En qué consiste la propuesta de una ‘Paz Total’ planteada por Gustavo Petro desde su campaña

Luego de la elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia para el periodo 2022-2026, tanto él como su equipo de empalme y gobierno han trabajo en un concepto muy mencionado desde el pasado 19 de junio, fecha en que se realizó la segunda vuelta presidencial: Gran Acuerdo Nacional. El llamado del mandatario electo es unir a todas las fuerzas políticas del país para, primero, dejar a un lado la polarización, y segundo, llegar a consensos para ejecutar muchos de los programas que necesita el país en materia económica, social, educativa y de paz.

Precisamente, uno de esos temas que han sido prioridad para Petro desde su campaña es el cese del conflicto en Colombia, y para ello su gran apuesta es, además de implementar de manera óptima el Acuerdo de Paz logrado en 2016 con la extinta guerrilla de las Farc-EP, reanudar las conversaciones con el ELN; todavía más con el anuncio que hizo el grupo armado el pasado lunes 20 de junio.

Sumado a eso, otro reto del gobierno Petro será, con un eventual Acuerdo logrado con el Ejército de Liberación Nacional, reducir los asesinatos a líderes sociales y ambientales, así como los crímenes contra excombatientes de las Farc y las masacres, pues de acuerdo con cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, del 7 de agosto de 2018 -día en que se posesionó Iván Duque como presidente- al 4 de junio, fueron asesinados 930 líderes y lideresas y fueron perpetradas 261 masacres que dejaron 1.144 víctimas.

¿En qué consiste la política de ‘Paz total’ impulsada por el Pacto Histórico?

Ante el complejo panorama que ha enfrentado el país en los últimos cuatro años en materia de violencia social y política, la bancada de gobierno se ha planteado implementar un ‘Pacto por la Paz Total’ que no solamente incluye la implementación del acuerdo existente y la creación de otros con los demás agentes armados ilegales, sino que va más allá del fin del conflicto en los territorios.

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Según lo propuesto por el Pacto Histórico (PH), esta propuesta también abarcaría la llegada a consensos con diferentes sectores políticos, eliminando así la polarización que agudizó en la más reciente campaña presidencial que dio como ganador al candidato de izquierda. También esboza la posibilidad de crear diálogos en los territorios, y por ello, se enfoca en cinco puntos clave donde, además de reagrupar varios elementos del Acuerdo de Paz con las extintas Farc, también añade otros con el fin de superar la desigualdad y un recrudecimiento de la guerra, tal y como ha ocurrido desde 2018.

La primera estrategia se centra en una retroalimentación sobre lo implementado del acuerdo con la extinta guerrilla para, de esta manera, diseñar la hoja de ruta idónea para alcanzar ‘la otra mitad’ de la paz, representada en las negociaciones con el Eln. En ese sentido, el PH sugiere crear mecanismos de participación ciudadana para dinamizar la construcción de paz territorial. La segunda se concentra en aquellos combatientes que no se acogieron al proceso con la extinta guerrilla y, en cambio, decidieron hacer parte de grupos armados residuales, también llamadas disidencias.

Para ellos, el Pacto plantea que se den garantías de carácter jurídico a quienes decidan acogerse al acuerdo, pues vale mencionar que ellos no podrían ingresar a la justicia transicional sino que estarían sometidos a la justicia ordinaria. Además, la justicia restaurativa entraría en juego al impulsar acciones para su reincorporación social y política.

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La tercera apuesta es un compromiso de apoyo al Sistema Integral de Paz -SIP- a partir de un espaldarazo a la justicia transicional y sus organismos -Jurisdicción Especial para la Paz, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad-. Esto incluye la implementación de las recomendaciones que entregará la Comisión de la Verdad el próximo 28 de junio en su informe final.

Una cultura de paz, no violencia, convivencia y reconciliación como país es la cuarta apuesta para ejecutar la Paz Total. En este punto, el Pacto Histórico decide incluir a los policías y soldados de Colombia y el mejoramiento de su calidad de vida. Dichas intenciones se muestran en la carta que Petro -en calidad de candidato presidencial- le envió a los agentes de la fuerza pública, indicando que dentro de esta propuesta se incluye el fortalecimiento “del bienestar de sus integrantes, en especial el de los más vulnerables, para lograr la paz total en el territorio nacional”.

Finalmente, el ambicioso plan de paz del gobierno entrante gira en torno al sometimiento de grupos que han sucedido el negocio del narcotráfico y que son herederos del paramilitarismo, incluyendo la creación de la jurisprudencia necesaria para el desmantelamiento de estructuras como el Clan del Golfo o las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. De igual manera, plantea un diálogo internacional para manejar este problema desde una perspectiva diplomática y alejada de la violencia.

Para la ejecución de esta Paz Total, el PH manifiesta que se debe crear un gabinete de paz y una agrupación, encabezada por la Alta Consejería para la Paz, de todas las instituciones de la rama ejecutiva y que abordan este tema.

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