacto de la violencia sobre la población civil y el periodismo, así como la falta de acceso de medios internacionales a la zona, como factores determinantes para considerar inaceptable la participación junto a Israel. Además, la situación de los rehenes en el enclave palestino figura entre los motivos esgrimidos por la radiodifusora irlandesa.

El contexto institucional refuerza la trascendencia de la advertencia irlandesa. Tras la asamblea general de la UER celebrada en julio, varios miembros expresaron inquietud por la presencia de Israel en el certamen. RTÉ, junto a las televisiones de España (RTVE) y Eslovenia (RTVSLO), solicitó consultas formales a la UER sobre este asunto. En respuesta, la organización extendió hasta diciembre la posibilidad de que los países se retiren sin penalización, un plazo que marca el horizonte para la decisión definitiva de Irlanda y otros miembros. En su escrito, RTÉ ha agradecido públicamente a la UER por el proceso de diálogo y la flexibilidad ofrecida.

La postura de Irlanda ha encontrado eco en otros países europeos. Islandia, a través de su ministra de Asuntos Exteriores, ha dejado abierta la puerta a una retirada si Israel permanece en la competición. Eslovenia ha ido más allá, solicitando formalmente la exclusión de Israel y advirtiendo de un posible boicot si la petición no prospera. España, por su parte, ha manifestado su rechazo a la “normalización” de la presencia israelí en eventos internacionales. “No podemos normalizar la participación de Israel en eventos como Eurovisión”, afirmó el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. El gobierno español mantiene la opción de retirada sobre la mesa, aunque la decisión final corresponde a la radiodifusora pública RTVE, que ya ha anunciado que esperará a la asamblea de diciembre para tomar una decisión firme, por lo que ahora “todas las posibilidades están abiertas”, según declaró la directora de Comunicación y Participación del ente, María Eizaguirre.

Julia Varela y Tony Aguilar hacen referencia a las víctimas civiles en Gaza durante la presentación de Israel en la segunda semifinal de Eurovisión 2025. (RTVE)

En sentido contrario, Alemania e Italia han sugerido que podrían abandonar el certamen si Israel es excluido, argumentando que tal medida supondría una politización contraria a la neutralidad de Eurovisión. El director general de la radiodifusora pública de Austria, país anfitrión de la próxima edición, también ha expresado su apoyo a la participación israelí. Este cruce de posturas refleja la magnitud de la controversia y anticipa un escenario de fractura sin precedentes en la historia reciente del festival.

Tensiones crecientes

Las tensiones en torno a la presencia de Israel en Eurovisión no son nuevas. En las ediciones de 2024 en Malmö (Suecia) y 2025 en Basilea (Suiza), se registraron protestas multitudinarias en las ciudades anfitrionas, con manifestaciones que reclamaban la exclusión de la delegación israelí. Estas movilizaciones han intensificado el debate sobre el papel del certamen como espacio de representación cultural y política en Europa.

La edición número 70 de Eurovisión está programada para mayo de 2026 en Viena, Austria, tras la victoria del representante austríaco JJ con la canción Wasted Love en Basilea. Irlanda, que compite en el festival desde 1965 y ostenta siete victorias, fue representada en la última edición por Emmy con el tema Laika Party. La decisión sobre su continuidad en el certamen dependerá del desenlace de las negociaciones en el seno de la UER, que agrupa a los principales medios públicos de la región.

A medida que se acerca la fecha límite para la resolución de la UER, el ambiente en torno a Eurovisión 2026 se vuelve cada vez más incierto. El festival se enfrenta a la posibilidad de una de las mayores crisis políticas de su historia, con la comunidad eurovisiva pendiente de un desenlace que podría redefinir el futuro del certamen.