Habló Tatiana, la nieta de Gerardo Sofovich: "Teníamos una relación única"

La joven recordó con cariño a su abuelo a pocos días de su fallecimiento

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Tatiana, la nieta de Gerardo Sofovich, viajó desde los Estados Unidos a la Argentina para darle el último adiós a su abuelo, quien falleció a los 77 años el pasado 8 de marzo en la Clínica Suizo-Argentina. En una entrevista con el Noticiero Trece, la hija de Gustavo Sofovich lo recordó con cariño: "Todo lo que me enseñó es el recuerdo que voy a llevar conmigo. Lo cariñoso que era, mucha gente no lo tiene así. Teníamos una relación única. Me enseñó mucho, como saben era un hombre muy inteligente, muy culto".

La joven, quien vive en Estados Unidos, aseguró que fue a la universidad para que Sofovich se sintiera orgulloso de ella: "Fue algo que hice por él porque era tan inteligente...". Además contó algunas anécdotas de su infancia: "Cuando era chiquita jugábamos y me llevaba al zoológico acá en Buenos Aires. Hacíamos viajes, como a Miami, íbamos a la playa y hacíamos un montón de cosas, le encantaba hacer shopping".

Luego, explicó que podían dialogar de cualquier tema con su abuelo: "Íbamos al barco, siempre hacíamos un picnic. Íbamos al supermercado antes y elegíamos qué íbamos a comer. En el barco, él leía su diario y yo tomaba sol. Después cuando era la hora de comer hablábamos de todo. Honestamente no había una cosa que yo no pudiera hablar con él".

"Para mí él fue una figura de papá, era más que un abuelo para mí. Me dio tanto, no podría estar adonde estoy si no fuese por él. Y esta es una forma de agradecerlo", finalizó Tatiana, entre lágrimas.

Gerardo Sofovich construyó una extensa carrera en teatro, cine y televisión. Trabajó como conductor, guionista, actor y productor. Murió a los 77 años tras sufrir un shock hipovolémico por una hemorragia digestiva grave. Se realizó un velatorio en la Legislatura Porteña y sus restos fueron cremados unos días más tarde, porque su hijo Gustavo esperó la llegada de Tatiana al país para que pudiera despedirse. Por último, hicieron un homenaje en el Jardín de Paz, donde enterraron sus cenizas.