Se sabe, el embarazo es un período de grandes transformaciones en el cuerpo de una mujer, que va más allá de lo físico. Aparte de los malestares típicos como la acidez estomacal, el insomnio y los consejos no solicitados de extraños sobre el feto, hay un desafío que pocas personas anticipan: encontrar ropa adecuada.
En un mundo donde la imagen es tan valorada, el hecho de no poder vestirse de manera cómoda, adecuada y estilosa puede ser una de las mayores frustraciones que enfrentan las mujeres embarazadas.
Jessie Thompson -editora de Cultura en The Independent- relata cómo su embarazo no solo estuvo marcado por las dificultades emocionales y físicas, sino también por la imposibilidad de encontrar ropa de maternidad que la hiciera sentir bien consigo misma.
La presión de vestirse bien sigue estando presente. Como muchas otras mujeres, Jessie no estaba preparada para lo que resultaría ser un verdadero reto: lidiar con la escasez de ropa de maternidad que no solo fuera funcional, sino también atractiva y cómoda. ¿Por qué no hay más opciones elegantes que se adapten a las necesidades de las mujeres embarazadas?
Esta frustración no es un caso aislado. A medida que el embarazo avanza, el cuerpo de una mujer cambia rápidamente, y con ello, las expectativas sobre lo que se puede o no llevar puesto.
En la era de las redes sociales, el embarazo se convirtió en un tema de exposición pública. Instagram, en particular, se transformó en una plataforma donde las mujeres embarazadas, o aquellas que recientemente lo han estado, comparten su experiencia, a menudo mostrando una versión idealizada de lo que significa esperar un bebé.
Para Thompson, esta exposición resultó ser una fuente adicional de frustración. A medida que avanzaba en su propio embarazo, su feed de Instagram se llenaba de imágenes de Margot Robbie luciendo increíble durante su embarazo. Mientras la actriz posaba con atuendos perfectamente elegantes, Thompson luchaba por encontrar algo que se ajustara a su cuerpo cambiante y la hiciera sentir igual de bien.
Las redes sociales amplifican la presión estética que varias mujeres sienten en la sociedad moderna, y el embarazo no es la excepción. El algoritmo de Instagram, diseñado para ofrecer más de lo que los usuarios interactúan, alimentó aún más esta comparación, creando una especie de “enemigo” digital.
Jessie se encontró atrapada en un ciclo de mirar y comparar, deseando ver cómo otras mujeres, particularmente celebridades, manejaban su embarazo con tanto glamour. Y aunque el deseo de saber qué usaba Margot Robbie es comprensible, la frustración surgió cuando la realidad de la ropa de maternidad no coincidió con las imágenes pulidas que veía en su feed.
Lo que este fenómeno resalta es una desconexión entre la realidad del embarazo, un proceso físico y emocionalmente desafiante, y las expectativas sociales sobre cómo las mujeres “deben” lucir durante este período. La idea de que se debe estar siempre perfecta, ya sea en la alfombra roja o en las redes sociales, puede ser desmoralizante para quienes enfrentan las dificultades cotidianas de la maternidad.
Este contraste entre las expectativas sociales e individuales es una de las razones por las cuales el embarazo puede convertirse en un periodo de vulnerabilidad. La sociedad, a través de las redes sociales, ofrece imágenes de un embarazo sin fisuras, mientras que la experiencia de muchas mujeres está marcada por la búsqueda de ropa que no existe en el mercado.
Capítulo aparte, la ropa interior para futuras mamás
A la par de la búsqueda de ropa exterior, Jessie también tuvo dificultades con la ropa interior adecuada para su embarazo. Un aspecto que a menudo se pasa por alto es la necesidad de encontrar prendas que brinden soporte y comodidad a medida que el cuerpo cambia. Thompson descubrió que la ropa interior convencional, incluso la de maternidad, no estaba diseñada para proporcionar la comodidad que realmente necesitaba.
En su búsqueda de soluciones, Jessie encontró una marca que hizo una diferencia: Renue, una marca de ropa interior sostenible, creada específicamente para llenar el vacío de ropa interior cómoda durante el embarazo.
Renue ofrecía prendas que no solo eran cómodas, sino que estaban diseñadas para adaptarse a las necesidades de las mujeres embarazadas, como los pantalones cortos especiales, que ofrecían un soporte suave para el vientre. Esta marca fue fundada por mujeres que luchaban por encontrar ropa interior cómoda durante su embarazo, lo que la hizo sentir identificada y aliviada.
La experiencia de compra y devolución fue una pesadilla. Thompson se encontraba en un ciclo interminable de pedir prendas online, probárselas con la esperanza de que finalmente encontraría algo que la hiciera sentir bien, solo para devolverlas rápidamente, decepcionada. Las opciones disponibles parecían diseñadas para un tipo de cuerpo específico, a menudo alejado de la realidad de mujeres embarazadas.
Además, la ropa de maternidad no solo fallaba en términos de estilo y ajuste, sino que también se sumaba la preocupación financiera. La necesidad de comprar ropa nueva para el embarazo se sentía como un gasto extra e innecesario, especialmente cuando el tiempo que se puede usar esa ropa es limitado. La ropa no solo debe ser cómoda o funcional, sino que también debe permitirles sentirse ellas mismas. Sin embargo, la mayoría de las prendas de maternidad disponibles no logran combinar confort con estilo, lo que provoca que varias mujeres se sientan desconectadas de su imagen.
A medida que el cuerpo cambia rápidamente, las mujeres quieren seguir viéndose bien y sentirse seguras, pero la ropa de maternidad actual no siempre les ofrece esa posibilidad. Las prendas a menudo ocultan o acomodan el vientre, pero no celebran el cuerpo en transformación. Este vacío en la moda de maternidad refleja una presión social sobre cómo deben lucir las mujeres embarazadas, que a menudo las obliga a sacrificar su estilo personal.