Quiénes son las víctimas de la dictadura de Nicolás Maduro que mencionó el Instituto Nobel

La entrega del galardón en Oslo puso en primer plano la crisis humanitaria y la represión bajo el régimen chavista, destacando el papel de María Corina Machado y la resistencia de la sociedad civil venezolana

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El presidente del Comité Noruego
El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes (REUTERS/Leonhard Foeger)

El Premio Nobel de la Paz 2025 puso el foco sobre la crisis venezolana, al reconocer la lucha de María Corina Machado y la oposición democrática frente al régimen de Nicolás Maduro.

Durante la ceremonia en Oslo, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, describió con crudeza la situación actual de Venezuela, marcada por la represión, la violencia estatal y una crisis humanitaria sin precedentes.

El discurso comenzó evocando el caso de Samantha Sofía Hernández, una adolescente de 16 años secuestrada por las fuerzas de seguridad del régimen. Su paradero es desconocido, y se sospecha que permanece en un centro de detención junto a su padre, desaparecido desde enero. El motivo de la persecución: su hermano, soldado, se negó a cumplir órdenes de reprimir a la población. “Por ese delito, toda la familia debe ser castigada”, relató Frydnes, subrayando la lógica de represalia colectiva que impera en el país.

El discurso comenzó evocando el
El discurso comenzó evocando el caso de Samantha Sofía Hernández, una adolescente de 16 años secuestrada por las fuerzas de seguridad del régimen

La represión no distingue edades ni profesiones. El caso de Juan Requesens, expuesto públicamente en condiciones degradantes tras una supuesta confesión forzada, y la muerte reciente del líder opositor Alfredo Díaz en el centro de detención conocido como El Helicoide, ilustran la sistematicidad de los abusos. “Esta es la Venezuela de hoy. Es como el régimen venezolano trata a sus propios ciudadanos. A una hermana. A un estudiante. A un político”, afirmó Frydnes, enfatizando que cualquiera que se atreva a alzar la voz puede convertirse en víctima.

La situación de los menores es especialmente alarmante. Más de 200 niños y adolescentes fueron detenidos tras las elecciones de 2024, según documentación de las Naciones Unidas. Los testimonios recogidos describen torturas como asfixia con bolsas plásticas, descargas eléctricas en los genitales, golpizas, violencia sexualizada, celdas heladas y agua contaminada. Un niño, en la oscuridad, repetía el nombre de su madre para que no pensara que había muerto. Otro, de 16 años, regresó a casa tan afectado por las torturas que no podía abrazar a su madre sin sentir dolor. “Mientras estamos aquí sentados en el Ayuntamiento de Oslo, hay personas inocentes encerradas en celdas oscuras en Venezuela. No pueden oír los discursos de hoy, solo los gritos de los presos que están siendo torturados”, denunció Frydnes.

Juan Requesens (REUTERS/Maxwell Briceno/Archivo)
Juan Requesens (REUTERS/Maxwell Briceno/Archivo)

Las Naciones Unidas han calificado estos actos como crímenes de lesa humanidad. El régimen de Nicolás Maduro ha transformado a Venezuela en un Estado autoritario, donde una élite protegida por el poder y la impunidad se enriquece mientras la mayoría enfrenta hambre, inseguridad y represión. La crisis ha empujado a miles de mujeres y niños a la prostitución y la trata de personas, y ha provocado el éxodo de una cuarta parte de la población, generando una de las mayores crisis de refugiados del mundo.

El discurso del Comité Noruego del Nobel situó la tragedia venezolana en un contexto global de retroceso democrático. “Los regímenes autoritarios están ganando terreno”, advirtió Frydnes, señalando que en 2024 se celebraron más elecciones que nunca, pero cada vez menos son libres y justas.

Personas piden justicia por Alfredo
Personas piden justicia por Alfredo Díaz, quien murió el sábado pasado bajo custodia en Venezuela (REUTERS/Ana Beltrán)

El poder judicial y los medios independientes son atacados, y los críticos, encarcelados. Además, los regímenes autoritarios colaboran entre sí, compartiendo tecnología y recursos. “Detrás de Maduro están Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbollah, que proporcionan armas, sistemas de vigilancia y vías de supervivencia económica. Hacen que el régimen sea más robusto y más brutal”, explicó el presidente del Comité.

A pesar de este panorama, destacó la resistencia de la sociedad venezolana. “En medio de esta oscuridad, hay venezolanos que se han negado a rendirse. Los que mantienen viva la llama de la democracia. Que nunca ceden, pese al enorme coste personal”, reconoció Frydnes, mencionando a figuras como el presidente electo Edmundo González Urrutia, activistas, académicos y, en especial, a María Corina Machado, galardonada con el Nobel de la Paz.

La movilización ciudadana ha sido masiva y transversal. Estudiantes, sindicatos, periodistas y ciudadanos comunes han protagonizado protestas, cacerolazos y acciones de resistencia, incluso bajo vigilancia y amenazas. “Personas de todo el espectro político -desde comunistas hasta conservadores- se han alzado para desafiar al régimen. La oposición ha probado una estrategia tras otra”, relató Frydnes. El objetivo no ha sido la venganza, sino la justicia, la democracia y la paz, destacó.

Luego, el Comité Noruego del Nobel criticó la indiferencia y la interpretación ideologizada de la crisis venezolana por parte de la comunidad internacional. “Mientras perdían sus derechos, su alimento, su salud y su seguridad -y, finalmente, su propio futuro– gran parte del mundo se aferró a sus viejas narrativas”, lamentó Frydnes, señalando que muchos han traicionado moralmente a quienes sufren bajo el régimen.

Durante la ceremonia en Oslo,
Durante la ceremonia en Oslo, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, describió con crudeza la situación actual de Venezuela, marcada por la represión, la violencia estatal y una crisis humanitaria sin precedentes (Stian Lysberg Solum/NTB/vía REUTERS)

También cuestionó la exigencia de pureza moral a los líderes opositores, recordando que “ningún movimiento democrático actúa en circunstancias ideales” y que figuras históricas como Lech Walesa y Nelson Mandela enfrentaron dilemas similares.

El diálogo, según Frydnes, puede ser tanto una vía de avance como una trampa en contextos autoritarios. “María Corina Machado ha participado en procesos de diálogo por años. Nunca ha rechazado el principio de hablar con la otra parte, pero sí ha rechazado los procesos vacíos”, afirmó. Y subrayó: “La paz sin justicia no es paz. El diálogo sin verdad no es reconciliación”.

El discurso abordó la relación entre democracia y paz, defendiendo que los sistemas democráticos, aunque imperfectos, son los más eficaces para prevenir la violencia y el conflicto. “Las democracias cuentan con válvulas de seguridad: medios de comunicación libres, estructuras de reparto del poder, tribunales independientes, organizaciones de la sociedad civil y elecciones que permiten cambiar de liderazgo sin recurrir a la violencia”, explicó Frydnes.

En contraste, en los regímenes autoritarios, la lealtad sustituye a la realidad y las decisiones se toman en la oscuridad, con consecuencias que trascienden las fronteras nacionales. “Venezuela demuestra -con dolorosa claridad- que el autoritarismo no solo destruye la sociedad desde dentro, sino que también propaga la inestabilidad más allá de sus fronteras”, advirtió.

El Comité rechazó la narrativa oficialista que acusa a la oposición de promover la violencia. “No, el origen de la violencia no son los activistas democráticos. Proviene de quienes están en la cúspide del poder y se niegan a cederlo”, sentenció Frydnes, y añadió: “Una paz basada en el miedo, el silencio y la tortura no es paz; es sumisión presentada como estabilidad.”

La ceremonia de entrega del
La ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado (Stian Lysberg Solum/NTB/vía REUTERS)

La trayectoria de María Corina Machado fue presentada como ejemplo de valentía civil y compromiso democrático. Fundadora de Súmate, organización dedicada a la defensa de elecciones libres, fue una figura central en la articulación de la oposición.

En las elecciones presidenciales de 2024, tras ser bloqueada su candidatura, apoyó a Edmundo González Urrutia, manteniendo la unidad opositora. La movilización ciudadana alcanzó niveles inéditos: hasta un millón de personas actuaron como observadores y documentaron el proceso electoral, protegiendo las actas y asegurando que el mundo conociera los resultados. “Fue una movilización de base sin precedentes en Venezuela y, probablemente, en el mundo entero”, destacó Frydnes.

El régimen, sin embargo, negó los resultados, falsificó los datos y recurrió a la violencia. Machado ha debido vivir en la clandestinidad durante el último año, pero ha permanecido en el país, inspirando a millones. El Comité justificó la concesión del Nobel por su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para lograr una transición pacífica y justa de la dictadura a la democracia”.

El movimiento democrático venezolano, según el Comité, cumple con los tres criterios del testamento de Alfred Nobel: unir a la sociedad en torno a la paz, oponerse a la militarización y promover la fraternidad a través de la democracia. “La democracia constituye la forma más elevada de fraternidad y el camino más seguro hacia una paz duradera”, afirmó Frydnes.

El discurso concluyó con un mensaje directo al régimen: “Señor Maduro: debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo. Debe sentar las bases para una transición pacífica hacia la democracia porque esa es la voluntad del pueblo venezolano”. Y rindió homenaje a quienes resisten en la oscuridad, a los detenidos, torturados y desaparecidos, y a todos los que mantienen la esperanza de que Venezuela vuelva a ser un país pacífico y democrático.