El particular saludo de Enzo Pérez a Marcos Rojo después del primer gol de River en el Superclásico

River Plate se quedó con el Superclásico al derrotar 2-0 a Boca Juniors en la Bombonera y así quedarse con los dos choques que se disputaron en el año. Correspondiente a la séptima jornada de la Copa de la Liga, los dirigidos por Martín Demichelis aprovecharon la decisión de Jorge Almirón en preservar a los usuales titulares para el encuentro de vuelta frente al Palmeiras del próximo jueves y se llevaron tres importantes puntos de la cancha del Xeneize para seguir en lo alto de la Zona A.

La primer polémica de la tarde se generó en la apertura del marcador por un supuesto codazo de Paulo Díaz sobre Marcelo Weigandt en la jugada previa. El árbitro Andrés Merlos no consideró infracción, Enzo Pérez recibió en el borde del área, sacó un potente remate que rebotó en la rodilla de Salomón Rondón y descolocó a Sergio Romero que quedó lejos de tapar el disparo. El venezolano comenzó a correr hacia el banderín del córner mientras que el capitán del Millonario lo gritó a su manera antes de abrazarse con Milton Casco y sumarse a la celebración grupal.

El volante mendocino arrancó la caminata hacia la mitad de la cancha y se acordó que en uno de los costados de la cancha estaba su amigo Marcos Rojo junto a Nicolás Figal. Enzo automáticamente miró hacia el sector donde observaba el defensor central, lo señaló y le tiró unos besos para gastarlo con la ventaja parcial de River. El zaguero se acercó al camarógrafo de la mitad de la cancha para revisar la infracción al inicio de la acción de gol y le reclamó a uno de los jueces de línea antes de ser echado por Merlos.

Pérez y Rojo se conocieron en Estudiantes de La Plata, donde ganaron todo. Luego coincidieron en la Selección. El mediocampista quería darle continuidad al vínculo con la camiseta blanca y roja. Sin embargo, su gestión no alcanzó y quedaron enfrentados... Literalmente. “Enzo se enojó, estuvo enojado, peleado, porque fui a Boca, él quería que fuera a River. Yo le decía: ‘Enzo, ¿sos boludo?’ En la cancha nos matamos. Yo le pegué a propósito, me cagaba de risa, pero él estaba enojado en serio”, narró en el Líbero Versus en abril del corriente año.

La relación estuvo rota durante un largo tiempo hasta que unas vacaciones en las que coincidieron cerró la grieta. “Con mi familia teníamos cinco días y nos fuimos a Bariloche. Estábamos en el hotel, me registro y me dicen, ‘está Enzo Pérez’. Fuimos a cenar al hotel y estaban él con su familia. Charlamos toda la noche, dijimos las cosas que teníamos que decirnos y la amistad volvió”, comentó el central. Aunque a Marcos no le tocó jugar en esta oportunidad, una vez más la última risa la tuvo Enzo.