El príncipe Emanuele Filiberto, nieto de Humberto II y María José de Bélgica, busca lograr que los restos de sus abuelos sean trasladados desde su actual lugar de descanso en la Abadía de Hautecombe, en Francia, para ser enterrados en el Panteón de Roma.
El Panteón, un histórico templo romano que en su día fue destinado a ser el lugar de descanso final de los monarcas italianos, se presentaría como el lugar adecuado para su sepultura, destacando la importancia simbólica de este acto.
Este gesto busca cerrar un ciclo de casi 80 años de exilio para la familia real italiana, ya que Humberto II fue obligado a dejar Italia tras la abolición de la monarquía en 1946 mediante un referéndum.
El príncipe consiguió la aprobación de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y también recibió el respaldo de otros ministros clave, como los de Defensa y el Interior, además del Vaticano. Sin embargo, aún falta el consentimiento final del presidente de Italia, Sergio Mattarella, para formalizar el traslado.
Si se autoriza, los restos de Humberto II y María José se unirían a los de otros monarcas italianos en el Panteón, como Víctor Manuel II y Humberto I, quienes ya descansan allí desde hace mucho tiempo.
La historia de Humberto II y su reinado breve
El reinado de Humberto II fue breve, tan solo 35 días, pero su historia está marcada por una serie de eventos trascendentales que dejaron una huella en la historia de Italia. Humberto II asumió el trono tras la abdicación de su padre, el rey Víctor Manuel III, en mayo de 1946.
Durante su corto reinado, Italia vivió un periodo de transición hacia la República, marcado por el referéndum que abolió la monarquía. Humberto II se vio obligado a exiliarse en Portugal tras la victoria de la República en dicho referéndum.
Aunque su reinado fue efímero, tuvo una vida activa, destacándose por su contribución a la diplomacia internacional.
El príncipe Emanuele Filiberto destacó que su abuelo jugó un papel relevante durante el conflicto, especialmente por su relación con figuras clave como Winston Churchill y Dwight D. Eisenhower.
Humberto fue reconocido por su capacidad para negociar con países extranjeros y por su influencia en la diplomacia que permitió a Italia salir razonablemente bien de la guerra.
El contexto histórico de la monarquía italiana
La monarquía italiana, bajo la Casa de Saboya, fue abolida en 1946 luego del referéndum que decidió la creación de la República Italiana. Este evento marcó el fin del reinado de la familia Saboya, que había gobernado Italia desde la unificación del país en el siglo XIX.
La decisión de abolir la monarquía fue en gran parte influenciada por el descontento con el papel del rey Víctor Manuel III durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente debido a sus vínculos con el fascismo y las leyes raciales antisemitas de Mussolini.
El exilio de la familia Saboya, encabezado por Humberto II, dejó una huella duradera en la historia del país. Sin embargo, como destacó Emanuele Filiberto, tanto él como su esposa, María José, mostraron un profundo respeto por la República Italiana.
Esto fue un punto clave en el discurso del príncipe para buscar la reconciliación histórica y el reconocimiento del legado de su familia. Filiberto subrayó que su abuela, María José, incluso fue una antifascista comprometida que apoyó a los partisanos durante la guerra.
El apoyo de figuras políticas y religiosas al regreso de los restos
El regreso de los restos de Humberto II y María José encontró apoyo tanto en figuras políticas como religiosas en Italia. El príncipe Emanuele Filiberto consiguió el respaldo de Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, así como de otros ministros clave en el gobierno.
Además, la Santa Sede también mostró su apoyo, aunque el Panteón, que no depende de la autoridad eclesiástica, requiere la autorización del Ministerio de Cultura para este tipo de decisiones.
El regreso de los restos no solo tiene un valor histórico, sino también simbólico. Filiberto considera que este acto de reconciliación permitiría cerrar un capítulo importante en la historia de Italia, marcado por la división entre la República y la monarquía.
Este gesto también se alinea con el cambio en la constitución italiana de 2002, que levantó la prohibición de que los herederos varones de la Casa de Saboya regresaran al país.
El papel actual de Emanuele Filiberto
Emanuele Filiberto de Saboya, aunque descendiente de una familia real, creó su propio camino en el ámbito político y cultural italiano. A lo largo de los años, ha intentado incursionar en la política, presentándose sin éxito a los parlamentos italiano y europeo.
Además, participó en el mundo del entretenimiento, destacándose por su aparición en el Festival de San Remo y en la versión italiana de Strictly Come Dancing.
En los últimos tiempos, Filiberto lanzó un proyecto llamado RoyaLand, que busca combinar la tradición de la realeza con elementos modernos. Este proyecto está impulsado por inteligencia artificial y busca crear una experiencia inmersiva de juegos de rol multijugador en línea, con una temática relacionada con las familias reales.
En este proyecto, Filiberto reclutó a miembros de otras casas reales, como las de Rusia, Albania, Francia, Bulgaria, Yugoslavia, Lesotho y Alemania, para crear una experiencia única que combine aspectos educativos con la emoción de los videojuegos.
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