Especial para Infobae de The New York Times.
(Square Feet)
Cuando Digit pasa una tarde descargando las cajas de un camión articulado con un calor de más de 38 grados Celsius, sus compañeros nunca oyen que se queje. Digit es un robot humanoide azul y blanco que fue diseñado para realizar las tareas menores, arduas y peligrosas en los almacenes.
Los movimientos del robot, fundamentados en años de estudiar cómo caminan las aves, incluyen un leve balanceo de su armazón cuando está en reposo con el fin de disipar la inquietante inmovilidad que incomoda a los seres humanos. Tampoco habla debido a que la tecnología del reconocimiento de voz no está lo suficientemente avanzada.
“En vez de diseñar todo el almacén en torno a los robots, podemos construir robots que funcionen de acuerdo con nuestras condiciones, nuestros espacios y nuestros entornos”, señaló Jonathan Hurst, director de tecnología y fundador de Agility Robotics, la empresa que es responsable de Digit.
La robótica y la automatización no son nuevas para la logística; durante décadas, las bandas transportadoras, los escáneres y otras innovaciones han ayudado a automatizar y a agilizar la industria obsesionada con la velocidad. Pero en los últimos años, ha aumentado la rapidez de inversión y cambio (impulsada por el auge del comercio electrónico en la era de la pandemia, un mercado laboral restringido y una cadena de suministro inestable). Los expertos afirman que la robótica cambiará la manera en que funcionen y sean diseñados los almacenes.
“Estamos entrando a una era dorada”, señaló Tye Brady, jefe de tecnología de Amazon Robotics. Este gigante del comercio electrónico, el cual ayudó a potenciar el giro de la industria hacia la automatización en 2012 con la adquisición de la empresa de robótica Kiva Systems, ha implementado más de 500.000 unidades robóticas que incluyen a Proteus, su primer robot móvil totalmente autónomo.
Las organizaciones sindicales tienen una opinión diferente. La tecnología puede hacer que los empleos sean más estables y seguros, pero la industria está demasiado enfocada en usarla como una medida para ahorrar costos, comentó Sheheryar Kaoosji, director ejecutivo del Warehouse Worker Resource Center, una organización sin fines de lucro con sede en California.
“Siempre ha querido aminorar los costos de mano de obra y disminuir el trabajo de los seres humanos es algo que, durante décadas, la industria ha visto como una manera de ahorrar dinero”, señaló.
Según encuestas del Material Handling Institute, un grupo comercial de la industria, la implementación de la robótica en los almacenes aumentará el 50 por ciento o más en los próximos cinco años. El objetivo es tener una organización mecánica en la cual equipos de robots, manejados por un sofisticado software e inteligencia artificial, puedan trasladar cajas y productos en un entorno sin contratiempos.
“Me preocupan los propietarios que no lo implementan”, comentó Erik Nieves, director general de Plus One Robotics, una empresa que se ha asociado con Yaskawa America para llevar brazos robóticos a un centro de clasificación de FedEx en Memphis, Tennessee. “Incluso hoy en día, muchos almacenes solo tienen estantes, una carretilla y una pizarra. Simplemente, no podrán mantener el nivel”.
Las grandes empresas impacientes por estar a la vanguardia están invirtiendo miles de millones de dólares. Por ejemplo, hace poco, Walmart dio a conocer un acuerdo con Symbotic para que este implementara su sistema de bandas, recolectores y vehículos autónomos en los 42 principales centros de clasificación de la empresa.
Amazon, misma que el año pasado representaba al 38 por ciento de la inversión en robótica en la industria, anunció en abril la implementación de un fondo de 1000 millones de dólares para la innovación en el sector industrial con el propósito de apoyar a las compañías de robótica como Agility. También la empresa de supermercados Kroger ha abierto cinco de veinte almacenes que tiene planeados equipados con el sistema automatizado Ocado para empacar y despachar comestibles frescos.
Las semillas del auge de la robótica en los almacenes fueron plantadas durante la recesión de 2008, cuando los fabricantes de autos, los cuales dependen mucho de la robótica, enfrentaron una importante y prolongada recesión. Muchos innovadores actuales han trabajado en la industria automotriz y vieron que era momento de innovar en el área de la logística.
Pero a diferencia de la fabricación con líneas de ensamblaje, los almacenes requieren un grado importante de flexibilidad. No fue sino hasta hace poco que los sistemas de inteligencia artificial y visualización se volvieron lo suficientemente baratos y eficaces como para clasificar decenas de miles de productos diferentes que salen de un almacén de comercio electrónico. Este salto tecnológico es parte de una mayor aceptación de la robótica: de acuerdo con la Asociación para el Avance de la Automatización, las compras en la industria aumentaron un 28 por ciento de 2020 a 2021.
Ahora, la tecnología se está volviendo más asequible y está llegando a toda la industria, más allá de las grandes empresas como Walmart y Amazon, comentó Rueben Scriven, analista sénior en Interact Analysis que observa la automatización en los almacenes. Scriven pronostica un aumento del 25 por ciento en las inversiones en robótica y automatización tan solo en este año.
Las inmobiliarias también están invirtiendo en empresas de robótica emergentes. Por ejemplo, Prologis, un gigante de la industria con una red de almacenes a nivel global, ha invertido decenas de millones de dólares en compañías de robótica a través del fondo Prologis Ventures.
“Netflix es la única empresa que podía descifrar cómo funciona la emisión continua de videos, pero de pronto ya no”, mencionó Zac Stewart Rogers, profesor de la Universidad Estatal de Colorado que se enfoca en la logística y los almacenes y quien ve que en la industria está surgiendo una clase media usuaria de robots. “Otras compañías empezarán a seguirle los pasos a Amazon”.
Hay una demanda cada vez mayor de robots de servicio para las personas que son fabricados por empresas como Fetch y Locus. Los llamados cobots, que tal vez parezcan transportadores de recipientes Segway, van de un lado a otro por las instalaciones entre los trabajadores. Puesto que está aumentando el costo de materias primas como el acero, estos robots se vuelven más baratos y más fáciles de implementar que los sistemas de bandas transportadoras automatizadas. Algunas empresas hasta han introducido modelos de negocios de “robots como un servicio” para rentar estas máquinas a operadores de almacenes.
Muchos analistas de la industria añaden que un mayor interés por los robots se deriva de un mercado laboral restringido resultado de una alta rotación y salarios competitivos en otras áreas. La automatización es una palanca que las empresas podrían accionar para abordar el problema.
Scriven explicó que los robots no remplazarán a los trabajadores en el corto plazo, sino más bien los harán más eficientes y productivos. Los seres humanos serán los jefes del equipo que dirigirán y mantendrán a los equipos de robots.
Pero los trabajadores no han visto necesariamente ventajas en los avances relacionados con la robótica, señaló Kaoosji, el defensor de los trabajadores. Las inversiones en nuevas tecnologías tendrán que involucrar la participación de la mano de obra para garantizar que la evolución de los empleos no deje de lado a los trabajadores veteranos.
Trabajar a la velocidad de las máquinas abrumará a los empleados, comentó Kaoosji. “En esencia, se trata del problema de la banda transportadora, al igual que Lucy Ricardo con los chocolates en ‘Yo amo a Lucy’”, añadió. Si tus máquinas están marcando el ritmo de trabajo, tienes que mantener ese ritmo que la máquina ha decidido”.
Los constructores y operadores de almacenes ya están solicitando consejos sobre cómo optimizar nuevos espacios para la nueva generación de robots, aseveró James Rock, director general de Seegrid, la cual produce robots móviles autónomos que se mueven con rapidez por los pisos de los almacenes.
Rock cree que en tres o cuatro años llegarán los almacenes “sin luces” (controlados por robots las 24 horas sin la necesidad de que haya aires acondicionados ni iluminación que satisfagan las necesidades del ser humano). Ya hay muchas personas de la industria que han visto las ventajas de aumentar la eficiencia y reducir los costos y los accidentes de los trabajadores, aseveró.