A los 33 minutos del encuentro entre River y Talleres de Córdoba se vivió una de las acciones más insólitas de la actual Superliga con la anotación que celebró Ignacio Fernández y significó el 2-0 en el encuentro.
Enzo Díaz le hizo un foul a "Nacho" Fernández en el sector derecho del terreno y se ganó la tarjeta amarilla. A partir de allí, se desató una acción más que polémica: anotó una especie de "gol fantasma" que las cámaras de televisión no llegaron a mostrar en la imagen original, pero sí capturaron para la repetición.
Mientras Silvio Trucco anotaba en su tarjeta el nombre del amonestado, el futbolista del "Millonario" se paró rápido del piso, levantó la cabeza y sacó un preciso remate que se metió por encima del arquero Guido Herrera, quien se encontraba dándole indicaciones a sus compañeros sin percatarse que el rival estaba por reiniciar el juego.
Trucco quedó un tanto desconcertado pero miró al juez de línea y convalidó la anotación de Fernández, que también había celebrado el primero del encuentro.
Ese gol no fue válido porque el árbitro debía autorizar la reanudación del partido con el silbato o la mano. El juez, según la regla 5 del reglamento de la IFAB 2018/19, debe supervisar e indicar el reinicio de las acciones. En este caso, él estaba anotando al amonestado y cuando levantó la vista vio que el pateador ejecutó el tiro libre.
La regla mencionada anteriormente dice claramente que la forma de indicar la renaduación es con la mano, el silbato o la voz; y eso nunca sucedió.
Seguí leyendo:
"El estupendo gol de tiro libre de una arquera debutante en el partido entre Platense y El Porvenir"
"El debut soñado de un juvenil de Patronato: entró y marcó un gol en la primera que tocó"