
La medida se produce cuando Estados Unidos aumenta sus fuerzas en el Caribe como parte de una campaña de presión contra Nicolás Maduro, líder de Venezuela.
Estados Unidos incautó un buque petrolero frente a las costas de Venezuela, en una dramática escalada en la campaña de presión del gobierno del presidente Donald Trump contra Nicolás Maduro, el líder de Venezuela.
Estados Unidos incautó el miércoles un petrolero frente a la costa de Venezuela, una dramática escalada en la campaña de presión del presidente Donald Trump contra Nicolás Maduro, el líder de Venezuela.
Trump anunció la operación en la Casa Blanca, antes de un acto sobre un nuevo programa de visados de lujo, y dijo que se trataba de "un gran petrolero, muy grande", añadiendo que "están ocurriendo otras cosas."
Cuando le preguntaron por el petróleo del barco, Trump dijo: "Bueno, nos lo quedamos, supongo". Se negó a decir a quién pertenecía el buque petrolero. "Fue incautado por una muy buena razón", añadió.
Tres funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato para describir la operación, dijeron que el barco transportaba petróleo venezolano. Dijeron que no hubo resistencia por parte de la tripulación ni bajas.
La operación fue la más reciente táctica de un esfuerzo militar en expansión para exprimir a Venezuela y presionar a Maduro, a quien Trump ha etiquetado como jefe de una organización terrorista. Desde septiembre, Estados Unidos ha lanzado más de 22 ataques conocidos contra barcos en la región, en los que han muerto más de 80 personas. El gobierno de Trump insiste, sin aportar pruebas, en que los barcos trafican con drogas. Los expertos jurídicos afirman que los ataques pueden violar el derecho internacional.
El miércoles por la noche, la fiscala general Pam Bondi publicó en las redes sociales un video en el que se veía a fuerzas armadas estadounidenses descendiendo en rápel desde un helicóptero a la cubierta del petrolero. El video no pudo verificarse de forma independiente.
Bondi dijo que en la operación participaron el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y la Guardia Costera, con el apoyo del Pentágono. Dijo que el petrolero se había utilizado para transportar "petróleo sancionado" procedente de Venezuela e Irán.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que esperaban incautaciones adicionales en las próximas semanas como parte de los esfuerzos para debilitar al gobierno de Maduro socavando su mercado petrolero.
Uno de los funcionarios identificó el petrolero como una embarcación llamada Skipper, y dijo que transportaba petróleo venezolano de Petróleos de Venezuela, la empresa estatal conocida como PDVSA. El funcionario dijo que el barco había estado vinculado anteriormente al contrabando de petróleo iraní, un mercado negro mundial que el Departamento de Justicia lleva años investigando. El buque navegaba con la bandera de otra nación latinoamericana en la que no estaba registrado, dijo el funcionario, y su destino final era Asia.
Un juez federal emitió una orden de incautación hace aproximadamente dos semanas debido a las actividades previas del barco en el contrabando de petróleo iraní, no por sus vínculos con el gobierno de Maduro, dijo el funcionario. Los fiscales han dicho que Irán utiliza el dinero generado por las ventas de petróleo para financiar a su ejército y al Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos, que Estados Unidos ha designado entidad terrorista.
No estaba claro si la orden judicial se refería al barco, al petróleo o a ambos, ni a quién pertenecería todo lo incautado que no estuviera cubierto por la orden. La orden y sus detalles están sellados. La Casa Blanca no respondió inmediatamente cuando se le preguntó si Estados Unidos tenía autoridad legal para quedarse con el petróleo.
El gobierno venezolano no respondió a una solicitud de comentarios. La Armada, la Guardia Costera, el Mando Sur y el Pentágono declinaron hablar del episodio, remitiendo las preguntas a la Casa Blanca.
Venezuela depende del petróleo de manera excepcional, lo que hace que este tipo de incautaciones sean potencialmente perjudiciales para la frágil economía del país. El petróleo representa la mayor parte de los ingresos por exportaciones de la nación. A su vez, el gobierno de Venezuela gasta gran parte de los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo en importar artículos de primera necesidad, como alimentos y medicinas.
Aunque se cree que Venezuela tiene colosales reservas de petróleo sin explotar, el país produce mucho menos petróleo que a principios de siglo, después de que la mala gestión, las sanciones estadounidenses y la corrupción en PDVSA mermaran la producción.
Estados Unidos fue durante mucho tiempo el mayor comprador de petróleo de Venezuela, pero las tensiones políticas han erosionado esos lazos. China compra ahora aproximadamente el 80 por ciento de las exportaciones totales de petróleo de Venezuela.
Pequeñas cantidades de petróleo venezolano se exportan a Estados Unidos, a menudo a refinerías de la costa del Golfo, y a Cuba, donde los dirigentes comunistas de la isla dependen desde hace tiempo de estos cargamentos para dar una apariencia de estabilidad económica.
En los meses recientes, Trump ha ordenado un enorme aumento de las fuerzas estadounidenses en la región, con más de 15.000 soldados y una decena de barcos en el Caribe, incluido el portaaviones Gerald R. Ford. Trump ha autorizado acciones encubiertas contra Venezuela y ha advertido que Estados Unidos podría "muy pronto" ampliar sus ataques desde barcos frente a la costa venezolana a objetivos dentro del país. Pero Trump también ha hablado recientemente por teléfono con Maduro sobre una posible reunión. El presidente dijo el miércoles que no había hablado con Maduro desde su última conversación.
El gobierno estadounidense ha desarrollado una serie de opciones para emprender acciones militares en el país, entre ellas atacar a Maduro y hacerse con el control de los campos petrolíferos del país. El presidente ha expresado repetidamente sus reservas sobre una operación para desalojar a Maduro del poder, según sus asistentes, en parte por el temor a que la operación pudiera fracasar. Trump no se ha apresurado a tomar una decisión, aunque ha mostrado especial interés en extraer parte del valor del petróleo de Venezuela para Estados Unidos.
La operación del petrolero se produjo el mismo día en que se concedió formalmente el Premio Nobel de la Paz a una disidente venezolana, María Corina Machado. No estuvo en la ceremonia del miércoles en Oslo, donde su hija recibió el premio en su nombre, pero el comité del Premio Nobel de la Paz dijo que había salido de Venezuela y viajaba a Oslo.
Colaboraron con la reportería Simon Romero y Genevieve Glatsky desde Bogotá, Colombia; Charlie Savage desde Washington; Anushka Patil y Christiaan Triebert desde Nueva York; y Carol Rosenberg desde Miami.
Tyler Pager es corresponsal del Times en la Casa Blanca, donde cubre al presidente Trump y su gobierno.
Eric Schmitt es corresponsal de seguridad nacional para el Times. Lleva más de tres décadas informando sobre asuntos militares y antiterrorismo en Estados Unidos.
Nicholas Nehamas es corresponsal en Washington para el Times, y se centra en el gobierno de Trump y sus esfuerzos para transformar el gobierno federal.
Colaboraron con la reportería Simon Romero y Genevieve Glatsky desde Bogotá, Colombia; Charlie Savage desde Washington; Anushka Patil y Christiaan Triebert desde Nueva York; y Carol Rosenberg desde Miami.
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