Un lince ibérico en Madrid: la región detecta el primer ejemplar, se llama Uraclio y merodea por pueblos del este

Durante casi dos semanas, un lince ibérico ha recorrido diversos municipios del este de la Comunidad de Madrid. Su presencia marca un hito en la recuperación de la especie.

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Ejemplar de lince ibérico. (Miteco)
Ejemplar de lince ibérico. (Miteco)

Durante años, el lince ibérico (Lynx pardinus) ha sido símbolo de la lucha por la conservación de la fauna en la península ibérica. A principios del siglo XXI, la situación era crítica: apenas quedaban 94 ejemplares en libertad, repartidos en contadas zonas del sur de España. Sin embargo, gracias a programas de cría en cautividad, reintroducción y protección del hábitat, la población ha crecido notablemente. En 2024 se censaron unos 2.400 linces entre España y Portugal, de los cuales más de 2.000 habitan territorio español.

Aun así, sigue siendo una especie en situación vulnerable. La pérdida de hábitat, la escasez de presas, los atropellos y la caza furtiva continúan siendo amenazas críticas. Por eso, la reciente detección de un ejemplar de lince en la Comunidad de Madrid ha generado sorpresa y entusiasmo entre expertos y autoridades.

Uraclio, un visitante inesperado

Se trata de Uraclio, un joven macho de dos años procedente de Guadalajara, que ha sido identificado por las autoridades ambientales tras merodear durante al menos dos semanas por varios municipios del este madrileño: Villalbilla, Corpa, Los Santos de la Humosa y Anchuelo. Es la primera vez en muchos años que se registra la presencia de un lince ibérico en esta comunidad.

El animal fue rastreado por técnicos de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal junto a los agentes forestales de Madrid, en colaboración con la Junta de Castilla‑La Mancha. Confirmaron que Uraclio se encuentra en buen estado físico y ha encontrado en la región condiciones favorables con abundancia de conejos, zonas de matorral mediterráneo y poco tráfico rodado en ciertos tramos, factores clave para su supervivencia.

Un ejemplar de lince ibérico.
Un ejemplar de lince ibérico. (Antonio Liébana / WWF)

Una especie en lenta recuperación

La mejora del estado del lince ibérico es uno de los casos más destacados de recuperación de una especie en peligro en Europa. A principios de los años 2000, su situación era crítica: apenas quedaban un centenar de ejemplares en libertad y estaba catalogado como especie en “peligro crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, en las últimas dos décadas, un esfuerzo coordinado entre administraciones públicas, organizaciones conservacionistas y programas europeos de conservación ha logrado revertir esta tendencia.

Actualmente, se estima que la población de linces supera los 2.000 ejemplares, lo que ha permitido reclasificar al animal como “vulnerable”. Andalucía, especialmente en Doñana y Sierra Morena, alberga núcleos estables, a los que se han sumado otras zonas como Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia o incluso algunos proyectos piloto en Castilla y León y el Levante.

Aun así, las amenazas persisten. Solo en 2024 se registraron más de 200 muertes de linces, muchas de ellas causadas por atropellos. La fragmentación del hábitat, la escasez de presas naturales en algunas zonas y el impacto humano continúan siendo retos para su conservación. Por eso, las medidas de prevención, los pasos de fauna y la sensibilización ciudadana siguen siendo fundamentales.

Primera suelta de lince ibérico en Palencia. (WWF)

Madrid, ¿un nuevo hábitat potencial?

Aunque la Comunidad de Madrid no cuenta hoy con poblaciones estables, algunas zonas como El Pardo o la Sierra Norte podrían reunir las condiciones necesarias para un plan de reintroducción. La presencia de Uraclio ha puesto en valor estos espacios y ha servido como recordatorio de la importancia de conservar corredores ecológicos entre regiones.

Además, su aparición tiene un valor simbólico: demuestra que la conectividad entre hábitats naturales está funcionando, y que los esfuerzos por ampliar el rango del lince ibérico están dando sus frutos.

Por ahora, Uraclio sigue su camino, pero su breve estancia en Madrid deja una puerta abierta al optimismo. La esperanza de que este icónico felino vuelva a asentarse en más regiones de España está cada vez más cerca de hacerse realidad.