"Chiche" Duhalde: "Mi sueño personal es revivir el programa de las manzaneras y conducir ese proceso"

Así lo aseguró la exdiputada en la presentación del libro “Las mujeres de la buena leche”, que reivindica la tarea social y solidaria de esas mujeres en toda la provincia de Buenos Aires en la década del ‘90. "Es un programa que no se tendría que haber abandonado nunca", remarcó

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“Chiche” Duhalde quiere resurgir el Plan Vida, de los años ’90,  junto a las manzaneras y comadres (Dino Calvo)
“Chiche” Duhalde quiere resurgir el Plan Vida, de los años ’90,  junto a las manzaneras y comadres (Dino Calvo)

Chiche Duhalde llegó a la Feria del Libro 10 minutos antes de lo pautado. Estaba acompañada por su marido, el ex presidente Eduardo Duhalde, una de sus hijas y sus nietos. Saludó una por una a las manzaneras y comadres que estaban en el stand y luego se subió al escenario para arrancar con la presentación del libro "Las mujeres de la buena leche". Se trata de un trabajo que reinvindica la tarea social y solidaria de esas mujeres en toda la provincia de Buenos Aires en los años 90.

El lugar estaba desbordado de público y hasta los organizadores se sorprendieron ante semejante éxito de convocatoria ya que nunca lo habían visto de esta manera: la gente hasta se agolpaba en los pasillos para escucharla.

"La Red no se perdió, Chiche, solamente le falta actividad", le dijo una ex manzanera de Berazategui.  "Tocá el pito y ahí estamos", le recordó otra.

Observada desde la primera fila por su familia y envalentonada por estas mujeres que la acompañaron a llevar adelante el Plan Vida, "Chiche" se preguntó: "¿Qué pasó en la Argentina que hoy necesitamos las mismas cosas que hace más de 20 años?".

“Mi sueño personal es revivir el programa de las manzaneras”, dijo “Chiche” Duhalde
“Mi sueño personal es revivir el programa de las manzaneras”, dijo “Chiche” Duhalde

"Cada vez que visito los barrios la gente me pide que vuelvan las manzaneras. De eso nos tenemos que hacer cargo. Hoy, que la mujer está en plena revolución y poniéndose de pie, sería maravilloso volver a armar una red de mujeres. Pero no solo para ocuparnos del plato de comida sino de todas las problemáticas que van surgiendo en los barrios", remarcó sin titubear y con ganas de volver a intentarlo. "Sería maravilloso que pudiera resurgir el programa de las manzaneras y las comadres", aseveró.

Hilda Duhalde lamentó que esas mujeres no hayan sido suficientemente reconocidas, por lo que celebró el lanzamiento del libro. "Es un programa que no se tendría que haber abandonado nunca. Hoy seguimos con chicos desnutridos, con falta de alimentos, con madres que no controlan sus embarazos, con problemas sociales serios como las adicciones y la violencia de género", resaltó.

Para ella, el desafío hoy pasa por cómo se pueden revitalizar esos programas sociales. Lo que "Chiche" no quiere es que sea una iniciativa de un gobierno en particular ya que a los 4 años los mandatarios cambian y podría caer en el olvido, como ya sucedió. "Mi sueño personal es poder de nuevo revivir el programa de las manzaneras y comadres y conducir ese proceso", dijo.

El expresidente escuchó a su mujer desde la primera fila Dino Calvo)
El expresidente escuchó a su mujer desde la primera fila Dino Calvo)

Y contó que junto con la Universidad Abierta Interamericana (UAI) va llevar adelante una tecnicatura de un año llamada "Promotores Comunitarios" para capacitar a todas aquellas mujeres que tras finalizar el secundario quieren sumarse a hacer tareas sociales en sus barrios. "Es un término más fino que manzaneras y comadres, pero es lo mismo", explicó.

Su idea es llevar adelante la "remake" del antiguo Plan Vida desde una fundación presidida por ella con aportes privados. Por eso, antes de hacer la firma de los ejemplares bromeó: "A las manzaneras y comadres se los regalo. A los demás les digo que se pongan porque la Fundación necesita plata".

Durante la presentación, las autoras del libro, Mabel Meschiany y Josette Halégoi, no tuvieron más que palabras de agradecimiento para esas mujeres y tildaron de "exitoso" al programa duhaldista. "Es un colectivo de mujeres muy valiosas que muchas veces se lo ha querido desprestigiar. Estoy segura que se puede repetir no solo en la Provincia sino también en el interior del país y en el exterior. Es un modelo para exportar", dijo Mabel Meschiany.

Mabel Meschiany y Josette Halégoi, las autoras del libro “Las mujeres de la buena leche”
Mabel Meschiany y Josette Halégoi, las autoras del libro “Las mujeres de la buena leche”

Por su parte, la francesa Josette Halégoi remarcó que "es un modelo interesante que no se ha visto en otros países". Y así lo explicó: "Tiene su propio ADN. No es el modelo que viene de arriba y baja. Viene de la célula más pequeña de un barrio y para nosotras es una de las vetas más importantes".

Así era la tarea de las manzaneras y comadres

Poco y nada queda del Plan Vida que recuerda "Chiche" Duhalde. Y a 23 años de su creación quedó reducido a una tarjeta de débito perdiéndose el entramado solidario de las manzaneras y comadres.

El programa consistía en distribuir alimentos a través de voluntarias barriales. En la primera etapa se dividió a la provincia en 14 partes y Duhalde designó a 14 mujeres responsables de brindarle información sobre la situación de los distintos distritos. Se recorría cada uno de los barrios y se dividía en un esquema de cuatro manzanas.

Cada cuatro manzanas se encontraban alrededor de 100 niños. Entre los pobladores presentes se elegía quién sería la trabajadora vecinal que llevaría adelante el Plan Vida. Luego se autodenominaron "manzaneras". Su primera misión fue censar a los niños de 0 a 5 años que vivían en esas manzanas y a las mujeres embarazadas.

El stand de “Leamos” de la Feria del Libro estaba repleto de público
El stand de “Leamos” de la Feria del Libro estaba repleto de público

Las manzaneras fueron haciéndose cargo de lo que sucedía en la zona. Al tiempo apareció otro personaje clave: la comadre. El Plan Comadres surgió cuatro años después, en 1997, para hacer un seguimiento de las mujeres embarazadas. La red creció por todo el conurbano, con más de 35.000 manzaneras y 2 millones de beneficiarias.

El trabajo inicial de las manzaneras fue entregar tres huevos y medio litro leche fresca -no en polvo- a cada hogar ya que muchos ni siquiera tenían agua potable. La idea era reforzar las proteínas básicas diarias para niños y embarazadas.

Al finalizar la gobernación de Eduardo Duhalde, en 1999, el plan continúa pero cambia de enfoque y deja de ser un elemento central en la política social. A partir 2003 es reemplazado por tarjetas magnéticas, tickets o vales para comprar alimentos. En 2009 la Asignación Universal por hijo gana protagonismo dentro de las políticas públicas de acción social y la red de manzaneras se va reduciendo progresivamente. En 2011 se implementó la Asignación por Embarazo y en 2015 el Plan Qunita, que entregaba un kit de ropa, pañales y artículos de higiene para los niños recién nacidos. Hoy, en 2019 el plan se mantiene en su mínima expresión y el trabajo comunitario y vecinal se convirtieron en una tarea de planillaje administrativo.

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