Qué pasó con Pablo Armero: figura de la selección Colombia y uno de los mejores laterales de Suramérica

El exjugador del combinado nacional tuvo un retiro más bien silencioso. Los últimos años de su carrera estuvo envuelto en escándalos

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Junio 14 de 2014. Belo Horizonte , Brasil. En la ciudad de Belo Horizonte Colombia vence 1 - 0 a Gracia en el marco de  la  Copa Mundo Brasil 2014 de la FIFA Brasil 2014.  (Colprensa - Mauricio Alvarado)
Junio 14 de 2014. Belo Horizonte , Brasil. En la ciudad de Belo Horizonte Colombia vence 1 - 0 a Gracia en el marco de la Copa Mundo Brasil 2014 de la FIFA Brasil 2014. (Colprensa - Mauricio Alvarado)

Pablo Armero fue, en su momento, uno de los mejores defensas laterales del fútbol colombiano y llegó a destacarse, incluso, entre los mejores jugadores en su posición en todo el continente. En el punto más alto de su carrera sonó para reforzar a equipos como el Fútbol Club Barcelona y la Juventus de Turín. Su velocidad y gran capacidad defensiva le permitió vestir las camisetas de varios clubes en las mejores ligas del fútbol europeo. Alcanzó la cima y, de repente, se vino abajo.

El nacido en Tumaco inició su carrera deportiva en el América de Cali, club con el que consiguió ser campeón de la liga local en 2008. Disputó un total de 154 partidos, entre 2004 y el año del título. Su buen rendimiento lo llevó a ser convocado a la selección Colombia, en las categorías sub-17 y sub-21. Fue fichado por el Palmeiras de Brasil en 2009 y su crecimiento fue sobervio. Apenas duró dos temporadas, en las que disputó 79 partidos, y luego dio el salto al fútbol europeo.

Para el 2010, el año del Mundial de Sudáfrica, al cual el combinado nacional no clasificó, ya había jugado algunos partidos con el equipo mayor de la Tricolor. Hizo parte de nueve juegos en aquel proceso de eliminatoria y fichó por el Udinese italiano en agosto de ese año.

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Con Udinese, en donde compartió con su compatriota Cristian Zapata, jugó 90 partidos y alcanzó su punto más alto, entre 2010 y 2012. En el camino fue incluido en el Once Ideal del Calcio y se destacó como el Mejor Lateral Izquierdo de la liga, lo que lo llevó a fichar por el Napoli, a mediados de la temporada 2012/2013. Vistió la camiseta del equipo napolitano por dos temporadas y fue compañero de Camilo Zuñiga, con quien se hizo cargo de los laterales en la selección Colombia durante varios años. Juntos llegaron a ser los mejores jugadores en su posición de cara al Mundial de Brasil 2014.

En aquella Copa del Mundo, Colombia fue uno de los equipos revelación y Armero fue el primero en anotar para los cafeteros, en el encuentro ante la selección de Grecia. Abrió el marcador para la victoria de su equipo por 3-0, el 14 de junio de ese año.

El equipo cafetero, dirigido por el argentino José Pékerman, llegaría hasta los Cuartos de Final, fase en la que fueron eliminados por el anfitrión, la selección de Brasil, por un marcador de 2-1. James Rodríguez anotaría el último gol de los colombianos y al final del campeonato sería premiado con el Botín de Oro, como el goleador del Mundial.

De Udinese, Armero emigró a Inglaterra para jugar con el West Ham United, sin mayor protagonismo. Regresaría muy pronto a Italia para vestir la camiseta del AC Milan, club con el que apenas disputó 8 partidos. Ahí empezó el periplo del jugador por distintos clubes de Europa y Suramérica, y con cada temporada, su nivel comenzó a verse disminuido.

El lateral colombiano vistió la camiseta del conjunto milanés durante una temporada. Foto: Gazetta dello Sport.
El lateral colombiano vistió la camiseta del conjunto milanés durante una temporada. Foto: Gazetta dello Sport.

Entre 2015 y 2019, prestó sus servicios a seis clubes de Brasil, Italia y Colombia: Flamengo, Bahía, con el que consiguió un título, Alagoano y Guaraní; y tuvo su segunda etapa en Udinese y América de Cali.

Los últimos años de su carrera estuvieron envueltos en problemas personales y episodios polémicos. En algún momento, llegó a estar detenido en una prisión norteamericana, acusado de violencia doméstica. En 2017, mientras prestaba sus servicios al conjunto escarlata, se presentó en estado de ebriedad a uno de los entrenamientos del equipo. En mayo de 2019, el equipo Alagoano, de la Serie B del fútbol brasileño, rescindió su contrato dos meses y medio después de su incorporación, por indisciplina.

Pablo Armero jugó un total de 434 partidos a nivel de clubes en su carrera, y 102 más vistiendo la camiseta de la selección Colombia. Se retiró en la víspera del año 2020, quedando en deuda consigo mismo y el fútbol colombiano, luego de haber sido uno de los jugadores más destacados en su posición por un buen tiempo.

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En ese año, ya inactivo en el fútbol profesional, fue detenido en la ciudad de Cali por las autoridades debido a que, aparentemente, había estado conduciendo bajo la influencia del alcohol.

El tiempo ha pasado y hoy Armero, con 35 años, reconoce que el cierre de su carrera pudo haberse dado en otros términos. No ha vuelto a ser noticia por algún episodio escabroso o polémico y hace poco apareció en la prensa, dando su opinión sobre quién debería ser el lateral izquierdo de la selección Colombia, en este nuevo proceso con el DT Néstor Lorenzo.

En conversación con Caracol Radio, el exfutbolista, opinó que, por sus características, el dueño del puesto debería ser Frank Fabra, el jugador de Boca Juniors, pero reconoció que lo que está haciendo Johan Mojica en Europa es muy bueno.

“A los dos los estimo porque son grandes personas y luchadores. Yo siempre lo dije, por la forma de jugar, de tener esa característica de llegar a la línea de fondo y tirar un buen centro, yo siempre he dicho que Fabra, pero Mojica también sus condiciones… si vamos a escoger me gusta mucho Fabra”, comentó.

El presente de Pablo Armero gira en torno a su lucha por derrumbar el mal concepto que quedó de él luego de haberse visto envuelto en estos episodios y en convencer a los jóvenes de lo importante que es la disciplina y la educación para un futbolista. Hace poco, estuvo en Puerto Leguízamo, junto a otros exfutbolistas colombianos, llevando el mensaje de que es posible acudir al fútbol para hacerle frente a la terrible realidad del país, envuelto en violencia.

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