Los 6 cambios en el comportamiento que produce el frío

El clima provoca transformaciones positivas y negativas en la conducta y la salud de las personas. Cuáles son y por qué

Compartir
Compartir articulo
Shutterstock
Shutterstock

La temperatura debe ser uno de los temas más hablados por los seres humanos. Las condiciones extremas, el frío, el calor, los cambios drásticos producen diversos efectos en las personas: mentales y físicos, de salud y comportamiento.

Cada transformación en las funciones del cuerpo puede ser atribuible a la acción del clima. El cuerpo somatiza, no permanece inerte a los efectos externos. A veces complace, otras veces perjudica. Pero tanto el calor como el frío se manifiestan de distintas maneras en el organismo. Por eso, según corroboraron una serie de investigaciones, el "tiempo loco" genera –además de conversaciones de ascensor– cambios en el organismo e influye en el bienestar, en el malestar o en la conducta en general.

Las bajas temperaturas ayudan a dormir

Shutterstock
Shutterstock

Un ambiente refrigerado permite sueños más placenteros. Lo certifica Natalie Dautovich, una estudiosa del medio ambiente perteneciente a la Fundación Nacional del Sueño: la temperatura ideal para dormir es de aproximadamente de 16 a 20 grados Celsius. Sucede porque cuando la temperatura del cuerpo se enfría, el cerebro se prepara para dormir.

El clima extremo produce problemas psicológicos

Shutterstock
Shutterstock

Las personas que viven en zonas propensas a fenómenos meteorológicos intensos, como huracanes o inundaciones, experimentan un mayor riesgo de padecer trastornos mentales. Las tormentas provocan un estrés capaz de dejar secuelas de impacto psicológico duradero. Lo pone en debate un informe del clima de la Fundación Vida Silvestre: sugiere que aproximadamente 200 millones de personas podrían estar expuestas a problemas de ansiedad o mala medicación por efectos derivados del cambio climático.

La temporada invernal afecta a la salud mental

Shutterstock
Shutterstock

El trastorno afectivo estacional es un problema de salud mental relacionado con la depresión. Se disparan sus efectos durante los meses de invierno, donde los días son más cortos y más oscuros. Se trata de un trastorno que afecta a más de diez millones de personas, según los expertos. Michelle Riba, profesora de psiquiatría y directora asociada al Centro de Depresión de la Universidad de Michigan, recomendó que las personas que distinguen un patrón regular de tristeza, ansiedad, aflicción durante los meses fríos necesitan tratar su depresión subyacente.

Temperaturas templadas, más alegría

Shutterstock
Shutterstock

La investigación sugiere que los climas moderados elevan el nivel de los estados anímicos. Los lugares con inviernos más cálidos que la media y los sitios con veranos más fríos de lo normal estimulan la felicidad de los residentes. Sin las temperaturas extremas el ritmo de vida presenta más oportunidades para realizar actividades al aire libre.

El calor intenso puede dañar la salud

Shutterstock
Shutterstock

Las altas temperaturas aumentan los riesgos para la salud. Tanto la deshidratación como el golpe de calor pueden repercutir en el comportamiento y hasta tienen suficiente potencial para causar daños cerebrales en las personas, advierten los expertos.

Meses fríos, más enfermedades

Shutterstock
Shutterstock

El invierno reúne factores que elevan la probabilidad de contraer afecciones. El sistema inmunológico está más expuesto ante la llegada de temperaturas frías –fundamentalmente en los niños– porque se debilita la respuesta defensiva de las mucosas respiratorias, puerta de entrada de los agentes infecciosos.

Además, los gérmenes tienen más posibilidades de desarrollar todo tipo de virus y bacterias durante las estaciones invernales. Otro factor que respalda esta teoría es que el huésped es más susceptible al contagio. El ambiente colabora a acrecentar la condición de "enfermos".