Marcha atrás con las multas y sanciones a adultos mayores de 70 años en la Ciudad

Si no tienen el permiso para circular, los efectivos policiales les pedirán que vuelvan a sus casas. En un principio se había dicho que los infractores tenían que hacer tareas comunitarias

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Los mayores de 70 años, el grupo más vulnerable de la sociedad
Los mayores de 70 años, el grupo más vulnerable de la sociedad

Luego de la puesta en marcha de un polémico permiso para que los adultos mayores de 70 años puedan circular por la Ciudad de Buenos Aires, a partir de este lunes, y los duros cuestionamientos que hizo sobre la medida el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, el Gobierno porteño dio marcha atrás con la medida y aclaró que no habrá multas ni sanciones.

“No los vamos a multar ni a controlar: los estamos cuidando. Y los estamos acompañando, brindándoles ayuda para que no les falte nada”, explicaron los funcionarios porteños en un comunicado al que accedió Infobae.

“Esta es una medida disuasoria, porque en esta pandemia lo más recomendable es que se queden en sus casas. Si encontramos en la calle a un adulto mayor sin el permiso le vamos a pedir que vuelva a su casa, solo eso”, aclararon ante las críticas que despertó el anuncio.

A partir del lunes, los mayores de 70 deberán solicitar un permiso para circular por la Ciudad
A partir del lunes, los mayores de 70 deberán solicitar un permiso para circular por la Ciudad

En un principio se había dicho que si el infractor presentaba una conducta reincidente iba a tener que hacer algún tipo de trabajo comunitario. En la calle el control lo harán agentes a través de celulares con el DNI del adulto, único documento requerido.

En la Ciudad de Buenos Aires viven más de 650.000 adultos mayores de 65 años, de los cuales cerca del 70% vive solo en hogares monogeneracionales (donde todos los convivientes tengan más de esa edad). Los que tienen más de 70 años y necesitarán el permiso son 490.000. Las nuevas medidas se apoyan en tres ejes: que los adultos mayores no puedan salir, que no quieran salir y que no tengan que salir.

“De las muertes por coronavirus, 8 de cada 10 son adultos mayores. No podemos ponerlos en riesgo. Insisto: tenemos que cuidarlos”, enfatizaron desde el Gobierno porteño.

El permiso que obtengan los mayores de 70 solo tendrá validez para un día determinado, aunque hay excepciones: si salen para el cobro de la jubilación, hacer tratamientos médicos y aplicarse vacunación no será exigible. Tampoco hay límite en cantidad de permisos ni por persona ni por mes.

Los propietarios de un comercio o actividad ya exceptuada (almacenes de barrio o farmacias, entre otros) tampoco no necesitan el permiso. El permiso será obligatorio para residentes y no residentes.

Para desplazarse con el fin de realizar pagos o trámites en locales de pago tipo RapiPago o Pago Fácil será obligatorio contar con el permiso. El trámite es telefónico, y deberán hacerlo llamando al 147.

Para que los adultos mayores no necesiten salir de sus casas existen iniciativas de apoyo como el programa “Mayores Cuidados”, de asistencia telefónica y presencial para hacer compras en farmacias y comercios de proximidad y el paseo de sus mascotas, entre otras necesidades. Este programa vincula a voluntarios con adultos mayores que los necesitan para ayudarlos. Los adultos mayores que se registraron fueron 5.951 y la cantidad de voluntarios, 34.346. Hasta el momento se formaron 3.124 parejas.

La policía será la encargada de verificar si los adultos cuentan con los permisos para circular
La policía será la encargada de verificar si los adultos cuentan con los permisos para circular

Pero además, la Ciudad firmó un convenio con el SUTERH para que los encargados de edificios asistan a las personas mayores de 60 años y/o población de riesgo, con tareas que cubran sus necesidades básicas como compra de remedios, agua o comida.

El resguardo y distanciamiento físico para adultos mayores de 70 años también contempla el acompañamiento afectivo y social para que no se sientan solos al estar tanto tiempo sin salir. Es un plan de cooperación entre el Estado y la comunidad para lograr una red de cuidado que involucra a familiares, vecinos, encargados de edificios, y también organizaciones de sociedad civil y el Estado, como centros de jubilados, capillas, parroquias y hogares. Todo se organiza alrededor de las necesidades del adulto mayor dependiendo de los contextos de vida de cada uno.

El objetivo es elevar las “barreras de salida” a la calle y a la vez que los adultos mayores tengan alternativas frente a sus necesidades, como la compra de alimentos y medicamentos, entre otras.

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