Un robo de arte que parecía bien planeado se convirtió en un desastre en una tranquila madrugada en Oisterwijk, un pequeño pueblo en los Países Bajos. El 1 de noviembre, una serie de explosiones despertó a los vecinos del centro, quienes escucharon el sonido de una fuerte detonación seguida del estruendo de una alarma. En pocos minutos, los ladrones lograron ingresar a la galería MPV, poniendo en marcha un intento de robo audaz pero mal ejecutado.
Una vez dentro de la galería, los asaltantes dirigieron su atención a una colección de serigrafías del famoso artista pop Andy Warhol, específicamente de la serie Reigning Queens, que incluye retratos de varias reinas prominentes de la década de 1980. Sin embargo, lo que comenzó como un golpe ambicioso terminó en una huida apresurada y desorganizada, cuando los ladrones se percataron de que no podrían llevarse todas las piezas debido a la falta de espacio en el vehículo de escape.
Descripción de las obras robadas
La serie Reigning Queens es una de las últimas creaciones de Andy Warhol, desarrollada en la década de 1980. En este trabajo, inmortaliza a cuatro reinas contemporáneas mediante su distintiva técnica de serigrafía, utilizando colores vibrantes y superposiciones que resaltan la majestuosidad de cada figura. Los retratos capturan las personalidades de Isabel II del Reino Unido, Margarita II de Dinamarca, Beatriz de los Países Bajos y Ntombi Tfwala de Suazilandia en un estilo icónico y experimental, típico de la última etapa del artista.
Estas serigrafías se encontraban en exhibición en la galería MPV de Oisterwijk, en preparación para su presentación en una feria de arte en Ámsterdam. El valor de estas obras no solo radica en la fama de Warhol, sino también en la relevancia histórica de las figuras retratadas y en la técnica vanguardista que caracterizó al movimiento pop. Aunque el propietario de la galería evitó hacer comentarios específicos sobre el precio de estas piezas, un retrato similar de la reina Isabel fue subastado recientemente en Toronto por más de 850.000 dólares, según un reporte de la Casa de Subastas de Bellas Artes Heffel.
Ejecución del crimen y resultados inesperados
La operación de los ladrones parecía bien planeada, pero la falta de preparación y conocimientos técnicos los llevó a cometer errores cruciales. Tras detonar los explosivos y ganar acceso a la galería, lograron extraer las serigrafías de Warhol. Sin embargo, al intentar escapar, los delincuentes enfrentaron un problema inesperado: las cuatro obras no cabían en el vehículo de huida. En un acto de improvisación, recortaron dos de los retratos de sus marcos —Isabel II y Margarita II— y abandonaron las otras dos impresiones de Beatriz y Ntombi Tfwala en la calle, expuestas a daños irreparables.
El impacto de la explosión y el manejo descuidado de las obras incrementaron el riesgo de deterioro. El dueño de la galería, Mark Peet Visser, expresó su preocupación por la posibilidad de que los daños sean permanentes e irreparables, especialmente al haber sido manipuladas de manera tan poco cuidadosa.
“Al arrancarlas de los marcos… Sabes que están dañadas sin posibilidad de reparación”, declaró Visser, lamentando el estado en que se encontraban las obras al ser abandonadas por los ladrones.
Investigación y opinión de los expertos
El robo ha captado la atención de expertos en seguridad de obras de arte, quienes consideran que la ejecución amateur sugiere la falta de experiencia de los ladrones en este tipo de delitos. Arthur Brand, uno de los detectives de arte más renombrados de Europa, afirmó que los responsables probablemente actuaron impulsados por una oportunidad inesperada sin una planificación exhaustiva.
“Creo que se trataba de algunos delincuentes que no estaban realmente especializados en el robo de obras de arte… vieron una oportunidad y pensaron: ‘Primero robémoslas y después veremos qué podemos hacer’”, comentó Brand al medio Art Newspaper.
Este tipo de incidentes es inusual en el mundo del robo de arte, ya que la mayoría de los delincuentes que cometen estos crímenes planean minuciosamente cada detalle y utilizan métodos discretos para evitar causar daños a las obras. El uso de explosivos y el abandono de parte del botín en la calle contradicen este modus operandi.
Según Brand, estos errores complican la posibilidad de que los ladrones puedan vender las obras en el mercado negro. Las serigrafías están numeradas, lo cual dificulta su reventa, ya que su autenticidad es fácilmente rastreable.
Consecuencias económicas y mercado del arte
El fallido robo de las serigrafías de Warhol puede tener serias consecuencias en el valor de las obras sustraídas y en las piezas abandonadas. Los daños físicos, ocasionados tanto por el uso de explosivos como por el manejo descuidado de las serigrafías, pueden haber reducido drásticamente su valor en el mercado del arte. Esto es especialmente significativo dado el prestigio de la serie Reigning Queens y el precio que suelen alcanzar las obras de Andy Warhol. Según Visser, estas serigrafías numeradas ya no pueden venderse en el mercado abierto debido a su registro y reconocimiento entre coleccionistas.
Además, el mercado de arte de alto valor suele ser muy estricto con la autenticidad y el estado de conservación de las piezas. Visser sugirió que el robo probablemente fue encargado por un comprador privado que deseaba poseer las obras, sin intención de venderlas posteriormente. “Este robo fue claramente encargado por alguien que quería verlos esta noche con una buena copa de vino en casa”, comentó Visser a Het Laatste Nieuws, según la traducción de Artnet. Sin embargo, incluso en posesión de un coleccionista privado, el deterioro de las serigrafías podría afectar su valor emocional y económico a largo plazo.
Arrestos y desarrollo de la investigación
Pocos días después del robo, la investigación policial en Países Bajos comenzó a dar resultados. A principios de esta semana, las autoridades detuvieron a un joven de 23 años en conexión con el delito, según informó la Agencia de Noticias Associated Press (AP). A pesar de este avance, el paradero de las serigrafías robadas sigue siendo un misterio.
En ese sentido, Visser confirmó a los medios que las obras aún no han sido recuperadas, aumentando la preocupación sobre su posible destrucción o pérdida permanente.
Las fuerzas de seguridad continúan sus esfuerzos por esclarecer la participación del sospechoso detenido y determinar si cuenta con cómplices. La detención también abre nuevas interrogantes sobre la motivación detrás del robo. Mientras tanto, expertos y autoridades se mantienen atentos ante cualquier intento de venta de las serigrafías en el mercado negro.