Cómo es la vida en gira de un atleta del circo más grande del mundo

Kilian Mongey es francés, practica "tumbling" y es parte de la compañía canadiense desde hace tres años. Le narró a Infobae cómo es vivir adentro del Cirque du Soleil

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"Hola, che, ¿cómo están?". Minutos después de la medianoche del jueves tras una doble función en São Paulo, el francés Kilian Mongey se despojó de su traje de grillo -brillante, ajustado, con dos tonos de verde, detalles rojizos y sus correspondientes patas-, se duchó y se presentó radiante para abrirle la puerta a Infobae al backstage de "OvO".

Planchas, lavarropas, decenas de perchas con trajes de bichos limpios y otros secándose, otros elementos de esos disfraces, tuppers industriales con calzados, máquinas de coser para remendar los desgarros propios de la actividad, anvils con cajones repletos de maquillaje, espejos por doquier, fundas de instrumentos: "Esta es la cocina del Circo del Sol", tradujo para empezar a hablar en un simpático español aporteñado -aprendido después de una temporada viviendo en Buenos Aires, con novia incluída- que luego sazonará con palabras en inglés y portugués. Un gesto que, de alguna manera, sintetiza el espíritu transnacional de la compañía circense más grande e icónica del mundo.

"La primera vez que vi un show del Cirque, yo tenía 12 años. Desde ese momento quise entrar a la compañía y, por fin, lo logré hace tres años. Ser parte de esto es difícil porque estoy lejos de mi familia. Pero me encanta mi trabajo y estoy viviendo lo que es mi sueño desde la infancia", resumió.

Cuando están de gira, quienes forman parte del Cirque du Soleil tienen un régimen de diez semanas de trabajo y dos de descanso

En esas dos semanas, el equipo opta por volver a su hogar o seguir viajando hacia donde deseen. Kilian dice que sus próximos quince días de break, los pasará en Argentina "para visitar a unos amigos". Esto será antes de las funciones que "OvO" tendrá en Asunción, en Buenos Aires -Tecnópolis, desde el 15 de junio- y en Córdoba -desde el 18 de julio en el Orfeo Superdomo-.

– Muchas veces tienen dos y hasta tres funciones en el mismo día. ¿Qué hacen entre show y show?
– Cuando empecé en el Cirque, en ese momento entre shows sentía mucha adrenalina y emoción, algo que todavía me sigue pasando pero con otra intensidad. Después de la primera función, hacemos una breve rutina de estiramiento, nos duchamos, comemos y luego nos queda una hora para hacer lo que queramos: yo elijo jugar al ajedrez con los atletas rusos. Otros prefieren dormir un poco.

– ¿Qué implica ser un artista del Cirque, en cuanto a la disciplina y el orden que se necesita tener?
– Bueno, la verdad es que como todos somos profesionales y desde jóvenes hacemos deporte, tenemos mucha disciplina desde niños. Las competencias son más difíciles y exigentes que esto: yo soy parte de la selección francesa de tumbling, un deporte acrobático que no es muy popular pero compite internacionalmente. Así que desde pequeños sabemos que tenemos que cuidar nuestro cuerpo: estirar, comer bien, entrenar. Sí, a veces nos vamos de fiesta los días que no tenemos shows, que son los lunes y los martes. Pero lo llevamos con calma. Yo siento que mi vida así está bien y prefiero no malgastarla.

Kilian Mongey interpreta a uno de los grillos que realizan uno de los más impactantes actos en show “OvO”
Kilian Mongey interpreta a uno de los grillos que realizan uno de los más impactantes actos en show “OvO”

– Para vos, ¿qué tiene de especial "OvO"?
– Es un espectáculo muy lindo y creo que es muy fácil de entender, a diferencia de otros shows del Cirque que pueden ser un poquito más difíciles. Pero en "OvO", si tienes 3 años o 70, lo puedes comprender y cada persona pueda ver lo mismo pero de diferentes maneras. También me gusta mucho porque tenemos un nivel de acrobacia increíble: en la crew tenemos muchos artistas que antes han participado de Juegos Olímpicos, por ejemplo. Además, cada disfraz que usamos es especial, cada personaje tiene un vestuario muy colorido y con muchos detalles interesantes para apreciar.

De maquillaje tardo entre 45 minutos o una hora, cada día. Es mucho trabajo, pero me gusta convertirme en un personaje

– Si no fueras el grillo, ¿qué otro personaje te gustaría ser?
– Oh, creo que me gustaría ser el de los diábolos. El también es francés, tiene como nueve récords mundiales, es impresionante lo que hace.