El Atlético remonta al Feyenoord y espanta sus viejos fantasmas en Champions

Morata y Griezmann ponen los goles y Oblak los milagros para dejar en un susto la rebelión del conjunto neerlandés y certificar una agónica y sufrida victoria

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Griezmann y Morata celebran el
Griezmann y Morata celebran el tercer gol del Atlético ante el Feyenoord (REUTERS).

De sobra conocido es que el Atlético está abonado al sufrimiento. Sus aficionados lo saben, pero lo aceptan y conviven con ello como quien lo hace con una mascota no deseada. El umbral del dolor rojiblanco alcanza su cenit cuando el balón de LaLiga cambia por el de las estrellas y suenan los acordes de la Champions, competición que guarda los capítulos más dramáticos de la historia del club rojiblanco. Ante el Feyenoord parecía que una nueva página de los horrores se escribiría, pues hasta en dos ocasiones se pusieron por delante los neerlandeses, pero Morata por partida doble y Griezmann sofocaron la sublevación y certificaron el primer triunfo europeo de la temporada para los de Simeone.

El partido se disputó este miércoles, pero el Atlético lo lleva jugando más de un año. Concretamente, desde el 13 de septiembre de 2022, fecha en la que visitó al Bayer Leverkusen en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions. El cuadro teutón superó a un Atlético que no compareció en Alemania y vio como despertaron unos fantasmas con los que convivió toda la fase de grupos y no consiguió espantar hasta este miércoles. El partido fue un Déjà vu para la parroquia rojiblanca. Por lo vivido la temporada pasada y lo sufrido en la primera jornada de esta Champions ante La Lazio.

Griezmann reina dentro del caos

El Feyenoord acabó el partido como lo hizo el cuadro romano hace dos semanas. Con un saque de esquina favorable al que se sumó su portero. Los murmullos se escuchaban en la grada del Metropolitano antes de que se botara el saque de esquina. “Esto ya lo hemos visto” parecía decirle un hijo a su padre cuando enfocaba la realización. Aunque afortunadamente para él y las 61.000 almas congregadas en el Metropolitano, el final fue diferente. No sin sufrimiento, ya saben el Atlético es su socio número uno. Con media hora aún por disputarse y el resultado a favor, Simeone retiró a Lino y dio entrada a Galán. Jugador por jugador. Posición por posición, pero diferentes prestaciones. El exjugador del Celta, de un corte más defensivo que el brasileño, tenía clara su misión: no descuidar la defensa.

Un cambio que fue una declaración de intenciones. Arnet Slot lo interpretó y movió ficha. Refrescó las tres líneas y retiró un centrocampista para dar entrada a un delantero. Toda la carne al asador. Aculó al Atlético, pero no fue suficiente. El técnico neerlandés inició supliendo la falta de su goleador, Santi Giménez, apuntalando su centro del campo con la entrada en el centro de Zerrouki. El Atlético salió sin hacerlo de verdad. Impreciso, temeroso, sin dar tres pases seguidos y por debajo en el marcador a las primeras de cambio. Un remate de Uueda rebotaba en Oblak y en Hermoso para colarse en la red.

La delantera salva a la defensa, la antítesis del cholismo

La reacción fue inmediata. Inició en las botas de Rodrigo de Paul y acabó, revisión del VAR mediante en las de Morata. Todo comenzó en un Saúl en claro fuera de juego. Trauner se lanzó a cortar el pase y dejó la pelota muerta para que el delantero español solo tuviese que empujar el balón. El Atlético pudo tomar ventaja, pero Trauner cortó un pase de la muerte de Nahuel dirección Morata. Los minutos fueron pasando y llenando la barriga de los rojiblancos que bajaron el ritmo hasta que un bofetón les volvió a despertar. Hancko remató el saque de una falta, Oblak hizo un milagro evitando el gol en primera instancia, pero el rechace le cayó de nuevo al futbolista del Feyenoord.

De pronto, los de Slot despertaron y pusieron en aprietos al Atlético. Fueron sus mejores minutos. Los de Simeone no daban señales de vida y pedían a gritos el descanso, pero el fútbol es tan caprichoso que quiso darle una vida extra a los colchoneros. Griezmann se sacó una chilena y empató el partido un segundo antes de consumarse los tres minutos de tiempo añadido. Justo después del descanso, Morata, elegido MVP del partido, ponía por primera vez en ventaja a los suyos. Remató a placer un centro que salió de las botas de Nahuel gritando ‘gol’. Excelente rendimiento del argentino otro partido más. El Feyenoord no se rindió, pero detrás de la débil defensa rojiblanca se encuentra el muro levantado por Oblak. Salvó el esloveno y celebró el Metropolitano que empieza a coser la herida de la pasada Champions y dejar de escuchar su himno como si de un réquiem se tratase.